Seabin

   Un reciente estudio alertaba de que algunas especies marinas estaban comenzando a incluir los plásticos en su dieta. Hasta no hace mucho, se pensaba que los animales que ingerían estos plásticos lo hacían de forma accidental. Pero nuevas investigaciones demuestran que no es así, sino que estos restos ejercen una atracción irresistible para algunos peces debido al olor que desprenden los residuos. Al parecer, al entrar en contacto con el agua salada, los plásticos comienzan a oler de forma similar al krill o el plácton, lo que lleva a las especies marinas a comérselos. Y, lo que es peor, a engancharse literalmente a su ingesta. Los peces creen erróneamente que se trata de comida de alto valor energético y que necesitan comer mucho. Es algo parecido a lo que ocurre con la comida basura poco saludable en los adolescentes: están simplemente llenándose.

   Existen muchas iniciativas científicas y tecnológicas que pueden ayudar a que los océanos continúen siendo, como hasta ahora, un pilar indispensable para la vida en nuestro planeta.

   Una de las más ingeniosas es la que está desarrollando SeaBin, compañía fundada por Andrew Turton y Pete Ceglinski, dos enamorados del mar capaces de arriesgarlo todo en un proyecto cuya genialidad reside en su aparente sencillez, ya que se trata de instalar papeleras en el mar capaces de recoger los plásticos flotantes. Los inicios, cuenta Ceglinski, no fueron sencillos: “En 2015 dejé mi trabajo y con todo el dinero que había ahorrado alquilé la fábrica en la que estamos ahora. Me gasté todo lo que tenía en acondicionarla y estuve viviendo allí mismo durante un año y medio porque no podía permitirme una casa”.

   El reto a partir de ahora, cuando está a punto de comenzar su comercialización, es conseguir que estas papeleras sean capaces de recoger nanoplásticos y microfibras, mucho más complejas de atrapar por su pequeño tamaño. La tecnología de SeaBin puede ayudar a paliar el problema de la contaminación marítima, pero como reconoce Ceglinski, la única solución definitiva está en “enseñar a los niños y jóvenes a no comprar plásticos de un solo uso, a no arrojarlos al mar, a reciclar. Así no necesitaremos nuestras papeleras porque el problema dejará de existir. La verdadera solución no es la tecnología, sino la educación”.

JOSÉ L. ÁLVAREZ CEDENA, en en El País (26/09/2017) (adaptación).

¿Por qué los peces se comen los plásticos?

¿Cuál es, según Ceglinski, la verdadera solución de este problema?

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