Hay veces que los sucesos nos golpean con fuerza, nos abruman y nos superan. Nos enmudecen, impidiéndonos expresar con palabras lo que sentimos o encerramos dentro. a veces necesitamos otra vía de escape para soltar esos dolores, esas tristezas, esos amores. Hay veces que forjamos relaciones profundas y únicas con los seres que amamos. Hay veces que que nos sentimos tan unidos a las otras personas, ofrecemos y nos ofrecen tanto, que es como si fueran una parte de nosotros mismos. Son conexiones extrañas y profundas, que van más allá de toda palabra que se pueda decir, del tiempo, de todo sentido.

¿…qué hago con todo este amor ahora que ya no estás entre los vivos?

Cada cuadro es un retazo de la crónica personal del duelo por la ausencia de un ser querido. Es una colección todavía en proceso, en vías de desarrollo. Haciendo énfasis en la datación de su realización, se refleja, en cada uno de los cuadros, la evolución de las distintas emociones que se manifiestan en este tipo de tragedias, como el dolor, la tristeza, la culpa, la amargura y el amor a lo largo de los distintos días y meses, a modo de diario visual.

Bajo la creencia de que «la emociones son lo más hermoso que poseemos», cada pintura, independientemente de lo que contenga, es una evidencia de amor y afecto.

Texto escrito por: Elena Afonso Aleman.

Elena Afonso Alemán, en la inauguración de ‘Crónica Javelier’.

Adrián Ortega Suárez, alumno de 2º de Bachillerato nos cuenta su experiencia en torno a ‘Crónica Javelier’:

El pasado 11 de octubre, el alumnado de 2º de Bachillerato asistimos a una charla a cargo de una pintora, Elena Afonso Alemán, que realizó una exposición en nuestra Sala de Exposiciones Oda al Atlántico.

Este acto se realizó justo después de que dicho alumnado recibiera una charla acerca de la prevención del suicidio a mi cargo, puesto que la exposición abarcaba todo este tema.

En la exposición pudimos ver representado todo el proceso de duelo de la artista tras sufrir la pérdida, por suicidio, de su amigo, en forma de trazos sobre el papel. Después de observar todas las representaciones tuvimos una breve explicación sobre el por qué de esas pinturas.

Durante la explicación, Elena nos comentó que había perdido a su amigo hacía poco y que su forma de expresar lo que sentía en ese momento del duelo era pintando, rallando hojas, simplemente rallando, para liberar las tensiones, luego cambió y empezó a hacer composiciones más complejas; pintaba lineas sobre el papel, líneas que nos llamaban la atención a todos por los ángulos que formaban entre ellas, dando lugar a formas muy puntiagudas y muy angulosas. En estos trazos se podía ver el proceso de duelo que estaba atravesando en esos momentos y se podía observar su evolución. De dibujo a dibujo se podía observar, si prestabas atención, como al principio las líneas dibujaban ángulos muy cerrados entre sí, estando muy concentradas en zonas del papel, con colores oscuros, y mediante pasaba el tiempo, se observaba como las líneas estaban más suaves y más ligeras en el papel, como los ángulos se iban abriendo, generando curvas de aspecto más armónico e incluso llegó a incorporar color en los huecos que dejaban las líneas.

Aunque a Elena se le notaba nerviosa, en general consiguió llegar bastante bien al alumnado, dejándonos con un buen sabor de boca y con una idea de lo que es pasar por este tipo de situaciones. Una frase que nos llamó la atención fue: “sentía culpa de lo que le había sucedido…, de no estar más cerca de él”, esto nos hace pensar en como nuestra mente nos cierra e instintivamente nos culpamos a nosotros mismo y vemos todo lo malo que hemos hecho o aquello que hemos dejado de hacer y nos arrepentimos de no haberlo hecho, por lo que nos llenamos de arrepentimiento y lo sintetizamos en culpabilidad cuando son dos términos que difieren totalmente de la realidad que rodea al suicidio.

De esta exposición hemos aprendido que hay más formas de expresar tus sentimientos y hay distintas formas de desahogarse, en su caso lo hacía mediante el dibujo. Ahora es trabajo nuestro investigar cuál es nuestra forma de hacerlo.

Adrián Ortega Suárez, leyendo el texto que la propia Elena Afonso Alemán escribió para la Exposición.
Elena Afonso Alemán, trabajando con el alumnado de 2º de Bachillerato, detrás, a su derecha, la obra que pinto en directo en presencia de parte del alumnado del IES Doramas.