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INTEGRACIÓN TECNOLÓGICA

INTEGRACIÓN DE CURRICULO Y CONTENIDO

INTEGRACIÓN DE PRÁCTICAS PEDAGÓGICAS

INTEGRACIÓN

Integrar tecnología, esto significa que hay que llevar tecnología para dotar a los centros educativos de infraestructuras, servicios y recursos.

Con respecto al tipo de tecnologías que deben llevarse a los centros educativos, hay que tener en cuenta dos consideraciones. Por una parte, hay que llevar tecnologías emergentes o novedosas, que posibiliten la experimentación de proyectos de innovación, y por otra, tecnología “normalizada, habitual o cotidiana”, que sirva para la reposición o actualización de material o servicios que hayan quedado obsoletos.

Y para ello, en las administraciones educativas, todas las personas responsables de las distintas áreas o departamentos, con competencias al respecto, tanto como si se dedican a implantar y mantener sistemas informáticos o servicios de usuarios, como si son responsables de programas educativos o de servicios de innovación educativa, deben discutir, escucharse y consensuar las decisiones, aportando sus respectivos saberes específicos; técnicos los de unos y educativos los de los otros.

De esta manera, habrá más garantía de éxito, en que puedan determinar los recursos óptimos que permitan prestar el mejor servicio posible a los destinatarios y destinatarias.

Integrar currículo

El profesorado, las editoriales y todos los agentes que se dedican a diseñar la programación docente, habitualmente toman como referente de la misma, los currículos oficiales, y hay una máxima que se cumple casi siempre: ¡lo que no está en los diseños curriculares oficiales, no es obligatorio!

Por eso, es muy importante que todos los conocimientos, destrezas y competencias que exige el desarrollo de la Competencia Digital, que sí es obligatoria y crucial en el siglo XXI, estén presentes en el currículo de forma transversal, es decir, en todas las áreas, materias o asignaturas. Y de forma longitudinal, o lo que es lo mismo, en todos los niveles y etapas educativas de la enseñanza obligatoria de los sistemas de estudios.

Para cerrar esta idea, podríamos decir que, para afirmar que los diseños curriculares de un sistema educativo integran las TIC de forma sistemática y eficaz, habría que constatar que esos conocimientos, destrezas y competencias referidas a la competencia digital, tienen presencia en todas las áreas, materias o asignaturas y en todos los niveles del mismo.

Integrar contenidos

Estos nuevos escenarios educativos del siglo XXI, se caracterizan porque en ellos la tecnología se hace omnipresente, en aulas que están dotadas con pizarras digitales interactivas, ordenadores, dispositivos móviles, sistemas de proyección, etc. y en las que además se usan multiplicidad de software, apps y nuevos productos educativos.

Otro aspecto relevante que define estos escenarios, es el referido a lo que está sucediendo con el libro de texto, el cual está dejando de ser el referente único de consulta y el guion de clase, para convertirse en un recurso más, entre tantos que se usan.

Todo ello motivado, porque cada vez hay más docentes que combinan el uso del libro de texto con recursos de las TIC y de Internet. El reconocimiento de esos nuevos escenarios y del fenómeno de la pérdida de protagonismo del libro de texto, nos lleva a inferir otro factor clave para conseguir la integración efectiva de las TIC de la que venimos hablando.

Nos referimos a que es necesario disponer de contenidos educativos digitales de calidad, abiertos y modulares que sirvan de recursos de apoyo al profesorado. La -disponibilidad de contenidos digitales educativos facilitará, por una parte, el tránsito de lo analógico a lo digital y por otra, el tránsito de una educación lineal marcada por el libro de texto y, basada en la memorización de contenidos para su posterior reproducción, a otros modelos de enseñanza más innovadores.

Por tanto, cualquier proyecto que pretenda integrar las TIC en las aulas, tendrá que poner a disposición de la comunidad escolar contenidos educativos digitales, que permitan esta integración de forma cómoda y sencilla.

Y, en tercer lugar, pasaremos a exponer la condición o el pilar que, además de ser la más difícil de lograr, es a su vez, la que realmente añade valor al uso de las TIC en el ámbito educativo.

En concreto, nos referimos a Integrar Prácticas pedagógicas. Consideramos que esta es la condición más difícil de lograr, porque aquí, entramos en el terreno de las creencias y las visiones que tiene todo docente, sobre la educación y la enseñanza, y es de quien depende, en última instancia, el que se produzca ese replanteamiento profundo para la innovación en la práctica docente, imprescindible para poder abordar la enseñanza del siglo XXI.

Replanteamiento, que requiere: cuestionar estilos de rol docente caducos, renovación de las metodologías aplicadas, uso de recursos y contenidos digitales educativos radicalmente distintos al tradicional libro de texto, acompañados de herramientas digitales que permitan la colaboración en red, organización y liderazgo del aula y centro, etc.

Este replanteamiento para el cambio, debe alcanzar también a las estructuras organizativas y al estilo de liderazgo de las organizaciones educativas ya que es determinante que este liderazgo se convierta en el motor que impulse la renovación en el seno de la institución.

Para concluir, debemos destacar el papel decisivo que tienen los servicios de innovación educativa y de formación docente en las administraciones públicas. Este aspecto es fundamental porque del éxito de las estrategias y planes de innovación que estos implementen, y del tipo de acompañamiento, asesoramiento y apoyo que presten, dependerá, en gran parte, que se venzan las resistencias al cambio, que obviamente surgirán durante el proceso, y que el profesorado actualice su competencia profesional para movilizarle hacia la INNOVACIÓN educativa.

Para que estos requisitos o fundamentos puedan garantizarse es necesario el diseño y puesta en marcha de diversos proyectos y acciones, de forma coordinada e interrelacionada entre las distintas áreas, servicios, órganos directivos, instituciones, programas, proyectos, etc. ya sea de la propia Consejería y/o el Ministerio de Educación a través del INTEF como del Área de Tecnología Educativa (ATE) de la Consejería de Educación (CEU) que coordina y sirve de enlace entre estos en distintas acciones.

FONDO EUROPEO DE DESARROLLO REGIONAL

Gestionado por el Área de Tecnología Educativa de la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes.