9. Entrevista con el Bachiller Corchuelo (6). Galdós y los niños. Faelita

Faelita con su padre, el torero Machaquito y su padrino, José Hurtado de Mendoza.

Faelita con su padre, el torero Machaquito y su padrino, José Hurtado de Mendoza.

El Bachiller Corchuelo declaró que Don Benito la idolatra y la oye tocar entusiasmado el piano, que tocaba muy bien; ha referido, además, varias anécdotas que ilustran la indulgencia cariñosa con que la trataba.

En cierta ocasión se empeñó la niña en que le dibujase unas letras para bordar. Y don Benito, que andaba aquellos días con prisas para terminar una obra, la interrumpió y se pasó dos mañanas dibujando. Trabajo inútil y tiempo gastado en balde: Faelita perdió los dibujos. «Ya verás cómo se va a poner don Benito —le dijo la familia.» La niña se escondió y la familia estaba verdaderamente aterrada… nadie sabía cómo darle la noticia. Cuando no apareció Rafaelita, le explicaron a Galdós lo que había pasado, y él exclamó, respirando tranquilo:

—¡Vamos! ¿Todo eso era? Pues que venga sin miedo. ¿Se han perdido los dibujos? Pues le haré otros, y en paz. ¡Faela!, ¡Faelita!… Y ésta recibió por todo castigo a su descuido una tanda de besos cariñosos.