La originalidad y la innovación no tienen una relación exclusiva con los objetos industriales o el diseño gráfico. Una empresa puede serlo tanto o más, aún siendo su propósito reproducir ideas que son ajenas. Este es el ejemplo de un emprendedor que creó una empresa para la compra y venta de vehículos tipo furgoneta, Bernardo.

A partir de una pasión –el camperizado de vehículos- y una estrategia de negocios que pasaba por mejorar su empresa haciendo lo que le gusta, inició una aventura autodidacta adquiriendo formación en el diseño y la fabricación del mobiliario específico. Las mediciones en un espacio irregular, el anclaje de los muebles al chasis, la compensación de pesos, los accesorios de este tipo de vehículos, como fregaderos, depósitos de agua, placas solares o baterías, entre otros, fueron los primeros retos a los que tuvo que enfrentarse sin tener conocimientos previos.

El punto de partida para redefinir su estrategia empresarial fueron las imágenes obtenidas por internet y los videos tutoriales. De ahí, a buscar en foros especializados, a traer materiales que no encontraba en los proveedores locales, a comprar herramientas y montar un taller artesanal, a hacer pruebas y más pruebas, hasta que decidió adquirir los conocimientos reciclándose en el sistema educativo reglado.

Un afán autodidacta y emprendedor que lo llevó a estudiar en el I.E.S. La Orotava el Ciclo de Grado Medio de Técnico en Instalación y Amueblamiento. Unos estudios que le permitieron  mejorar sus diseños utilizando programas específicos, a conocer y seleccionar los materiales y herrajes más adecuados, a aprender el uso de la maquinaria  o la fabricación por robotizado mediante CNC, aprendizajes que lo han  llevado a mejorar su estrategia empresarial en relación a la fabricación y optimización de los procesos.

Desde el inicio de curso lo tuvo muy claro, el diseño y la fabricación en madera y sus derivados tiene que evolucionar y adaptarse a las nuevas tecnologías sin olvidar su pasado, la tradición, de ahí que, aparte de las técnicas de toda la vida, se centrara en aprender la automatización. También que a lo largo del primer año se planteara un objetivo, conseguir el camperizado completo de una furgoneta.

Un propósito que, tras superar baches y no pocas dificultades, terminó satisfactoriamente y le ha abierto nuevas posibilidades a su empresa, un negocio que a día de hoy no sabe hasta donde puede llegar, pero que a medida que lo ve crecer le produce mucha satisfacción personal.