2. Las Palmas, la primera ciudad

Vistas del puerto y las montañas de las Isletas desde la torre de la Catedral hacia 1895. Luis Ojeda Pérez.

Es la primera (y originaria) Ciudad de Galdós. En 1843, año de su nacimiento, Las Palmas era una pequeña ciudad de 15.000 habitantes con calles de piedra y pilares públicos para el abastecimiento de agua a la población que carecía de pozos en los patios de sus casas; una ciudad sin luz eléctrica iluminada solamente por las luces mortecinas de las antorchas y faroles de aceite o por la luna llena; una ciudad provinciana repleta de conventos, iglesias y ermitas, sin universidad (no la tendría hasta finales del siglo XX), ni centros culturales, ni institutos públicos de segunda enseñanza, ni teatros, ni bibliotecas, ni siquiera carruajes que circularan por sus empedradas y polvorientas calles. Una ciudad con solo dos barrios encerrados entre sus desvencijadas e inútiles murallas ya casi totalmente desarboladas. Una ciudad que, gracias a las primeras iniciativas del Gabinete Literario, empezaba a salir de un largo letargo de más de tres siglos negada a la Educación, la Cultura y el Progreso.