Mueble bodega U-GO

Mueble bodega U-GO

Hoy en día nadie cuestiona el papel de la ganadería como motor del desarrollo local, pero esta función fue más importante en la antigüedad, al suponer un aporte extra de calorías difíciles de obtener a través de la caza o la recolección, amén de promover el desarrollo de la agricultura. Tal fue su trascendencia en el desarrollo social que el conocimiento relacionado quedó retenido en la cultura, siendo transmitido como tradición oral.

Un saber que llega hasta nuestros días a través del lenguaje y las palabras relacionadas con la propia tecnología o los productos derivados, pero también en otras sin aparente relación que han surgido por evolución de este sistema de comunicación. Un devenir del lenguaje que podría utilizarse a modo de metáfora para entender cómo las ideas van evolucionando desde el diseño original hasta el definitivo, y en las que a medida que las formas van mutando van perdiendo su relación aparente. Un ejemplo es la raíz YEUG.

Los indoeuropeos, un pueblo enigmático anterior a la edad de los metales cuya procedencia geográfica no está del todo clara, basó su desarrollo en el uso del caballo o el aporte calórico resultante del pastoreo y la ganadería, entre otras ventajas competitivas que le permitieron extender su zona de influencia desde Europa a la India. Una expansión con implicaciones que tampoco están del todo claras, salvo en lo concerniente al lenguaje, ya que está demostrado que dejaron una impronta significativa en las lenguas de países tan dispares como Grecia, Italia, Irán, la India, Lituania o Albania, al derivar todas de este tronco lingüístico común.

YEUG es una raíz que significó originalmente unir o juntar, y de la que derivan vocablos de uso tan habitual como coyuntura, yoga, ayuda, yunta, yugo, ayuntamiento o cónyuge. Palabras que a través del griego y el latín antiguo se han ido diversificado en otras como conjunto, conectar o uncir. Una mutación de la forma que se enriquece a la par que lo va haciendo la sociedad que las va demandando, pero que no olvida su fondo original.

Aplicado al yugo, el punto de partida del mueble bodega, es la pieza de madera elaborada que permite articular dos bueyes para formar la yunta, la unidad de tracción para arar los campos, trillar los cereales y arrastrar los carros, una tecnología tan antigua como los indoeuropeos. En Canarias se usan dos tipos: el yugo de trabajo, más corto y funcional, y de romería, más largo y ornamentado al ser su propósito la procesión; también el de un solo tiro o canga, una palabra con reminiscencias celtas que en El Hierro o La Palma sustituye al término yugo.

Esta herramienta de tiro está formada por las dos camellas, las arcadas que permiten su asiento en el cogote del animal, así como por los detalles que ayudan a atarla para formar la unidad de tiro con las coyundas o coyuntas (correas), guiar los bueyes y articular el conjunto al carro, y todo ello sin olvidar la estética.

A partir de los elementos decorativos y funcionales del yugo de romería, y de otra tecnología antigua, la barrica, se han diseñado varios muebles al objeto de dar servicio a la pequeña bodega tradicional, así como a locales de estilo. El primero es un conjunto de dos barricas, un yugo y una canga adaptado a la función de almacenar vino durante su fermentación.

A partir de estos elementos de bodega se han diseñado otros muebles que siguen la misma línea. Por un lado, una mesa vinoteca formada por dos yugos unidos por travesaños a caja y espiga formando un bastidor sobre el que descansa el cristal. El cuerpo de la mesa lo forman dos barricas perforadas para alojar las botellas, el cual está sentado sobre dos bases que separan el conjunto del suelo.

Por otro, una mesa con sillas fabricada con el mismo sistema constructivo (bastidor a base de  dos yugos unidos por traviesas), que se encuentran con las patas a caja y espiga. Al no levar refuerzo que arriostre las patas, el ensamble

A su vez, un botellero triangular formado por tres rodajas de barrica sentadas sobre un yugo y una canga que buscan unir varias tradiciones isleñas, la agricultura, la ganadería y la geometría  prehispánica, a través de un conjunto