“Tejiendo redes familia – escuela”: una experiencia de formación de familias desde un enfoque coeducativo.

El proyecto “Tejiendo redes familia – escuela” surge en el curso 2012/2013 como necesidad de crear espacios colectivos de encuentro y formación para familias al margen del asesoramiento individual a cada caso, prestado por la trabajadora social del EOEP Abona y responsable del proyecto.

Tras unos diez años de intervención en la zona sur de la isla de Tenerife, en los municipios de Granadilla y San Miguel, y ante el incremento de la demanda social, principalmente a raíz de la mal llamada “crisis”, se intentan buscar respuestas creativas y globales a las problemáticas detectadas desde los centros educativos; estos problemas detectados se refieren, en gran medida, a carencias en pautas socioeducativas para aplicar en las familias o dificultades expresadas por muchas personas a nivel individual para manejar adecuadamente el comportamiento de sus hijos/as. Así pues, y tras experiencias puntuales de charlas formativas en algunos centros, se decide elaborar un proyecto para presentar a los centros educativos que lo demandaban.

No cabe duda que la familia ha sido, y es considerada, como la célula básica de la sociedad, pero en las últimas décadas la familia “tradicional” ha sufrido profundos cambios. Cuando hablamos de familia ya no podemos imaginar sólo la constituida por padre-madre-hijos/as; nuevos modelos de familia se han consolidado y han transformado el panorama social de nuestro país: mujeres separadas o divorciadas con menores a su cargo casi en exclusiva, parejas de lesbianas y gays con hijos/as, familias interculturales, reconstituidas,… La familia, por tanto, es un sistema dinámico y en cambio que comparte un proyecto vital y afectivo, que atraviesa por diferentes procesos y que supone el primer elemento de socialización de la infancia. Como consecuencia de esta socialización se presupone que los niños y las niñas van adquiriendo valores, actitudes, capacidades, destrezas, creencias,… que les permitirán desenvolverse en sociedad de forma adecuada, siguiendo las normas que un sistema democrático establece para garantizar la convivencia, sin embargo, vivimos un momento histórico complejo sacudido por profundas crisis en todos los sistemas y no sólo en el económico, también las familias, el sistema educativo, el social,… sufren las consecuencias de estas diversas “crisis”. El conflicto y la violencia que vive el macrosistema (el mundo) se refleja en los microsistemas (las familias) y la pérdida de referentes educativos y culturales que garanticen procesos de socialización adecuados de la infancia y la adolescencia es un hecho.

Las situaciones de precarización y/o explotación laboral con intensas jornadas de trabajo que no permiten a madres y padres dedicar tiempo suficiente a la educación de sus hijos/as o por contraposición, la incidencia del elevado desempleo, la influencia de los medios de comunicación y las distintas pantallas con “telebasura” o videojuegos violentos que altera el sistema de valores de niños/as y adolescentes, la falta de expectativas de futuro, la crisis del pensamiento racional y de actitud crítica frente al mundo que nos rodea,… nos conducen a preguntarnos ¿qué podemos hacer para transformar esto?

Siempre se ha dicho que a ser madre o ser padre no enseña nadie y es una tarea sumamente compleja que requiere dedicación, esfuerzo y altas dosis de paciencia, afecto y normas. En la actualidad vivimos una falta de límites en las familias, un incremento en el grado de permisividad frente a las conductas de hijos e hijas y una apuesta por cubrir las necesidades materiales, olvidando a veces las afectivas y emocionales. Ello genera niños/as y adolescentes con grandes conflictos internos, con carencias afectivas que canalizan en ocasiones hacia caminos no deseables: consumo de drogas, relaciones sexuales precoces (con el riesgo de embarazos no deseados), respuesta violenta ante conflictos,…

Así pues, ante esta realidad, nos planteamos dar respuesta desde el sistema educativo favoreciendo espacios de encuentro y formación para madres y padres donde se pueda debatir el papel de la familia actual, los valores que se transmiten, los nuevos roles de mujeres y hombres, la implicación de estos últimos en la educación de los hijos/as, cómo abordar situaciones complejas que vivan con sus hijos/as,…

El proyecto surgió con un doble objetivo: vincular a las familias a los centros mediante la creación de espacios formativos en los que participen madres/padres y aprovechar ese espacio para ir orientando a las personas participantes con ideas que les permitan mejorar sus relaciones familiares, la educación de sus hijas/os y las relaciones con el centro educativo. En un momento en que las competencias básicas son el eje central de la educación, el entrenamiento en competencias parentales se revela de vital importancia para mejorar la educación familiar.

