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LA NUBE CECILIA

Posted by on Abr 25, 2001 in El rincón literario (Revista 4) | 0 comments

     Esta es la historia de Cecilia, una nube blanca, blanda y suave que viajaba siempre por el cielo despacito, despacito,  y observando muy detenidamente todo lo que ocurría en la tierra.

     A Cecilia no le gustaba dormir; pensaba que era una pérdida de tiempo, y por eso nunca dormía y siempre vagaba por el ancho cielo, muy despacio, muy despacio. Así lo veía todo con todo detalle. Y es que Cecilia era muy curiosa.

  • “¡Vaya, vaya, si es Cecilia la lenta!”la hija de doña Cecilia la lentorra; debe ser de familia comentaban las nubes entre sí.
  • “Cecilia camina más rápido para que puedas recorrer el mundo antes de hacerte mayor”

… pasó el tiempo y Cecilia se hizo mayor, ya no resistía tanto tiempo despierta como antes, así que decidió buscar un lugar donde reposar cuando no viajaba por el cielo observando cuanto acontecía en la tierra. En ese momento sopló un fuerte viento y Cecilia Salió desprendida a gran velocidad dando vueltas y vueltas hasta que cesó el viento, entonces, algo mareada aún de tantas volteretas, abrió sus algodonosos ojos y pudo divisar a lo lejos una enorme montaña blanca cubierta de un blanco reluciente y pensó que sería un hermoso lugar donde extender su manto.

Y Cecilia así lo hizo; extendió su manto sobre aquella montaña que en la tierra llamaban Teide.

Lo curioso de la historia de Cecilia es que fue precisamente allí donde conoció a don Brandón, una nube muy apuesta con quien se casó y tuvo una pequeña Cecilia, blanca, blanda, suave y algo gandula para bajar por el cielo. ¡Quizás sea de familia!.

     Carmen D. Bolaños Pérez (7 de Diciembre de 1991)

     *Todas las nubes además de tener un nombre, también tienen un sobrenombre que atiende a algún rasgo destacable de su forma, personalidad, etc.

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