De lo que se siembra, se recoge – Jameos Digital nº8

Teresa de Jesús Mendoza Díaz
Alejandro Maeda Rodríguez
IES Blas Cabrera Felipe

“De lo que se siembra, se recoge” es un miniproyecto que responde a algunas necesidades de nuestro centro y su contexto: el desarrollo y fomento de valores de solidaridad, tolerancia, empatía y respeto a través del Aprendizaje Servicio facilitando el desarrollo del programa de Objetivos de Desarrollo Sostenible. Es la base de una iniciativa más amplia que se realiza en nuestro centro, el IES
Blas Cabrera Felipe.

Anclaje curricular

Dada la limitación de espacio de este artículo destacamos solamente su relación con algunos elementos formales: Objetivos de Desarrollo Sostenible (1,2,3,4,5,6,10,12,14 y 16); proyectos, programas y planes del centro: Red Canaria de Escuelas Promotoras de la Salud, Red de Centros Educativos para la Sostenibilidad, Red Canaria de Escuelas Solidarias, Red Canaria de Escuelas para la Igualdad, Programa de Mejora de la Convivencia y Plan de Lectura; contenidos de distintas materias; Contenidos Canarios; bloques de los 5 ejes transversales: lectura, valores como la tolerancia, la igualdad, la paz y el respeto, el cuidado del medioambiente y el cuidado de la salud personal; objetivos de etapa: principalmente la promoción de aspectos socioculturales, de actitudes positivas y el cuidado personal; desarrollo de las competencias: especialmente la Comunicativa, Social y Cívica, Aprender a Aprender, Iniciativa y Conciencia y Expresiones Culturales.

Contexto inicial

Este miniproyecto surgió como una necesidad de respuesta a la falta de responsabilidad y de motivación que notábamos cuando hablábamos con algunos de nuestros alumnos de la ESO, porque no se sentían responsables de su aprendizaje y a veces culpaban o responsabilizan a otros agentes externos. Por ejemplo: “El profesor no explica bien”, “La profesora me tiene manía”, “No tengo el libro de texto”, “No…si a mi madre le da igual”, “Es que la profesora no me ayuda” ,… y también a otros factores que podríamos considerar internos como: “Yo no quiero estudiar”, “Paso de esto”, “No se me da”,…, contaminando y minando así su ánimo y autoestima, y especialmente, la motivación, que es el ingrediente principal del aprendizaje. Lo que pretendíamos era trabajar la autoestima y la motivación a través de una metáfora, “De lo que se siembra, se recoge”, la activación del huerto escolar, la realización de un mercadillo solidario y cooperativo y transmitir al alumnado varias ideas: que en los estudios se recoge el fruto (que sería el aprendizaje), de lo que están sembrando o han sembrado previamente (que sería la lectura, la realización de tareas, el trabajo cooperativo, la atención, preguntar dudas, añadir comentarios, debatir, expresar curiosidad, participar en las actividades del centro…), que es esencial cuidar ese proceso de manera personal e individual y que esa siembra o tarea se realiza a través de la reflexión, de los actos y de las relaciones sociales para luego reflejarse en el fruto (resultados en general).

Objetivos

Los objetivos de este pequeño proyecto facilitan el desarrollo de una metáfora o una actitud positiva hacia el estudio y la vida, transmitiendo la idea de que lo que hacemos ahora, nos puede beneficiar o perjudicar en el futuro y la necesidad de dar ciertos pasos para conseguir nuestras metas: a) Fomentar la calidad de la convivencia en el centro a través de la prevención y resolución de conflictos de forma positiva; b) Aprender del error para superar dificultades y mejorar el rendimiento académico; c) Implicar y coordinar a toda la comunidad educativa en la vida del centro; d) Concienciar y responsabilizar al alumnado de la importancia del respeto, la solidaridad y la tolerancia para vivir en comunidad; e) Apreciar los hábitos sanos para el cuidado de la salud y el consumo responsable.


Se pretende trabajar la autoestima y la motivación a través de una metáfora, “De lo que se siembra, se recoge”

Actividades desarrolladas

Algunas actividades que incluye el proyecto para las distintas materias y la tutoría son:

1. Actividades de inicio y presentación:
a) Grupo clase: visualización de un video sobre la siembra de una semilla. Reflexión en gran grupo sobre el significado del video y las posibilidades de aplicarlo en la vida real.
b) Gran grupo: Debate y reflexión sobre el refrán “De lo que se siembra, se recoge”.
c) Pequeño grupo: Un equipo va al invernadero/huerto con un/a profesor/a y un experto del Cabildo para constatar el estado del huerto y hacer un plan de trabajo y un listado de herramientas, material necesario, vestimenta requerida, sistema de riego, acondicionamiento, ubicación y gestión de la compostera, …
d) Lluvia de ideas e información de las aportaciones del experto. Puesta en común y listado definitivo.

2. Actividades de desarrollo. Son actividades de acción tutorial. Por parejas, cada alumno cuenta una situación conflictiva que ha vivido. Y cada uno tiene que comprobar que su compañero/a ha encontrado una solución razonable y positiva para resolverla. Si un alumno/a no encontrara la resolución positiva del conflicto, su compañero/a le ayuda a reflexionar sobre lo ocurrido para que lo pueda corregir tratando de llegar a un consenso de forma positiva. Cuando acaban, trabajan con otro compañero/a y continúan contando sus experiencias, etc. Para concluir, se elige a una persona al azar para que cuente al resto del grupo cómo ha resuelto su situación de manera positiva. Y así relacionamos la importancia de cuidar el cultivo al igual que las relaciones sociales o el aprendizaje, resaltando la importancia de analizar y valorar para corregir, o aprender de nuestros errores y alcanzar nuestros objetivos. Otras actividades van dirigidas a la participación en el huerto con la realización de un cuadrante con turnos para grupos pequeños que van a cuidar el huerto e informar a su grupo de lo que han hecho, si les ha gustado o no, cuánto miden las plantas, si hay que regar más a menudo o no, si han trasplantando los semilleros, si han recogido algo para el mercadillo, etc. Esto facilita el posterior análisis o reflexión en gran grupo sobre las relaciones sociales y el rendimiento académico de cada alumno/a considerando el cuidado de las plantas o el cuidado del estudio y la necesidad de analizar y hacer cambios o ajustes para mejorar. En otra actividad, en parejas, los alumnos reflexionan sobre la solución de los conflictos o problemas y la responsabilidad de lo que se hace antes y/o después de una situación complicada o difícil, al igual que ocurre con la importancia de lo que hacemos antes y después de hacer una prueba, presentar un trabajo en grupo, planificar el tiempo de estudio, etcétera.


Se contribuye al desarrollo o puesta en práctica de los valores de la solidaridad, la responsabilidad y la cooperación en un contexto real.

3. Actividades de finalización y consolidación. Son acciones relacionadas con la organización y el desarrollo del mercadillo solidario y cooperativo.
a) Torbellino de ideas en pequeño grupo para organizar y planificar un mercadillo solidario en el centro con los productos del huerto y otras propuestas. El portavoz de cada grupo toma nota de las ideas de su grupo y luego se ponen en común en grupo clase y se decide entre todos qué hacer, cómo, dónde, cuándo, qué necesitamos, cómo establecer los turnos de trabajo, a quién podemos invitar, cómo serán las invitaciones o publicidad, qué podemos hacer desde otras materias o grupos…
b) Diseño de murales y videos en pequeño grupo sobre un producto del huerto, destacando los minerales y/o vitaminas que tiene, una receta típica con ese producto, una leyenda o cuento popular, etcétera, para presentarlo en clase y exponerlo en el hall / la web/blog del centro.
c) Organización de grupos de diez personas formado por alumnado, familias, personal no docente y profesorado para: propuesta a otros grupos de la realización de manualidades, productos artesanales o de reciclaje, convirtiendo los materiales en desuso en nuevos productos o reutilizando productos (bolsos, marcadores de libros, …), organización del almacén, horario y recogida de aportaciones, el montaje y la recogida del mercadillo, la promoción del evento en formato digital y papel, la venta de productos del huerto durante los recreos o las visitas de las familias en horario de tarde, control del nivel de participación, “cajeros/ cajeras”, cartelería para el hall y entrada, cartelería de productos y precios, citación con Jefatura de estudios y Vicedirección para decidir cómo y dónde ubicar el mercadillo, acto de entrega de la recaudación a AFOL y Calor y Café, embalaje de productos sobrantes para futuros mercadillos, publicación de la actividad y la recaudación, evaluación y propuestas de mejora, …


Este proyecto incluye actividades relacionadas con
la organización y el desarrollo de un mercadillo solidario y cooperativo.

