LOS TRES MAGNÍFICOS: (DISCURSO CONTRA EL RACISMO)

Esto es un extracto de un trabajo de la asignatura de Valores Éticos de 3º de la ESO, realizado por Marta Santana, Marta Munaretto y Nayra Niño del I.E.S. Agaete Pepe Dámaso.

 

Primero empezaremos por ponernos en los zapatos de los demás; quienes son discriminados casi cada día. Los de color de piel más oscura e inmigrantes.

 

El lunes 7 de junio de 2021 nosotras hemos decidido entrevistar a unos chicos que llegaron hace unos meses a nuestro Instituto. Ellos, al igual que más de 8.300 migrantes, han llegado a España de forma irregular en 2021 (según Epsocial). Sí, ellos llegaron en pateras y cayucos. Durante la entrevista aparentaban muy tranquilos, pues parecen que han aprendido a aceptar la realidad; o al menos, eso parecía con los dos primeros, porque el tercero parecía tan dolido que ni siquiera podía hablar.

 

Ibrahima Darra. el primer chiquillo, nos contó que su viaje en patera había durado siete días, de los cuales comió tres. Fue un viaje no agradable y muy frío, solo llevaban lo que tenían puesto encima y nada más. El pobre, como muchas otras personas, vino en búsqueda de una mejor vida porque en Marruecos (de donde vino): “vida muy horrible”. Perdió a su madre y las circunstancias le llevaron a dejar los estudios. Ahora viene a nuestro mismo Instituto todos los días con ánimo y alegría de seguir aprendiendo y tener una mejor vida. Y aunque no se puede quejar del trato que ha recibido desde su llegada, sí nos comentó que al llegar fue injustamente encarcelado en un calabozo por nueve días.

 

Ibrahima Sall, dijo que tampoco tenía de qué quejarse. Para él fue un viaje malo también, ya que en su patera murieron cinco personas que fueron arrojadas al mar porque, según ellos, “hay más personas en el mar que en el cementerio”. No solo eso, sino que él también tuvo que aguantar hambre por días y conformarse simplemente con agua y soportar el dolor que tenía, ya que llegó a la Isla con un pie herido.

 

De Mohamadi Foufana no logramos sacar mucho y tampoco queríamos presionar. Lo único que nos dijo fue que al llegar aquí no había sido tratado mal y que en su patera también había muerto mucha gente.

 

Según todos los profesores y los educadores del lugar en el que se encuentran actualmente y las acciones de ellos mismos, les gusta mucho estudiar y esperan que en un futuro no muy lejano, puedan logran conseguir sus sueños, que aún no tienen muy claros, y terminar sus estudios.

 

Sorprendente, ¿No es así?… en las calles escuchamos a tantos decir “estos inmigrantes vienen a quitarnos el trabajo, ¡Delincuentes! ¿Y luego les ayudamos?”

 

Para ser honestos nos alegra, pero a la vez nos sorprende que estos chicos no tengan de qué quejarse. Tal vez, la razón por la cual la gente se ha portado bien con ellos y por la cual las autoridades les han facilitado unas cuantas cosas puede ser por lástima. Porque, como son jóvenes aún, no son una amenaza; aún no pueden empezar a “robar trabajos”. Porque estos tres en particular son tan buenas personas que no les podemos llamar “¡delincuentes!”, y porque hay un interés capital detrás.

 

Pero, ¿qué pasará cuando estos chicos crezcan? Entonces, ¿ahí la sociedad los empezará a discriminar, a juzgar sin conocer? ¿por el hecho de tener una piel más oscura? ¿por querer salir adelante? ¿por buscar una nueva vida? ¿por trabajar en los trabajos que los nativos del país no quieren hacer? ¿por ser de una cultura diferente? O ¿puede que sea porque ellos sí que trabajan más duro y saldrán muy, muy adelante? ¿por envidia?

 

De momento son tratados bien y esperamos que sea así en el futuro y en el presente, tanto para ellos como para los demás: “blancos” o “negros”… debe de haber igualdad.

Inmigrantes llegando al Puerto de Arguineguín en noviembre de 2020
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