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EL “VALOR” DE ESCUCHAR

Posted by on Abr 14, 2007 in Atención a la diversidad (Revista 10) | 0 comments


…estoy convencida de que muchas formas de violencia nacen precisamente de esa incapacidad de comunicación.
Susana TamaroEl respiro quieto, 1997

La sociedad actual está regida por las prisas, la falta de tiempo, la opción de la televisión frente a la tradicional conversación, pocos miembros forman la unidad familiar, etc. Sin embargo, estamos bombardeados con noticias, conversaciones, debates, diálogos, que no son ejemplos válidos de cómo debe ser el comportamiento correcto en estas situaciones comunicativas. Por esto, creemos que la escuela tiene que ser un lugar importante para fomentar las relaciones personales mejorando, considerablemente, nuestro nivel de comunicación oral. En consecuencia, es necesario trabajar “la atención y la escucha” como factores que favorecen la relación con los otros.

Según los conductistas las conductas se aprenden, entre otras formas, por asociación, por refuerzo o modelado. Esto sólo no es suficiente para educar en valores: hay que construirlos, ya que en la construcción existe una implicación del sujeto, que construye su propio sistema de valores, sin imposiciones ajenas. El individuo tiene una experiencia y construye en función de ésta. Por tanto, el razonamiento tiene que ir creciendo dentro de cada persona. El papel del educador o educadora es favorecer ese crecimiento a través de actividades que enriquezcan la experiencia del alumnado.

El Sistema Educativo propone que el alumnado adquieran una formación integral, que tomen decisiones, que muestren  una actitud crítica, que resuelvan conflictos, que actúen con autonomía y que participen activamente en la sociedad.

El Currículo de Infantil y el de Primaria recogen Objetivos Generales que valoran la comunicación como un elemento fundamental para el desarrollo de las siguientes capacidades: Cognitivas: razonar, comprender. Comunicativas: expresar oralmente, dialogar, escuchar, compartir. Afectivas: respetar, valorar, aceptar. Motrices: crear, expresar corporalmente. Inserción social: participar, colaborar, integrarse.

Apoyándonos en los objetivos generales de estas Etapas proponemos trabajar los siguientes contenidos para que el alumnado sea capaz de relacionarse y comunicarse adecuadamente en su entorno.

Conceptuales: La asamblea. El debate. El diálogo.

Procedimentales: Realización de una asamblea, de un debate; dominio de las reglas del diálogo: escuchar, respetar turno de palabra.

Actitudinales: 
respeto por las aportaciones de los compañeros y compañeras; aceptación de las normas que deben regir un debate: capacidad de escuchar, utilización de un turno ordenado de palabra, expresarse en un tono adecuado, etc.; respeto por los acuerdos tomados y decisiones alcanzados a través del diálogo.

Los juegos de comunicación serán la vía principal en la práctica de las actividades para conseguir la escucha activa, la comunicación no verbal y romper la unidireccionalidad de la comunicación en el grupo.

Las actividades que vamos a realizar para desarrollar esas capacidades tendrán un carácter flexible, adaptable y abierto a las características de los individuos a los que van dirigidas, serán multidimensionales para que el alumnado participe según sus diferencias individuales, puedan intervenir según su grado de madurez e interés y les permita conocer el éxito.

No debemos olvidar que “escuchar” debe realizarse en un clima de total confianza donde el que habla se sienta animado a hablar. ¿Qué necesitamos para escuchar?: silencio, utilizar el tono adecuado, el gesto, apoyar con monosílabos, resumir a ver si estamos entendiendo bien, hacer preguntas para clarificar, atender al sentido global de la información, no interrumpir, etc. Concluimos que escuchar es más que oír.

Actividades

  • Juego: Muevo mi cabeza

Objetivo: asentir con la cabeza.

Desarrollo: por parejas, uno habla y el otro asiente con la cabeza. Cambio de roles. Cada alumno o alumna explicará que sintió en cada una de las situaciones trabajadas.

Variantes: uno habla y el otro no realiza ningún movimiento, mira a su alrededor.

 

  • Juego: El teléfono

Objetivo: favorecer la comunicación y el dominio de la voz.

Desarrollo: los alumnos y las alumnas se sientan formando un círculo y uno de ellos comienza diciendo al oído del compañero o compañera de su derecha, y de manera que no le oigan los demás la palabra que él quiera. El que ha recibido el mensaje debe comunicarlo de la misma forma. El último jugador o jugadora dirá la palabra en voz alta y el primero dirá la suya para comprobar si ha sufrido alteraciones.

 

  • Juego: ¡Hola!

Objetivo: comunicarse en el grupo, hablar de uno mismo.

Desarrollo: nos colocamos en círculo. El profesor o profesora explica que vamos a saludarnos y aprovecharemos la ocasión para conocernos mejor y saber algo más de nosotros. Cada uno dirá su nombre y a continuación con una sola palabra lo que más le agrada y con otra lo que menos le gusta hacer.

  • Juego: El zoo

Objetivo: favorecer la sensibilidad y escucha.

Desarrollo: a cada participante se le da un papel con el nombre de un animal escrito en él. El juego consiste en que cada uno encuentre a su pareja utilizando como único medio la emisión del sonido de su animal.

 

  • Juego: escuchando

Objetivo: aprender a escuchar y describir un conflicto.

Desarrollo: varios participantes salen de la habitación. Mientras en el grupo se desarrolla un conflicto con mucho ruido, que ha sido preparado previamente. Los que han salido escuchan y tratan de captar lo que pasa en el grupo, reconocer los ruidos, etc.

Cuando el conflicto se acaba o se detiene los que estaban fuera vuelven al grupo e intentan reconstruir el conflicto y expresar cómo lo han vivido desde fuera.

El coordinador o coordinadora del grupo valorará la participación en las actividades así como la utilización del diálogo como instrumento para solucionar los problemas.

Bibliografía

  • Fabra, Mª Luisa, Técnicas de grupo para la cooperación, CEAC, 1994.
  • Guitart Aced, Rosa Mª, 101 Juegos no competitivos, GRAO, 1990.
  • Delgado, Fidel, El juego consciente, Manuales, 1986

Fdo.: Ángela García Gil
Maestra del CEIP Santa Catalina

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