Caballo de Troya

   Es probable que cuando estas palabras sean públicas, el ciberataque global más grande de la historia todavía esté en marcha. Por el momento se considera «identificado y detenido», no eliminado.

   Todo comenzó el pasado viernes 12 de mayo: en pocas horas más de 230000 computadoras en unos 150 países se vieron afectadas por un virus troyano de tipo ransomware, de acuerdo con la información proporcionada por la Oficina Europea de Policía (Europol).

   Un ataque de este tipo encripta los contenidos de un ordenador e impide el acceso a los usuarios, a menos que paguen para recuperarlos. En este caso, el virus se nombra WannaCrypto, o WannaCry. El último término se traduce del inglés como «quiero llorar», y acaso lo acontecido hasta el momento así lo justifique.

   Que un grupo de hackers haya logrado atacar computadoras en 150 países muestra la necesidad de tomar muy en serio la ciberseguridad. Se trata de una responsabilidad que concierne por igual a ciudadanos y gobiernos.

   El virus se coló en solo unas horas en el sistema de salud de Reino Unido y paralizó 16 hospitales. Con los ordenadores bloqueados, los centros asistenciales tuvieron que posponer operaciones quirúrgicas y se vieron imposibilitados de acceder a los historiales clínicos de sus pacientes.

   En Francia, Renault declaró que había detenido la producción de vehículos a causa del virus. La compañía Telefónica, de España, indicó tener «un incidente de seguridad cibernética», mientras que en México se detectaron problemas con la banca.

   Al llegar el lunes, en Asia se desató un nuevo ataque del virus después de que millones de trabajadores encendieran sus ordenadores tras el fin de semana. China, Indonesia, Corea del Sur y Japón también dieron cuenta de la presencia de WannaCry.

   ¿Se imaginan que un gobierno con fines militares, o una organización extremista decidan lanzar un ataque todavía más grande con un virus informático similar e intenciones de dominación? La pregunta no deja de martillarme la cabeza, y la respuesta que encuentro es escalofriante.

YURISANDER GUEVARA, en Juventud Rebelde (17/05/2017) (adaptación).

¿Por qué este tipo de virus se llama «troyano»?

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