Cuestión de educación

La docencia es una actividad que puede ser entendida desde diversas ópticas y en función a múltiples variables. Es una profesión y, al tiempo, un modo de vida.  Estas dos características confluyen en las visiones de filósofos clásicos, herederos de la doctrina socrática que fundan escuelas en las que viven, y en militantes de la transformación social, como el viejo Marx, que concibe el trabajo como la “esencia” del ser humano. De esta manera, el marco general del presente artículo puede remitirnos al llamamiento de la ilustración frente a una sociedad en crisis, esto es, en continuo cambio.

Federico J. Delgado Ferrera
Profesor de Filosofía
IES “Las Salinas”

 

Con la mirada puesta en la práctica diaria, personalmente concibo la docencia como un reto: cada año académico, más allá del dictado de programaciones y currículos, se despliega un universo de posibilidades que se concretan en acciones relativas a los intereses del alumnado, al ritmo de los acontecimientos y a la conexión que el enseñante pueda establecer con el grupo-clase. Los mayores esfuerzos suelen emplearse precisamente en construir ese puente de comunicación que permitirá, si logra unir ambos extremos, disfrutar de lecciones más que profesionales, vitales. Acompañar fomentando el crecimiento personal es una tarea tan compleja como ilusionante.

Así, los centros educativos tienen la oportunidad de abrir sus aulas a la calle, de escuchar voces, gritos y protestas. Quedarnos al margen cerrando las ventanas de las clases porque la luz del exterior perturba la proyección de nuestras presentaciones es permanecer en la caverna platónica. No se trata de apuntar a los/as docentes como únicos encargados de la labor de educar, pero tampoco podemos utilizar ese argumento para eludir responsabilidades.

Si aún el lector no se considera amenazado por adoctrinamientos ni por lugares comunes, le invito a continuar con otro peldaño en la figurada escalera hasta la introducción de la experiencia educativa que pretendo comunicar.

Dar sentido a nuestras acciones, ese es el objetivo más difícil de lograr en nuestro quehacer cotidiano. Por ejemplo, si nuestro alumnado deja de venir a clase cuando se convocan huelgas estudiantiles, que lo haga por convicción, no por tomarse unos días de descanso. Información, formación y organización deben ser los pilares sobre los que erigir nuestro compromiso educativo/social. A esta tríada, a mi juicio, debe sumarse el papel de los referentes y la importancia del entorno: uno para orientar el camino, el otro para hacer creíble la emisión de los mensajes. La coordinación de todos estos elementos supone la puesta en marcha del proyecto docente, una empresa de colaboraciones cuyos resultados han de ser siempre evaluables en pos de mejorar.

Y ahora sí, hemos llegado a la primera planta de nuestro edificio: la práctica real. En este sentido, fruto de la combinación de los distintos ingredientes antes citados resulta el guiso de dos vivencias extraordinarias: el acercamiento a la vida y obra de talentos excepcionales como José Saramago y César Manrique. Primero con los Derechos Humanos como telón de fondo, después con el medio ambiente como temática común, y en ambos casos desde la interdisciplinariedad que vertebra la metodología CLIL (Content and Language Integrated Learning), el profesorado del IES Las Salinas que participa de este Programa realizó sendas visitas didácticas a A Casa José Saramago y a la Fundación César Manrique (FCM). De este modo, para desarrollar las habilidades comunicativas en lengua inglesa del alumnado de 4º de ESO, se prepararon secuencias de actividades que permitieron plantear una visión global del conocimiento al integrar las aportaciones de Música, Matemáticas, Biología, Educación Ético-Cívica e Inglés.

Las semanas previas a la visita estudiamos con el alumnado las figuras de Manrique, un hombre y su isla, y de Saramago, humildad y compromiso. Nos acercamos a sus intuiciones cosmopolitas, vanguardistas y transgresoras para descubrir en Lanzarote un paisaje singular, en el que la literatura y otras artes ejercen de complemento privilegiado para destacar la sublimidad de nuestra naturaleza. Asimismo, valoramos críticamente las posibilidades y las dificultades del actual modelo de desarrollo, y las consecuencias que ejerce sobre los hábitos de su ciudadanía.

En el recorrido por A Casa nos guiaron las explicaciones en inglés de Ayatima Cabrera y Syra Jiménez-Pajarero que nos adentraron en el cosmos de sensibilidad, de amor y de empatía con quienes sufren, del Nobel de Literatura. Por otra parte, en las instalaciones de la FCM nos acompañó el responsable de su Departamento Pedagógico, Alfredo Díaz, quien transmitió la energía que habita en la confianza depositada en lo que se cree y por lo que se lucha. Paso a paso fuimos redescubriendo el genio creativo que fue Manrique, y como el paisaje de una isla cuyo magma fluye en la obra del maestro, volvimos a ser conscientes de la importancia de reivindicar el respeto al medio; nos imbuimos de su legado artístico y de su compromiso ético.

Tras las valoraciones académicas correspondientes, concluimos, no obstante, en poner de relieve la grandeza de la comunicación, ya sea visual, musical, cultural. El alumnado se esforzó por comunicarse en lengua inglesa, pero, sobre todo, atendió al mensaje universal de la responsabilidad, tanto para con el otro/a como hacia el entorno. Este principio ha de seguir trabajándose en un espacio cuya sostenibilidad se ve amenazada por experimentos especuladores y, últimamente, en forma de plataformas petrolíferas. De ahí la importancia de la acción colectiva, de la conciencia ciudadana, de la educación, en definitiva.

Sumarios:

-“Cada año académico, más allá del dictado de programaciones y currículos, se despliega un universo de posibilidades que se concretan en acciones relativas a los intereses del alumnado, al ritmo de los acontecimientos y a la conexión que el enseñante pueda establecer con el grupo-clase”.

-“La responsabilidad ha de seguir trabajándose en un espacio cuya sostenibilidad se ve amenazada por experimentos especuladores. De ahí la importancia de la acción colectiva, de la conciencia ciudadana, de la educación, en definitiva”.

 

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