COMPOSTAJE

TRANSFORMACIÓN DE RESIDUOS EN FERTILIZANTE O ABONO ORGÁNICO

El compost es un producto resultante de un proceso biológico que tiene el objetivo transformar los residuos orgánicos para que estos puedan ser utilizados como fertilizante o abono orgánico. Es en definitiva, una manera de devolver nutrientes a la tierra a la vez que eliminamos residuos de forma sostenible. Pero… ¿podemos añadir cualquier tipo de residuo a la compostera?, ¿existe un sólo tipo de compostaje?, ¿cómo se produce este proceso?, ¿quién lo lleva a cabo?, ¿dónde se lleva a cabo?, ¿cuánto tarda en generarse el compost?

Bueno, vayamos por partes. Todas estas preguntas serán respondidas de manera sintética en esta sección, pero te aconsejamos que si quieres información más detallada al respecto, consultes las referencias incluidas en la sección Fuentes de información, ya que es un tema que da mucho de sí.

Compostaje “a secas”

En nuestro instituto hemos montado dos composteras con las que reciclamos los restos vegetales que se generan regularmente en las casas de algunos profesores del centro, pero aún más importante, es que reciclamos los restos de las frutas que forman parte de los desayunos de docentes y alumnado del centro, contribuyendo así a disminuir la cantidad de residuos que se generan a diario, minimizando en cierto modo nuestro impacto ambiental.

El compost se genera mezclando dos tipos de productos: la materia marrón, como las hojas secas, restos de cartón, etcétera, proporciona carbono a la mezcla, mientras que, la materia verde, como los restos vegetales frescos proporcionan nitrógeno. Ambos elementos son esenciales para producir un compost que mejore nuestro suelo de cultivo. Este tipo de residuos se puede compostar al aire libre o en una compostera, como lo hemos hecho nosotros. Es importante que los residuos estén en contacto con el suelo, pues de ahí es de donde van a provenir los microorganismos que degradarán la materia vegetal hasta convertirla, con el paso del tiempo (incluso meses) en un abono orgánico rico en nutrientes para nuestras plantas. La mezcla debe estar relativamente húmeda durante el proceso para acelerarlo.

Nuestro alumnado se ha encargado de “alimentar” y mantener en buen estado nuestras composteras a lo largo del curso.

Vermicompostaje

Este tipo de compostaje añade un elemento más a la mezcla, lombrices, que serán las encargadas de transformar la materia orgánica en abono tras pasar por su tracto digestivo. 

¡El éxito del proyecto de vermicompostaje en nuestro colegio ha comenzado a dar frutos! En la imagen inferior, podemos observar una de las lombrices con clitelo (engrosamiento en el tercio anterior del cuerpo) gracias a las condiciones adecuadas que hemos creado en nuestro compostador. 

Estas lombrices, conocidas como lombrices rojas californianas (Eisenia fetida), son fundamentales en el proceso de descomposición, ya que transforman los residuos orgánicos en un excelente fertilizante natural llamado humus de lombriz.

Este abono ecológico no solo nutre nuestras plantas, sino que también promueve la sostenibilidad y enseña a los estudiantes la importancia del reciclaje orgánico y el cuidado del medio ambiente.

Los resultados obtenidos a lo largo del curso con nuestras composteras son una prueba tangible del compromiso y esfuerzo de toda la comunidad educativa. Gracias al cuidado constante y la dedicación del alumnado, hemos logrado transformar los residuos vegetales en un compost de excelente calidad, un abono natural rico en nutrientes que mejora la fertilidad de nuestro suelo. Este compost será utilizado en nuestro huerto escolar y otras zonas verdes del instituto, cerrando así el ciclo natural de la materia orgánica y promoviendo una práctica sostenible.

En las imágenes que mostramos a continuación, se puede apreciar el resultado final del compostaje: una mezcla oscura, homogénea y con un agradable olor a tierra húmeda, lo cual es una señal de que el proceso se ha realizado de manera correcta. Además, hemos podido observar la presencia de lombrices y otros organismos descomponedores como tijeretas, elementos clave que han trabajado silenciosamente para descomponer la materia y convertirla en humus. Estos logros no solo nos enorgullecen, sino que también nos motivan a seguir implementando este tipo de iniciativas que enseñan a nuestro alumnado la importancia de reducir, reutilizar y reciclar para cuidar el planeta.