Las chicas son de ciencias

   Las chicas son de ciencias presenta cada una de sus 25 protagonistas en una ficha que informa de su fecha y lugar de nacimiento, su mayor logro, su lema y lo mejor de todo: por qué debemos copiarlas.

Caroline Lucretia Herschel

   A Caroline Herschel, de día, le tocaba limpiar, cocinar y esos trabajos que siempre se han endiñado a las mujeres, pero de noche, miraba el cielo desde el jardín. Y para ver mejor las estrellas, ella y su hermano William construyeron sus propios telescopios.

   Juntos descubrieron Urano. A él lo nombraron astrónomo oficial del rey de Inglaterra. Caroline se convirtió en «la primera mujer en la historia en recibir un sueldo por su trabajo como científica».

Grace Hopper

   A esta neoyorquina, una de las primeras mujeres que se doctoró en Matemáticas en la Universidad de Yale, le aburrían los días iguales. La enviaron a Harvard con la misión de desarrollar el Mark I: «un superordenador diseñado para solucionar problemas militares». Inventó un lenguaje para poder hablar con cualquier ordenador del mundo, el COBOL.

María Teresa Toral

   En 1933 obtuvo el Premio Extraordinario por la brillantez con la que había cursado las carreras de Farmacia y Ciencias Químicas. En Madrid, donde trabajaba, le asaltó una guerra civil y la detuvieron por defender los ideales de la República. Los fascistas la encerraron por sus ideas y en la cárcel. Pero el horror no pudo con ella. Volvió a dar clases de química, a dibujar y a transformar el sufrimiento en ilusión. Esta vez, en lugar de usar fórmulas y probetas, convirtió una de las prisiones donde estuvo presa en una galería de arte para mostrar sus grabados.

Maria Sibylla Merian

   Esta alemana, nacida en el lejano 1647, pasó su vida rodeada de pinceles y bichos. Sibylla era una valiente. No solo por estudiar huevos de rana y la metamorfosis de los renacuajos, sino por atreverse a separarse de su marido. Hizo algo insólito: «viajar a la selva de Surinam para ver con sus propios ojos animales todavía más exóticos y extraños», emprendiendo lo que sería ¡uno de los primeros viajes científicos de la historia!

Mileva Maric

   Ha pasado a la historia como «la primera esposa de Einstein». Lo que no se dice tan a menudo es que ella también era científica y que en las cartas que se escribían Albert y Mileva, además de amor, había mucha ciencia. «Einstein siempre se refería a ello como “nuestro trabajo” y “nuestra investigación”. Sin embargo, ¿sabéis quién obtuvo el Premio Nobel? Lo habéis adivinado: Albert Einstein».

MAR ABAD, publicado en Yorokobu (30/01/2018) (adaptación).

¿Cuál de estas mujeres te ha sorprendido más?

 

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