Desde hace algunos años, nuestros alumnos de la ESO están siendo evaluados en Competencias Básicas. En el boletín de notas,  además de la calificación numérica de cada una de las materias, aparece una expresión del grado de adquisición de las competencias básicas establecidas en nuestras leyes educativas, y que son un reflejo de las directrices marcadas por la Unión Europea en los últimos años.

Las competencias básicas son ocho:

  • Competencia en comunicación lingüística
  • Competencia matemática.
  • Competencia en el conocimiento y en la interacción con el mundo físico.
  • Tratamiento de la información y competencia digital.
  • Competencia social y ciudadana.
  • Competencia cultural y artística.
  • Competencia para aprender a aprender.
  • Autonomía e iniciativa personal.

Cada una de estas competencias son evaluadas según cuatro niveles de desarrollo:

  • Poco adecuado
  • Adecuado
  • Muy adecuado
  • Excelente

Esto no quiere decir que las calificaciones numéricas de las materias dejen de tener importancia, ya que el número de suspensos seguirá siendo el criterio fundamental para que un alumno pase de curso o titule. No obstante, la evaluación de las competencias básicas, además de tener un peso importante en la toma conjunta de decisiones por parte de todo el profesorado acerca de las destrezas, habilidades y conocimientos que deben adquirir nuestros alumnos en las diferentes etapas de la Enseñanza Obligatoria, pretende ser en el futuro un referente importante en la mejora de los resultados académicos, la formación integral que reciben nuestros jóvenes y sus capacidades de cara a su futura incorporación en el mercado de trabajo.

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