Select Page

El 21 de mayo de 2019, el alumnado de primero de bachillerato (270 alumnos)  ha podido acudir en primera persona a la representación de la obra de teatro «La Farsa del Siglo de Oro»  interpretada magistralmente por el grupo de teatro «Timaginas Teatro» en el Salón de Actos de nuestro instituto, donde se vale de la ficción para escenificar momentos en las vidas de cuatro artistas que vivieron durante esa época dorada de nuestra historia; a saber, CervantesLope de VegaQuevedo y Velázquez(haz clic sobre la imagen para ver el video promocional de la obra)

¿Quién ha dicho alguna vez que el Teatro Clásico no emociona a los más jóvenes?… Quizá porque no han tenido la oportunidad de disfrutar del espectáculo que nuestro alumnado ha disfrutado hoy.  Incluso tuvieron el detalle de responder cuantas preguntas hicieron nuestros chic@s. Volveremos a repetir con «Timaginas» en cuanto tengamos ocasión.

Entrevista en VieraFM

Timaginas Teatro es una compañía profesional de repertorio clásico y juvenil. En su desarrollo siempre ha apostado por la difusión del teatro clásico en Canarias y Madrid, acercando los textos imprescindibles del teatro español a niños, jóvenes y al gran público (Don Juan Tenorio, La vida es sueño, La venganza de Don Mendo, La casa de Bernarda Alba, El castigo sin venganza o Los tres mosqueteros y, también magistralmente, La Farsa del Siglo de Oro).

Cabe decir, además, que el Salón de Actos del IES Viera y Clavijo fue restaurado hace dos años, mejorando notablemente la acústica para poder utilizarlo en obras de teatro, con la colaboración de la Dirección General de Centros e Infraestructura Educativa, Consejería de Educación y Universidades, que ha ayudado en la planificación y en el desarrollo de dichas obras de mejora.

 


Se definió Siglo de Oro a aquellos años entre 1492 y 1681 en los que en España surgió una ingente cantidad de obra artística, creándose nuevas estéticas y géneros literarios y pasando este período a la historia como la época clásica de la cultura española.

Armando Jerez ha tejido un texto de forma admirable y con una fantástica creatividad, pues ha tomado a cuatro artistas de esa época dorada y les ha dado aliento, voz y emociones. Como perfecto homenaje a aquel siglo, ha utilizado como factor añadido de dificultad el vocablo de la época, así como el verso y la sátira. Aunque utiliza hechos históricos como puente para sus cuatro historias, ha querido dotar a estas de una ficción que logra hacer que el público viaje a través del tiempo y esté presente en los lugares donde los propios protagonistas estuvieron. Nos hace oír las voces y sonidos, oler los olores; pero lo que resulta más difícil, nos lleva a sentir lo que los autores mismos sintieron cuando engendraron sus obras más célebres. De ahí que nos encontremos en prisión con Cervantes; donde se cree que escribió las primeras frases de su Quijote, acompañado de su carcelero, mientras se intercambiaban los diálogos más agudos y divertidos. O con Lope de Vega y sus musas cuando, valiéndose de la pluma, plasmaba sobre el papel una de sus obras más ilustres a la vez que ellas se disputaban la fuente final de su inspiración. Fuimos testigos de primera mano de la fiera e implacable enemistad que existió entre Quevedo y Góngora, a la vez que presenciamos un sorprendente, atípico y moderno duelo. Y, por último, vimos como Velázquez era cruel y lentamente aguijoneado por una deslenguada Infanta Margarita; quien nos hizo bailar al son del popular trap “Velaske, ¿yo soy guapa?”.

La forma de unir situaciones y expresiones del tiempo actual con la rima y vocabulario de la época en un contexto humorístico, hace que nuestro alumnado pasara dos horas riendo, disfrutando y participando; a ratos hasta de forma activa, de la obra. Es difícil, casi imposible, mantener una representación en todo lo alto el tiempo que esta dura. Los cuatro protagonistas de esta pieza lo consiguen sobradamente. El texto tiene mucho que ver, pero si no estuviera acompañado de excelentes actores y de una soberbia dirección (a cargo de la siempre brillante María Rodríguez), se quedaría a medio camino.

Y es que tanto Armando Jerez, como María RodríguezLucía Jerez y Andreas Trujillo, forman un cuarteto de enormes actores que se sincronizan y compenetran con una estupenda complicidad, otorgando así a sus personajes de una vivacidad y a sus interpretaciones de una belleza arrebatadora que mantiene al público totalmente cautivado y entregado. Aunque para belleza arrebatadora, no podemos obviar la de Cristian Beltrán en el papel de Dulcinea. Ya no imaginarán al personaje del libro de ninguna otra manera.

Apoyando a tan magnífico reparto y fieles a su importante papel en esta entrañable compañía para que todo funcione como la seda, cabe destacar el trabajo de la magnífica Carmensa Rodriguez, que nos vuelve a deleitar con su exquisito gusto a la hora de diseñar el vestuario. Aarón S. Ramos y Jesús González hicieron un excelente trabajo al frente de la iluminación y el sonido respectivamente.