>

ENTREVISTA AL RESPONSABLE DEL PFC: “COMO UNA PIÑA”

Posted by on Abr 25, 1999 in Intercambio de experiencias (Revista 2) | 0 comments


RESPONSABLE. D. PEDRO ÁLAMO SUÁREZ

Datos del proyecto:

Este centro, situado en Sta.  Brígida, lleva sólo tres cursos funcionando, actualmente tiene 610 alumnos, cincuenta profesores, un conserje, una persona de mantenimiento y una administrativo, que la pobre está pidiendo agua por señas, ya que está agobiadísima. El Proyecto se llama “como una piña” y trata sobre la convivencia.

 

¿De dónde surge la necesidad del Proyecto?

En el primer curso empezamos con 1º, 2º y 3º de la ESO, el tercero eran los  alumnos de séptimo y octavo que estaban en los colegios de EGB, y claro, un instituto nuevo casi lo tiran abajo, era una situación para ellos divertidísima y para nosotros muy agobiante. Intentamos que no hubiese una intervención por parte de la Dirección ni del Profesorado desde un punto de vista disciplinario, sino que el planteamiento era la toma de conciencia por parte del alumnado, que fuera conociendo como se puede vivir dentro sin hacer daño a nadie. Eso supuso estar trabajando muchísimo, porque afrontar cada incidente era hablar con el alumno, razonar las situaciones, intervenir en el aula, trabajo con profesores, etc., esa fue la dinámica. Entonces a partir del segundo trimestre el profesorado estaba que se subía por las paredes con esta situación. Hicimos un claustro para definir un poco las líneas a seguir respecto a esta problemática y se decidió iniciar un proyecto para trabajar el problema desde la base.

 

Y ¿se ha notado la repercusión del proyecto en la convivencia en el centro?

Sí, muchísimo. Sobre todo porque desde el profesorado había como una idea clara de que el profesorado tiene que actuar como una piña, porque si no, no llegamos a ningún sitio. Había interés por compartir, por meterte en actividades que estaban fuera del aula, asaderos, excursiones, salidas,… había una necesidad de que tuviésemos una unidad de criterio respecto a la intervención, Luego, en el alumnado, esto suponía que el trabajo que lentamente íbamos haciendo significaba que una serie de alumnos iba tomando posturas ante intervenciones conflictivas. En los baños, en las clases, había gente que empezaba a dar la cara, sobre todo los mayores, y esto se nota en el centro.

 

Has citado ya asaderos, actividades de este tipo que integran a toda la Comunidad educativa, ¿hay alguna otra que favorezca la participación del resto de la comunidad?

El alumnado era el que demandaba unas actividades que nosotros considerábamos que realmente eran muy interesantes, que consistía en ofrecer al alumnado una alternativa distinta a todo lo que se hace sólo con clases. Evidentemente creo que ellos lo sabían porque sus necesidades eran expansión, otro tipo de relaciones, que pudieran verse en otro sitio que no fuera en un aula sentado detrás de una mesa, sino en una situación de tipo normal, y por ahí fue por donde ellos empezaron a exigir acampadas, excursiones, una semana cultural donde saliéramos de todos los contenidos,… ese es el planteamiento.

 

Entonces ves muchas ventajas en el desarrollo de este proyecto, pero ¿qué dificultades crees que pueden entorpecer la marcha del mismo?

Hay una dificultad muy seria y muy importante: a los adultos, en nuestro caso el profesorado, le costó y en muchos casos le sigue costando admitir el proceso, es decir, esto no surge de la noche a la mañana. Un proyecto de convivencia no es una cosa que en un momento dado se dé una intervención y ya se arregla todo. Esto es un proceso, y en el proceso hay escalones que hay que ir subiendo. Muchas veces hay situaciones en el profesorado que dice “es que hay mucha gente que no se implica”. Hay que esperar, la gente va tomando conciencia. Esa dinámica de asumir el proceso es lo más difícil, e incluso nosotros a estas alturas notamos que todavía hay muchas reticencias a aceptar una cosa a largo plazo. Queremos soluciones ya y concretas: “¿Qué hago con este niño? Pues lo mando para su casa”. Esas son las dificultades mayores.

 

¿Te has encontrado respaldado por el CEP en cualquier aspecto que hayas necesitado?

Sí, en este sentido podemos decir con la boca llena que la ayuda y la presencia del CEP aquí en el centro, la colaboración que nos ha prestado y que en todo momento en que hemos solicitado cualquier intervención, cualquier curso, acciones puntuales, etc., nos hemos visto totalmente respaldados, y desde aquí mi agradecimiento total a este hecho.

 

Entonces tú dirás abiertamente que el Proyecto ha cambiado la dinámica de trabajo en el centro.

Sí claro, sin ninguna duda. Con muchas dificultades evidentemente, eso está claro, con dificultades serias que tenemos todavía, pero el espíritu que está detrás de un trabajo de este tipo se mantiene bien, y eso es lo que produce un bienestar en bastante gente.

 

¿Tienes alguna propuesta de mejora inmediata?

Ahora mismo, y en esto Agustín es mucho más concreto y muchas veces el que tiene los pies en la tierra, hay un elemento que nos resulta muy interesante y que es el tiempo. El tiempo es el factor que nos preocupa muchas veces. La organización del tiempo, al ser un planteamiento de toma de conciencia, de dinámica de trabajo y de que no se puede hacer todo al mismo tiempo, nos resulta fundamental. Organizar el tiempo bien, y en eso estamos a ver cómo, buscando alternativas lo solucionamos. Ahora mismo estamos detrás de una idea de comunicar a toda la comunidad que estamos haciendo en cada momento con unos logotipos, y tenerlos por el centro, de modo que cualquier persona, cualquier alumno y profesor sepa lo que hacemos en cualquier parte del centro.

 

Pues nada más, muchas gracias por todo.

 

Quiero agradecer esta oportunidad de comunicar a todos lo que hacemos.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *