Servidumbre

servidumbre

   A Rafael le gusta leer libros de historia en la cama, en la quietud de las horas huérfanas.

   Esta noche ha empezado uno sobre el feudalismo. Le interesa de forma especial la injusta situación de los siervos, que vivían como esclavos, poseedores de nada, siempre subyugados a la voluntad de un señor al que no han elegido, obligados a pagar buena parte de su renta a los dueños del mundo.

   -Pobre gente -susurra.

   Deja el libro en la mesilla y apaga la lámpara. Tendido boca arriba, apoya la vista en el techo y piensa en su jefe despótico, en la hipoteca, en los plazos de los electrodomésticos, en Hacienda, en su precariedad acuciante y sin salida.

   -Pobre de mí -murmura.

   -¿Qué? -dice Fedra.

   -Nada, sigue durmiendo.Y se gira sobre el costado. Y cierra los ojos. Y reza para que no tarde el sueño.

RUBÉN ABELLA, de Los ojos de los peces. (adaptación)

¿Por qué Rafael se considera a sí mismo «pobre» como los siervos de la Edad Media?

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