El martes 23 de abril se celebró el Día del Libro. Con tal motivo todo el alumnado, colaborativamente desde la etapa de Infantil hasta 6º de Primaria, preparó con mucha ilusión un Audiolibro. Con esta iniciativa hemos apostado por la animación a la lectura y por incentivar a nuestro alumnado el gusto, no solo por leer, sino también por crear sus propios relatos.
CUENTO PARA EL AUDIOLIBRO ELABORADO POR EL ALUMNADO DEL CEIP LAS REHOYAS
Infantil 3, 4 y 5 años:
Érase una vez un perenquén llamado Felipe y un pinzón azul llamado Turbo que vivían encima de una palmera en el Parque de las Rehoyas. Un día…
1º de primaria:
Vino una amiga de ambos, que era una cobra y comenzaron a jugar y a hacer ejercicios. Estaban felices.
El perenquén les animó a hacer una carrera. Cuando finalizó la misma, un gato que estaba observando lo que hacían, se animó a correr, una segunda carrera, con ellos.
El pinzón azul, al poder volar, ganó la segunda carrera.
Vino un hada y se apuntó a jugar con todos ellos al escondite. El hada con su varita mágica los transportó, a todos, a la cima de la Torre Eiffel. Allí, celebraron una fiesta…
2º primaria:
Después de una larga noche se durmieron. Al día siguiente, todos querían conocer la ciudad y el pinzón les invitó a subirse encima de él. Como pesaban mucho, lo hicieron de uno en uno.
Cuando estaban todos abajo, caminaron y caminaron para conocer París.
Después de pasear les entró mucha hambre y fueron, cerca de las cafeterías, a comer las miguitas de los croissants que caían en las terrazas.
Por la noche visitaron la feria y acabaron muy cansados así que querían volver a su barrio. Entonces apareció el hada…
3º Primaria:
Hizo un hechizo y los devolvió al barrio de las Rehoyas. Una vez allí, se dieron cuenta de que faltaba el gato. ¡Oh no!
Pensaron cómo traer de regreso a su amigo y decidieron mandar al pinzón Turbo a París, de nuevo, para buscarlo.
Como pasaron 10 días y no tenían noticias de ellos, llamaron al hada, de nuevo, para que les abriera un portal de acceso e ir a rescatar a sus dos amigos perdidos. Una vez que el hada abrió el portal y lo pasaron… ¡SORPRESA! ¡Aparecieron en Argentina!
¡Oh noooo!, ya no solo están perdidos el pinzón y el gato en París, sino también el resto del grupo en Argentina.
Llamaron de nuevo al hada pero no aparecía ¿qué le habrá pasado?
Decidieron tomarse un mate con unos alfajores de maicena, para tranquilizarse mientras buscaban solución a tal problemón.
4º de primaria:
Al día siguiente, el pinzón azul y el gato, que estaban en París, encontraron una seta. Como tenían hambre porque no habían comido, el día anterior, se comieron un pedacito de seta. Pasaron unos segundos y se teletransportaron a una maleta, que ellos no habían visto nunca. Poco después el pinzón y el gato notaron que se movían dentro de aquel espacio tan diminuto para ellos, se asustaron mucho porque no sabían lo que ocurría.
Al mismo tiempo, el resto de animales seguían en Argentina, comiendo alfajores sentados en un banco. De repente vieron como una nube negra les atrapaba y se los tragaba ¡Oh, no, es un agujero negro!, cuando se dieron cuenta, estaban dentro de la misma maleta que el gato y el pinzón azul.
El pinzón azul utilizó su pico para abrir la maleta pero como no lo conseguía tuvieron que pedir ayuda a la serpiente y entonces…
5º primaria:
El perenquén lo intentaba con su habilidosa cola, el pinzón usaba su fuerte pico, la cobra mordía con fuerza tratando de hacer un agujero, y el gato tampoco conseguía nada con sus zarpas. Pero tanto ruido se oía dentro de esa maleta, por sus intentos de escapar que, finalmente, alguien la abrió y salieron pitando de aquella maleta.
Fue entonces cuando empezaron los gritos. Es que estaban en un avión, y los pasajeros, al ver a una cobrar reptando, corrían y se subían a los asientos. El gato, que como todos los gatos era muy rápido y ágil, saltaba de aquí para allá sin que nadie pudiese atraparlo. El perenquén decidió meterse en un estrecho hueco para evitar que nadie le pisase, y el pinzón, que volaba por encima de las cabezas de todos, no entendía porqué gritaban y se tiraban al suelo. Él no quería picotear ninguna cabeza, sólo quería salir de allí y volver a su casa.
Así que el avión tuvo que aterrizar urgentemente en el aeropuerto más cercano, y desde que las puertas se abrieron, los cuatro salieron veloces, consiguiendo escapar de todos los que les perseguían.
Finalmente, llegaron a un pueblo muy bonito donde conocieron a un perro llamado Toby, y a su mejor amiga, la paloma Paloma.
Ellos les dijeron que estaban en el pueblo de Mogán y Paloma le contó que el barrio de Las Rehoyas no estaba demasiado lejos. No sería difícil llegar allí para el pinzón pero, para el resto de los amigos, sí sería un viaje de muchos días y con algunos peligros.
Entonces, al perenquén se le ocurrió una idea. Como era muy mañoso y le encantaba la mecánica, propuso construir un vehículo que les sirviese para poder ir más rápidos y seguros desde Mogán hasta Las Rehoyas. Y con la ayuda de Paloma y Toby, que conocían muy bien dónde encontrar todo lo necesario, se pusieron manos a la obra.
6º primaria:
Por supuesto, conocían el mejor transporte entre Mogán y las Palmas, la guagua Global, por ello, cogieron la línea 001, y se dieron un gran paseo casi por toda la isla. Pararon, por supuesto, por el Ciao-ciao en Playa del Inglés, para comerse un crepé con Nutella y con una bola de helado.
Finalmente, llegaron a la capital, donde pudieron conocer la zona de Triana y Vegueta. Además, admiraron la Catedral de Santa Ana y, cuando pudieron subir a lo más alto de la catedral, se encontraron, de repente, a Doraemon, que les ofreció probar su puerta mágica, por eso, entraron en su bolsillo y, en un pestañear de ojos, aparecieron en China, donde se encontraron a Hello Kitty y Kuromi .
Hicieron tan buenas migas que no querían que se fueran. Entonces, secuestraron a todos: al perro Toby, al pinzón azul Turbo, al perenquén Felipe, a la paloma Paloma y al gato, pero se habían olvidado de un pequeño detalle: Doraemon seguía con ellos.
Ellos no sabían que los estaban metiendo en la guarida del Spiderman. Al entrar, vieron a su hijo, que se llamaba Spiderman-mini, quien estaba tocando el timple. Al escucharlo, le enseñaron el Tango de la Florida y la Berlina del Hierro, y Spiderman-mini decidió liberarlos para poder tocar y cantar todos juntos.
Al terminar el concierto, Doraemon cogió su gorrocóptero y todos se agarraron, escaparon juntos y cuando estaban en el aire, empezaron a escuchar un concierto de Olivia Rodrigo y Lana del Rey . Desde el aire, le pidieron que vengan al CEIP Las Rehoyas a darles un concierto…