Recientemente, tuve la suerte de vivir una experiencia muy enriquecedora como parte del proyecto Erasmus+ del curso 2024-25 en Estonia.
Durante mi estancia, pude observar clases en una escuela de idiomas en la capital, Tallin. Esto me permitió conocer de primera mano la metodología y enfoques que se utilizan en otros contextos educativos. Tallin es una ciudad muy especial, ya que es conocida por ser la ciudad medieval mejor conservada de Europa. Además, este viaje me permitió sumergirme en su cultura, visitando varios museos, como el Museo de la Ocupación, que me impresionó profundamente por su visita interactiva, diseñada con mucha sensibilidad para transmitir la dura historia del pueblo estonio.
Uno de los aspectos más valiosos de esta experiencia fue el contacto con personas tanto locales como internacionales, provenientes de Italia, Colombia, Rusia y Estados Unidos. Tuvimos conversaciones muy enriquecedoras e intercambiamos ideas sobre la enseñanza de idiomas, lo que me dio una visión mucho más amplia y fresca sobre nuestra labor como docentes.
Sin duda, este tipo de experiencias no solo nos hacen crecer profesionalmente, sino que también nos desafían y transforman personalmente, abriéndonos a nuevas perspectivas que seguirán influenciando mi trabajo y desarrollo en el futuro.
Inglés:
Recently, I had the privilege of living a very enriching experience as part of the Erasmus+ project for the 2024-25 academic year in Estonia.
During my stay, I had the opportunity to observe classes at a language school in the capital, Tallin. This allowed me to experience firsthand the teaching methods and approaches used in different educational contexts. Tallin is a truly special city, known for being the best-preserved medieval city in Europe. Additionally, this trip allowed me to immerse myself in Estonian culture by visiting several museums, such as the Museum of Occupation, which deeply impressed me with its interactive exhibit, designed with great sensitivity to convey the difficult history of the Estonian people.
One of the most valuable aspects of this experience was the opportunity to interact with both local and international people from countries such as Italy, Colombia, Russia, and the United States. We had very enriching conversations and exchanged ideas about language teaching, which gave me a much broader and fresher perspective on our work as educators.
Without a doubt, experiences like these not only help us grow professionally but also challenge and transform us personally, opening us up to new perspectives that will continue to influence my work and development in the future.