En la metodología destaca como eje motivador el Aprendizaje Servicio pero también el trabajo cooperativo, el esfuerzo de los alumnos, la exposición de los trabajos en la web del centro y/o en el hall y la variedad de actividades que contribuye a la participación e inclusión de toda la comunidad educativa. La evaluación se realiza a través de la co-evaluación y la auto-evaluación con la reflexión y la puesta en común, lo que nos sirve para hacer los ajustes necesarios y las propuestas de mejora en distintos momentos del proceso: a) Fase inicial: acondicionamiento del huerto; b) Fase formativa: plantación y realización de productos reciclados; c) Fase sumativa: mercadillo solidario y cooperativo.

Dificultades detectadas

El inicio resultó difícil por las tareas de activación y acondicionamiento del huerto o instalación del sistema de riego.

Logros del proyecto

Destacaríamos la participación de toda la comunidad educativa y la coordinación con los programas y proyectos del centro, la participación e inclusión del alumnado de otros grupos de diferentes niveles, la participación de conserjes, claustro, familias, asociaciones (AFOL de Lanzarote y “Calor y Café”), y el desarrollo de los objetivos. Algunas veces los alumnos se preocupaban: “Profe, es que las plantas no crecen, tardan, y yo quiero vender en el mercadillo”. Esas preocupaciones servían para la reflexión sobre el cuidado de los estudios. Añadíamos: “De lo que se siembra se recoge”, y hacíamos aclaraciones de la necesidad de poner buenos abonos y agua o de realizar la plantación en el momento adecuado, destacando que esto podría afectar al crecimiento de las plantas, al igual que ocurriría con los estudios si abandonamos, o no dedicamos la atención necesaria. Otras reflexiones eran sobre los ritmos de aprendizaje de cada alumno/a, aclarando que cada planta necesita unos cuidados diferentes, y por tanto también ocurre con los estudios. Cuando aprendemos podemos observar que hay alumnos/as que necesitan más tiempo en las lecturas, o no, que les expliquen algo de nuevo, o no…, promoviendo la tolerancia y la inclusión.

Conclusión

Con esta iniciativa hemos contribuido al desarrollo o puesta en práctica de los valores de la solidaridad, la responsabilidad y la cooperación en un contexto real en el que participa toda la comunidad educativa a través del Aprendizaje Servicio.

[PDF De lo que se siembra, se recoge – Jameos Digital nº8]

El impulso necesario – Jameos Digital nº8

Laura Martín Rijo
CEIP Concepción Rodríguez Artiles

Podría haber escrito un artículo en el que resumiera en qué consiste el Programa Impulsa que viene desarrollando nuestra Consejería de Educación desde hace algunos años, pero soy consciente de que tener esta información está a un golpe de clic, accesible para todos y cada uno de los miembros de la Comunidad Educativa, además de para cualquier persona interesada. Lo que realmente quiero transmitir con mis palabras son las emociones que he experimentado y experimento cada día siendo docente de este programa.

Ante todo, siento satisfacción por esta ocasión que se me ha ofrecido para reconciliarme con la educación, trayendo a la memoria la tan machacada vocación, víctima muchas veces del desánimo y del desgaste, frutos de la frustración, de la falta de comunicación, de la no consecución de los objetivos marcados, del reajuste continuo de toda la labor docente, de la incertidumbre laboral y económica que provoca la inestabilidad de los claustros y la consecuente imposibilidad de llevar a término planes, programas y proyectos verdaderamente ilusionantes.


Debemos asegurar el acceso de todo el alumnado a todos y cada uno de los medios humanos y materiales que posibiliten su educación y formación, adaptando todos ellos a su particular manera de aprender y a sus diferentes ritmos, a su situación personal y familiar, a su cultura, a su estado emocional,…

