lunes, junio 23, 2025
Arte y HumanidadesLiteratura, cómics y manga

¿Por qué leer en los tiempos del tralalero tralalá?

Bienvenidos a la segunda edición de la Jornada de Lectura Conjunta que celebramos en nuestro IES Marina Cebrián con motivo de la Semana del Libro. A lo largo del día de hoy, leeremos a muchos autores, en especial poetas, con motivo del Día del Libro celebrado ayer y aprovechando que es este 2025 se cumple el 150 aniversario del nacimiento del escritor Antonio Machado, quien nos enseñó que caminante no hay camino, sino que se hace camino al andar.

Y sé que esto puede parecer un rollo y otra forma de perder clase…, pero les aseguro que no lo es. Este pequeño discurso o como lo llamarían los viejillos (a los que tendríamos que escuchar más) es un alegato. No como jefe de departamento de Lengua y Literatura. No como profesor. Sino como lector y como alguien que ante todo guarda aprecio por pensar que podríamos tener un futuro mejor y ese futuro ¿saben cuál es? Ustedes.

Esta semana bromeaba en un kahoot sobre cómo se llamaba la fobia a los libros. Una de las opciones era: b) la ESO. (Por cierto, la fobia a los libros se llama bibliofobia. La padece más gente de la que piensan. Solo hay que ver cómo está el mundo).

Les voy a confesar un secreto. Atentos ahora: no leí ningún libro que me enamorase de verdad hasta los 8 años. Es más, tenía algo en común con algunos de ustedes: odiaba profundamente la escuela. Y mi maestra me tenía manía. Pero fue durante unas vacaciones de Navidad cuando encontré un libro de un niño troll (troll de verdad, no como el Rubius) que decidía marcharse de casa porque su tía roncaba de forma terrible y, por el camino, conocía un hada con el ala rota. Ella al principio lo temía, pero él la ayudaba y se hacían amigos. No recuerdo nada más. Ni qué pasaba a continuación. Ni el título. Nada.

Pero sí recuerdo lo que sentí, cómo me enganchó y cómo desde entonces me convertí en lector porque los libros me permitían ser el otro. La empatía es clave. Si somos incapaces de sentir lo que sienten los demás… El mundo se irá a… bueno, ustedes ya se imaginarán 

Cuando era adolescente, muchas veces sentí que la vida era miserable. Por suerte, encontré en los libros y los cómics fuerza. Encontré rebeldía en V de Vendetta, esperanza y entretenimiento en Spiderman y fascinación por lo extraño en mangas como Death Note.

Por eso, desde crío, con 9 años quise ser escritor y eso me dio la oportunidad también de ser profesor. Sin aquel troll y aquella hada de ala rota, no quiero saber dónde estaría. Leer me ha ayudado en los mejores y los peores momentos; leía cuando todo se iba cuesta abajo, mientras estaba en una sala de espera sabiendo que mis padres morirían; leía cuando todo iba bien, cuando era un friki y con 16 años conocí a la mujer de mi vida. Siempre he estado acompañado de un libro y ¿saben qué? No me arrepiento de nada.

Desde entonces han venido cientos y cientos de libros, pero también de cómics y mangas y no me avergüenzo de ello. ¿Acaso te avergüenzas de tus amigos? Sí, incluido ese que está todo el día haciendo cosas raras y se ha aprendido el tralalero tralala. 

Actualmente, tenemos muy pocos préstamos en activo en la biblioteca y más preocupante: un sentimiento de asco hacia la lectura que les ruego cambiar. No les suelto ahora la chapa de TikTok les pudre el cerebro, son el peor grupo que he tenido ni todas esas tonterías que a veces escuchan. Esto ni siquiera va dirigido solo a los alumnos sino también a los profesores, familias y personal no docente que nos acompaña. Les pido ahora en un acto de profundo respeto y cariño que lean. Porque la alternativa es hundirse y no quiero que les pase eso.

En esta época de auge de la inteligencia artificial y (lo más preocupante) de la estupidez natural, leer es un acto de rebeldía necesario. Leemos para descubrir otros mundos y el nuestro. Leemos para abrir los ojos y que no nos engañen. Leemos para no tener que creernos al profesor, el político o lo que sea de turno. Leemos para ser personas. Leemos porque la otra opción es morir cada día en silencio, en la ignorancia.

Hoy leerán a autores y autoras como… leeremos de forma alternativa. Primero un alumno de un nivel y luego de otro. Y si conseguimos que un poema, un verso o un fragmento despierte en ustedes un sentimiento, ya será un triunfo, porque leer también es un triunfo, un triunfo contra todo lo que destruye el mundo.  Aplaudan por ese triunfo.


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