“La sociedad exige que los enfermos se mantengan optimistas, que las mujeres no muestren ira y que los hombres no lloren”, señala. Según sus investigaciones, la mayor parte de las personas se juzgan a sí mismas por sentir emociones “negativas”, como el enfado, la decepción o la tristeza. Pero reprimir o negar estas emociones las hace más fuertes, y nos conduce al bloqueo….
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