Este curso, los lazos entre el alumnado de 5 años y 1.º de Primaria han tejido una historia preciosa de acompañamiento y descubrimiento. Desde las primeras visitas hasta los últimos abrazos, hemos sido testigos de cómo los más pequeños se acercan con asombro al mundo de Primaria, mientras los mayores abren sus puertas —y sus corazones— para acogerlos. Cada actividad compartida ha sido una invitación a crecer sin prisas, a cruzar el puente entre etapas con alegría, seguridad y el cariño de quienes ya van por ese camino.
Desde el primer trimestre, los alumnos de 1.º se acercaron a las aulas de Infantil para compartir juegos, masajes y bailes con los grupos de 5 años. Muy pronto surgieron la complicidad y el afecto. La actividad de Padrinos Lectores nos permitió descubrir cómo la lectura puede unir corazones y despertar el deseo de aprender cuando una historia se comparte con cariño.
En el segundo trimestre, 5 años y 1.º de Primaria unieron fuerzas para investigar y exponer juntos sobre la labor de la científica Sara Montesdeoca. A través de sus experimentos y reflexiones, aprendimos la importancia de cuidar los océanos y de utilizar un protector solar que respete la vida marina. El encuentro con Sara Montesdeoca fue una experiencia enriquecedora que sembró conciencia y admiración.
Durante el tercer trimestre, el alumnado de 5 años fue conociendo poco a poco los espacios de Primaria: visitaron el edificio, participaron en talleres en el aula de Artística y en el aula Maravilla, y vivieron una jornada completa como “niños y niñas de Primaria”, descubriendo nuevos espacios, materiales y maneras de aprender. Además, compartieron algunos recreos con el primer ciclo, tejieron lazos a través de manualidades y se intercambiaron cuentos, poesías y bailes.
Como broche final, los más pequeños cantaron a sus nuevos compañeros una canción que nos emocionó a todos:
“¡Mamma mía, me quiero quedar, pero me voy a Primaria!”
Han sido meses de encuentros que dejan huella. Porque cuando niñas y niños comparten juegos, palabras, miradas y gestos llenos de afecto, sucede algo muy poderoso: crecen juntos. El paso de Infantil a Primaria ya no es solo un cambio de etapa, es un viaje compartido, donde el acompañamiento, la confianza y la alegría de sentirse esperados hacen que todo sea más fácil. Y en ese viaje, todos y todas hemos aprendido algo valioso: que avanzar es mucho más bonito cuando lo hacemos de la mano.













