La guerra no está lejos. Geografía de la conflictividad en el siglo XXI

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Construir conciencia histórica y formar parte de la ciudadanía comprometida con el tiempo que les ha tocado vivir son dos de los fines fundamentales de la Educación Obligatoria y le dan sentido pleno al área de Ciencias Sociales, Geografía e Historia. Con esta intención se ha diseñado la presente Situación de Aprendizaje, que invita al alumnado de 3º de ESO a investigar sobre la gran zona de tensión internacional que constituye el denominado Mediterráneo Euromusulmán. Los objetivos de esta propuesta didáctica van más allá de contribuir al desarrollo del currículo de 3º de ESO; esta tarea se concibe como una práctica social de compromiso, dirigida a conocer algunos de los principales problemas de nuestro entorno geopolítico más cercano y, en segundo lugar, a difundir en el centro educativo, con fines sensibilizadores, tales procesos.

El alumnado de 3º de ESO será el protagonista de esta labor. Se responsabilizará de profundizar en la información a través de un proceso de “investigación guiada” que le conduzca a la búsqueda, selección y análisis de una cierta diversidad de fuentes geográficas, cuyo manejo le permita adoptar posiciones argumentadas ante problemas como los movimientos migratorios, el yihadismo, los conflictos territoriales, las relaciones norte-sur, las desigualdades económicas y sociales, etc., con la ayuda del modelo de enseñanza jurisprudencial. En una segunda fase, el alumnado organizará una campaña informativa que deberá culminar en un acto colectivo para promover la participación de toda la comunidad educativa. Da igual la fórmula que este adopte: debate, cinefórum, fiesta, charla-coloquio, exposición, etc, lo fundamental será argumentar públicamente las posiciones personales y de equipo desde principios básicos de la cultura de la paz y la no violencia.

El tópico propuesto es de flagrante actualidad, y además, generador de una corriente de opinión pública fundamentada en criterios más o menos pertinentes, lo cierto es que el fenómeno que se trata a nadie deja indiferente. Esto, unido a la dimensión social de la tarea, concretada en la propuesta de difusión del trabajo del alumnado, le confiere algunos ingredientes motivadores del aprendizaje. Por otro lado, la condición intercultural habitual en nuestras aulas y la coexistencia de religiones y de distintas posiciones ante el pensamiento religioso existente en nuestros centros educativos proporcionan un contexto idóneo para el desarrollo de esta tarea como motor de la convivencia pacífica en la diversidad.