Los objetivos que se planteó el proyecto fueron los siguientes:

Generales:

  • Crear un espacio de formación para familias que favorezca la vinculación con el centro educativo e incremente las relaciones con el profesorado.
  • Posibilitar a las familias participantes un modelo educativo alternativo basado en la igualdad, la democracia y el respeto a la libertad y dignidad de las personas.

Específicos:

  • Ofrecer estrategias de mejora de la comunicación verbal y no verbal, la autoestima y las habilidades sociales, emocionales y cognitivas entre madres y padres e hijos/as.
  • Ofertar estrategias coeducativas para que la educación en igualdad sea un hecho en las familias.
  • Aportar estrategias de mejora de la convivencia centradas en la resolución asertiva y no violenta de conflictos.
  • Abordar el problema de la violencia entre iguales y en familia desde una perspectiva coeducativa, aportando estrategias de mejora.

Operativos:

  • Que al menos 8 madres/padres acudan a las sesiones de formación previstas.
  • Que las madres y padres participantes desarrollen estrategias favorecedoras de unos “buenos tratos” en la familia.
  • Que las madres y padres vivencien otras formas de relacionarse con sus hijos/as alejadas de la permisividad y el autoritarismo y cercanas a la comunicación, la empatía, la igualdad,…
  • Que las madres y padres aprendan a identificar, para transformarlas, las conductas incorrectas de sus hijos/as.
  • Que las personas participantes vayan incorporando la perspectiva de género en la educación de hijos/as.
  • Que las familias incrementen su asistencia al centro para interesarse por la evolución escolar de sus hijos/as (que acudan una vez al mes, al margen de la sesión formativa y como mínimo a las entregas de notas).

Hasta el día de hoy, y a lo largo de los tres cursos en los que se ha desarrollado el proyecto, los temas abordados siempre han incorporado la perspectiva de género: se han ofrecido modelos paritarios a la hora de presentar ejemplos de gestión de conflictos; se ha hecho un uso no sexista del lenguaje; se han abordado contenidos específicos sobre educación en igualdad y prevención de la violencia de género, a través de favorecer relaciones de buen trato; se ha abordado el respeto a la diversidad: por cuestión de sexo, orientación sexual, discapacidad, etnia, cultura,…; se ha abordado específicamente la educación afectiva y sexual; se ha trabajado el tema de la corresponsabilidad a la hora del reparto de tareas domésticas; se ha trabajado con materiales coeducativos y las familias han conocido referentes (cuentos, vídeos,…) que pueden poner en práctica con sus hijos/as,… En definitiva, la coeducación ha sido el eje transversal que le da sentido al proyecto porque entendemos que la educación en igualdad es clave para un cambio en el modo de entender y construir las relaciones familiares.

Si bien a la hora de poner título a los temas que se iban abordando en cada convocatoria, no siempre se señalaban aspectos coeducativos, sí se garantizaba en el desarrollo de contenidos este enfoque. Los talleres se han llevado a cabo una vez al mes en siete centros educativos de infantil y primaria (CEIP Abona, CEIP Juan García Pérez, CEIP Montaña Pelada, CEIP Montaña Roja, CEIP Isaac de Vega, CEIP San Miguel y CEIP Juan Bethencourt Alfonso); en el presente curso, se incorporaron dos centros nuevos y se canceló uno por baja asistencia. En general, el objetivo operativo de lograr un mínimo de 8 personas por taller se ha logrado, no en todas las sesiones, pero sí podemos afirmar que, si bien en algunas sesiones acuden 5 o 6 personas, en otras asisten en torno a 15/20 (o 33 familias el máximo de participación en uno de los talleres), por lo que la participación, a pesar de ser baja respecto al número de alumnado matriculado, es acorde a los niveles de participación en otros espacios (tutorías, charlas de recursos externos,…). A lo largo de estos tres cursos, y a falta de cerrar los datos del actual, podemos afirmar que más de 300 personas (en una proporción aproximada de 80% madres y 20% padres) han participado en este proyecto, por lo que su impacto y carácter preventivo y transformador es constatado. Las propias familias participantes han reconocido la utilidad de los temas abordados y demandan la continuidad de los talleres. Como dato significativo, hemos de señalar que la Junta Directiva nueva de una Asociación de Madres y Padres de uno de los centros participantes en el proyecto, se configuró este curso con las familias participantes en los talleres en cursos anteriores, lo que demuestra la creación de vínculos y el empoderamiento de varias madres y algún padre para implicarse más en la vida de su centro escolar.

Los temas abordados a lo largo de estos tres años han girado en torno a los siguientes ejes:

  • Escucha, comunicación y gestión asertiva de conflictos.
  • Buenos tratos frente a las violencias: la importancia de educar en igualdad.
  • Autoestima y bienestar en la infancia y en la familia.
  • El respeto a las diversidades como fuente de aprendizaje y riqueza (centrado en diversidad funcional).
  • Gestionar emociones en familia.
  • Consumo responsable, creatividad y ocio alternativo. Cuentos, películas y juegos coeducativos.
  • Educación afectiva y sexual y prevención de LGBTIfobia.
  • Aprendiendo a decir no: los riesgos de la permisividad parental.
  • Técnicas de motivación y hábitos de estudio (a cargo de las orientadores del EOEP)
  • Educar en valores, evitando gritos y castigos.
  • Influencia de la televisión e internet en las familias: cómo hacer frente al bombardeo de los medios de comunicación.
  • Aprendizaje autónomo y proyecto vital.
  • Respuestas ante situaciones críticas (separaciones, duelos, cambios,…)
  • Relajación para educar con calma y buen trato,…

La metodología para abordar los talleres ha sido práctica, constructiva y socioafectiva. No es un “rollo” que cuenta la dinamizadora, parte de las vivencias de las familias, del trabajo de casos, proyección de vídeos,… y entre todas las personas participantes se construye el taller. Las sesiones duran un máximo de dos horas (una hora y media de trabajo efectivo y unos veinte minutos para compartir un desayuno, ya que hay que señalar que los talleres se desarrollan en horario de mañana, una vez que entran las/os niñas/os al centro escolar).

En general, la valoración es muy positiva, el trabajo grupal es una experiencia altamente gratificante; compartir estrategias de mejora entre las familias nos enriquece a todas a las personas participantes. La incorporación transversal del principio de igualdad ha ido calando en muchas familias, los debates sobre el reparto de tareas domésticas o la prevención de la violencia de género han sido apasionados y motivadores; la toma de conciencia sobre el respeto a la diversidad un elemento constante a lo largo de todo el proyecto, y tener la oportunidad de aprender y aplicar ideas prácticas que contribuyen a mejorar la educación y la dinámica familiar, lo más valorado por las/os participantes.

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4 respuestas a “Tejiendo redes familia – escuela”: una experiencia de formación de familias desde un enfoque coeducativo.

  1. Ana Bosch dijo:

    muy interesante la experiencia

  2. Luixana D'Angelo dijo:

    Buenos días, ante todo quiero felicitar a nuestra trabajadora social María Ferraz, es una profesional excelente, con una gran calidad humana y una profunda vocación para transmitir y comunicar, los talleres son excelentes, los temas muy enriquecedores y dinámicos, somos una familia extranjera que llegamos al Centro este año y hacemos lo posible por asistir a todos, nos sentimos agradecidos por todo lo que hemos aprendido !!!

    • María Ferraz Dobarro dijo:

      Querida Luixana, un millón de gracias! Como ya te comenté, un auténtico placer trabajar con familias tan maravillosas. Un abrazo!

  3. Pingback: Memoria del taller de familias | CEIP Isaac de Vega

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