Reinventarse en esta profesión es una sensación muy satisfactoria. Me embarga un profundo y sincero agradecimiento por esta oportunidad brindada a través de una formación continua dentro del horario laboral, gratuita y permanente que tenemos la responsabilidad y suerte de poder compartir y trasladar al resto de personal docente de cada centro, siendo vehículos facilitadores del cambio y de la innovación educativa tan necesaria para adaptar nuestra práctica al proceso transformador de una realidad social que se produce a un ritmo vertiginoso. El hecho de implicar a todo el profesorado-tutor y ejercer la Docencia Compartida día a día, codo con codo, hace que todos nos enriquezcamos, veamos todos los beneficios obtenidos de trabajar de esta manera, en equipo, coordinándonos continuamente con la finalidad de favorecer el aprendizaje y atender a la diversidad en el más amplio sentido de la palabra. Todo ello marca una nueva línea de trabajo que, una vez se ha afianzada, es muy complicado que se quiera prescindir de ella en el futuro. A pesar de las dificultades iniciales que nos vamos encontrando producto del miedo que genera lo desconocido, el camino andado y los resultados de todo el proceso de enseñanza-aprendizaje, hacen que merezca la pena. Además, formar parte de este programa, ya sea como DAPI, como tutor/a o como Centro en su globalidad, incentiva valores como el compromiso en el tiempo, cumpliendo con las labores encomendadas y poniendo todo de nuestra parte para alcanzar con éxito los objetivos propuestos en el mismo. Como docentes de apoyo al programa, adquirimos el deber moral de dar continuidad a todo lo aprendido.


Una de los sentimientos más bonitos es la alegría al ver al alumnado disfrutando mientras aprende.

Uno de los sentimientos más bonitos es la alegría al ver al alumnado disfrutando mientras aprende. Entrar en el aula para aplicar nuevas metodologías, usar diversidad de recursos y materiales y romper la dinámica de la clase en determinados momentos es como un soplo de aire fresco que mejora la disposición hacia el aprendizaje y la atención, evita el aburrimiento, provoca desequilibrios cognitivos y plantea retos y nuevos desafíos, aspectos éstos que serán caldo de cultivo para el futuro desarrollo de distintas destrezas de pensamiento y de resolución de problemas, del pensamiento crítico, de la creatividad, de habilidades sociales y gestión pacífica de conflictos, de la autoestima y de la confianza en las propias posibilidades, entre otros. Este programa que nace para compensar desigualdades, es una maravillosa manera de cumplir el fin último de la escuela: garantizar la equidad de oportunidades de todos los niños y niñas que llenan nuestros colegios de infinitas ganas de saber. Debemos asegurar el acceso de todo el alumnado a todos y cada uno de los medios humanos y materiales que posibiliten su educación y formación, adaptando todos ellos a su particular manera de aprender y a sus diferentes ritmos, a su situación personal y familiar, a su cultura, a su estado emocional,…, ofreciendo actividades y situaciones que conecten con sus experiencias previas, cercanas a sus intereses y motivaciones, que tengan sentido para ellos/as y que puedan trasladar a cualquier ámbito de sus vidas. Ver cómo se entusiasman y se acoplan niños y niñas que parecían desencantados es algo inigualable.por el conocimiento es aval más que suficiente para desterrar el abandono escolar temprano y el futuro absentismo.

Otro de los aspectos positivos y que producen más alegría es allanarles el recorrido que supondrá el tránsito de una etapa a otra. Como ya se mencionó arriba, el cambio y la transformación requieren esfuerzo, cuestan y no siempre son fáciles. En muchos momentos provocan estrés, malestar y situaciones de angustia. Está en nuestras manos el prevenir la experimentación de este tipo de sentimientos, permitiendo que estos pasos se lleven a cabo de la manera menos traumática posible. Para ello, es primordial realizar actividades conjuntas y asegurar la coordinación interetapas.


Se pretende inspirar para que entre la luz por la rendija cuando la oscuridad se adueñe por unos momentos de nuestro amor por la educación

Por último, crear una red de relaciones respetuosas, comunicativas y de debate, basadas en la participación de todos los miembros favorece el clima en el entorno laboral y beneficia las relaciones personales, estableciendo puentes de diálogo y convivencia que perdurarán en el tiempo, estrechando los lazos entre el personal del centro.

A través de la celebración de días especiales, del establecimiento y afianzamiento de nuevos procedimientos de enseñanza como el trabajo cooperativo, de la práctica de rutinas y destrezas de pensamiento, de concienciación por el cuidado del medioambiente, de recitación de poesías, de la elaboración de situaciones de aprendizaje motivadoras, de llevar a cabo proyectos estimulantes, de dinamizar zonas del patio, de implicar a las familias mediante diversidad de actividades, de implementar estrategias para acercar las matemáticas y presentarlas en entornos reales con materiales manipulativos, de utilizar las metodologías más idóneas y que se adapten mejor a cada alumno/a, a cada grupo y a cada maestro/a, …, se pretende inspirar para que entre la luz por la rendija cuando la oscuridad se adueñe por unos momentos de nuestro amor por la educación. Es la razón por la que se comparte esta experiencia.

[PDF El impulso necesario – Jameos Digital nº8]