El fin de semana, Cádiz se convirtió en el escenario de un evento con la celebración de la VI Jornada GIELE. Bajo el lema “Conceptos clave de evaluación en el contexto actual”, expertos y profesionales de la enseñanza de lenguas reflexionaron sobre los retos y avances en la evaluación educativa, rodeados de la belleza histórica de la ciudad, conocida como la Tacita de Plata, y a la vez cuna de la primera Constitución española 1812, La Pepa.

La directora, María Félix Cilleros, junto con la Jefa del departamento de alemán, María del Pino Ojeda, asistieron al encuentro, participando activamente en la sesión titulada “Modificaciones y adaptaciones para candidatos con necesidades especiales”, impartida por Antonia Liberal, del Instituto Cervantes. Esta ponencia abordó estrategias y herramientas prácticas para garantizar una evaluación inclusiva y equitativa en los procesos de certificación de lenguas

El taller destacó la importancia de que las modificaciones y adaptaciones en los exámenes sean justas y equitativas. Para lograrlo, se subrayó la necesidad de identificar con precisión las dificultades específicas de los candidatos con necesidades especiales y ajustar aquellos aspectos no esenciales del constructo evaluativo.

Los principios del diseño universal del examen propuestos por Thompson, Johnstone y Thurlow (2002) se enfocan en la creación de evaluaciones inclusivas, que sean accesibles y equitativas para estudiantes con diversas capacidades, habilidades y antecedentes. Estos principios están inspirados en el diseño universal para el aprendizaje (DUA) y buscan minimizar las barreras en las evaluaciones.

1. Perfil inclusivo

  • Las evaluaciones deben diseñarse considerando la diversidad de los estudiantes desde el principio, en lugar de adaptarlas después.
  • Esto incluye reconocer las diferencias en habilidades, antecedentes culturales, niveles de experiencia y necesidades específicas.

2. Constructo definido

  • Cada examen debe enfocarse claramente en lo que pretende evaluar, eliminando distracciones o habilidades no relacionadas.
  • Por ejemplo, si el objetivo es evaluar matemáticas, las barreras de lenguaje o de formato no deben interferir con la medición del conocimiento matemático.

3. Acomodaciones o adaptaciones

  • Aunque el diseño universal minimiza la necesidad de adaptaciones, se reconocen como herramientas esenciales para estudiantes con necesidades particulares.
  • Estas incluyen formatos alternativos, tiempo adicional, o dispositivos de asistencia, manteniendo la equidad en la evaluación.

4. Instrucciones simples, claras e intuitivas

  • El lenguaje debe ser directo, sin ambigüedades, y fácilmente comprensible por todos los estudiantes.
  • Se deben usar formatos consistentes y familiarizar a los estudiantes con el estilo de las instrucciones antes del examen.

5. Facilidad de lectura y comprensibilidad máxima

  • El contenido debe ser accesible para estudiantes con diversos niveles de lectura y comprensión.
  • Se recomienda:
    • Redacción sencilla.
    • Uso de oraciones cortas.
    • Evitar términos técnicos o complejos cuando no son necesarios.

6. Legibilidad máxima

  • El diseño visual de las pruebas es crucial para que sean fáciles de leer.
  • Factores importantes incluyen:
    • Tamaño de fuente adecuado. (Arial, OpenDyslexic, Sans Serif, 12 puntos, interlineado 1,5, sin justificar)
    • Contraste de color claro entre texto y fondo.

Candidatos con necesidades especiales

El sábado, la jornada contó con la destacada participación de Carmen Tovar Sánchez, Directora del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, quien ofreció una ponencia titulada “Las evaluaciones internacionales estandarizadas: ¿Qué podemos aprender de ellas para la elaboración de pruebas de evaluación?”.

En su exposición, Carmen Tovar abordó aspectos fundamentales relacionados con la elaboración de ítems, definidos como cada una de las preguntas o tareas que conforman una prueba de evaluación. Subrayó que la calidad de los ítems es crucial para garantizar la fiabilidad y validez de las evaluaciones educativas, especialmente en el contexto de pruebas internacionales estandarizadas como PISA o TIMSS. Entre las premisas clave para la elaboración de ítems, destacó:

  1. Nivel competencial: Los ítems deben estar diseñados de manera que a mayor nivel competencial del estudiante, exista una mayor probabilidad de responder correctamente. Esto asegura que las preguntas reflejen con precisión el nivel de habilidad del evaluado.
  2. Medición específica: Cada ítem debe estar orientado a medir únicamente un proceso cognitivo y una destreza concreta, lo que facilita la interpretación precisa de los resultados y evita la ambigüedad en la evaluación.
  3. Independencia entre ítems: Es fundamental garantizar que los ítems sean independientes entre sí, es decir, que la respuesta a uno no influya en la respuesta a otro. Esto asegura que cada ítem evalúe de forma autónoma la competencia que se pretende medir.

Estas premisas son esenciales no solo para las pruebas de alto impacto, sino también para las evaluaciones diseñadas en contextos educativos cotidianos.

Materiales de evaluación