
Bajo la sombra de la fértil etiqueta de novela gráfica hemos asistido en lo que va de década al florecimiento de los cómics de no ficción. Biografías, adaptación de libros de historia, reportajes periodísticos y ensayos. En la presente entrada nos ocuparemos de estos últimos.
Nuestra época ha concedido un gran protagonismo al ensayo, un género discursivo que tiene como objeto analizar e interpretar un tema determinado a partir de un razonamiento lógico. Su principal interés radica en su condición de género híbrido, dado que su ejecución requiere de una dimensión estética, pero también necesita de un planteamiento lógico para exponer sus temas e ideas, es decir, puede considerarse un género literario en la medida en que es el resultado de la unión entre el análisis lógico y la creación estética, que refleja en su estilo y en la manera de usar el lenguaje (y, en el caso que nos ocupa, el dibujo).
La palabra “ensayo” deriva del latín “exagium” y significa “presentación de un caso”. Se diferencia del tratado en que suele ser más básico y corto que los trabajos académicos y, sobre todo, por su libertad de estilo y de temática, aunque es preciso señalar que en ningún caso se trataría de una mera opinión o un comentario, ya que todas las ideas que se expresan en este tipo de texto deben sustentarse en investigaciones, citas o argumentos.
En la actualidad, los ensayos literarios son considerados importantes obras artísticas y valiosos textos analíticos, cuya presencia en las aulas y bibliotecas escolares consideramos de especial interés por su potencial para evaluar la comprensión sobre ideas específicas, así como por su capacidad para desarrollar y argumentar a partir de la gran diversidad de temas abordados por los mismos, de los que trataremos de dar una breve muestra a continuación.



El infinito en un junco, de Irene Vallejo y Tyto Alba (Debate)
Comenzamos por el ensayo más exitoso de los últimos años. Auténtico bestseller cultural que se nos presenta adaptado al cómic nada más y nada menos que por Tyto Alba, uno de nuestros historietistas más prolífico y versátil. Además de conservar la fascinación del libro original de Irene Vallejo, la versión tebeística presenta una rica iconografía y dinamismo visual que reduce con fortuna la habitual preponderancia del texto propia del género. Es digno de mención el hecho de que la novela gráfica también mantenga dos de las características más relevante del ensayo original: la presencia de la voz de la propia autora, que esporádicamente relaciona el tema tratado (el libro y la lectura) con su propia vida y la libertad con que relaciona épocas, autores y medios artísticos diferentes e históricamente alejados entre sí.



El museo, de Jorge Carrión y Sagar (Norma)
También resulta incuestionablemente efectiva esta nueva colaboración entre uno de los autores de ensayo más relevante de nuestro país, Jorge Carrión, y Sagar, un dotadísimo dibujante, que da como resultado un tebeo con un notable equilibrio entre el relato de los antecedentes e historia del Museo de Arte de Cataluña y la exuberancia visual de las obras allí reunidas y recreadas por Sagar. El estupendo guion de Carrión ahuyenta en gran parte los fantasmas de la condición de encargo del proyecto y de un excesivo localismo nacionalista. Impagable es, en ese sentido, la analogía que establece entre los retablos góticos y el lenguaje del tebeo.



Feminismo para principiantes, de Nuria Varela y Antonia Santolaya (Cómic Book)
En este caso nos encontramos ante otra adaptación de un ensayo ya clásico y referente de la divulgación del feminismo. Un exhaustivo recorrido desde los antecedentes y orígenes del movimiento hasta los inicios del presente siglo. Se trata de una adaptación en la que prima sobre todo el texto, que se acompaña de ilustraciones muy efectivas en ocasiones, como en las impresionantes dos páginas dedicadas a reflejar en un mapamundi los años concretos en los que se logró el sufragio universal en los distintos países. Muy importante es la generosidad mostrada en el rescate del olvido de muchas mujeres que lucharon por sus derechos a lo largo de la historia.



Sobre la tiranía, de Timothy Snyder y Nora Krug (Salamandra Grafic)
Otro ejemplo de libro en el que el peso del texto es más notorio que en aquellos con un mejor equilibrio entre texto y dibujo. No en balde, ya desde la portada se define a la dibujante Nora Krug como ilustradora. A pesar de la tendencia de Snyder a centrar su análisis en el caso norteamericano y, más concretamente, en la figura de Donald Trump y los riesgos para la democracia a ella asociada, no deja de ser una inquietante y reveladora reflexión sobre los mecanismos con los que la tiranía logra imponerse a sociedades aparentemente maduras. Perturban por igual los datos y testimonios de Snyder sobre los terrores nazis y comunistas y las sugestivas ilustraciones de Krug.



Cosas y más cosas, de Axel Brechensbauer (Bruguera)
Frente a los casos anteriores, fruto de colaboraciones y adaptaciones, el libro de Brechensbauer es un estupendo ejemplo de obra de autor único que refleja un interés personal y el resultado de una investigación propia y muy original, en este caso sobre los objetos y nuestra relación con ellos. Una lectura fresca y sugerente, repleta de curiosidades y de inteligente sentido del humor como herramientas principales de esta “guía visual sobre la búsqueda interminable de la civilización del objeto perfecto”. A veces, parece decirnos el autor, vale la pena pararnos a ver y reflexionar sobre las cosas más pequeñas que nos rodean, por ejemplo, la perfección de un plátano (de Canarias, claro).



Astrología liviana, de Liv Strömquist (Reservoir Gráfica)
La más prestigiosa de las historietistas suecas es otro rotundo ejemplo de autora única. Son ya un buen puñado de títulos los que la acreditan como la reina del ensayo comiquero. No nos cansaremos nunca de recomendar títulos tan esenciales como El fruto prohibido, Los sentimientos del Príncipe Carlos, No siento nada o La sala de los espejos (sobre, ahí es nada, “la dictadura de la imagen en la era Instagram”). En todos ellos logra una magnífica armonía entre la selección de temas clave de nuestra época, exhaustiva investigación y un sentido del humor envidiable (su ironía es capaz de agitar las conciencias más asentadas). En este caso, se ocupa de un tema valorado y despreciado por igual: la influencia de los astros en nuestro errático comportamiento. Disfrútenlo.
Joaquín Ayala