Castaño
Castaño, castañero |
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Castaño. Foto: Damián Esquivel Díaz | ||
Estado de conservación (UICN) | ||
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Clasificación Científica | ||
Reino: | plantae | |
Division: | Angiospermas | |
Clase: | Magnoliopsida | |
Orden: | Fagales | |
Familia: | Fagaceae | |
Especie: | Castanea sativa Mill. | |
Distribución | ||
Gobierno de Canarias. | ||
El castaño es un árbol de crecimiento rápido, que puede llegar a alcanzar los 30 metros de altura, aunque generalmente los ejemplares que vemos en Canarias tienen un porte algo menor entre 8-12 metros. Su copa es amplia y su tronco es grueso y en ocasiones hueco en los ejemplares más viejos.
Descripción general
El castaño o castañero (Castanea sativa) es una especie introducida invasora en Canarias; es un árbol de notable desarrollo que puede llegar a alcanzar los 25 metros de altura y además, destaca por su gran longevidad, que puede llegar hasta 1000 años. Tiene una copa amplia y esférica, la corteza en los ejemplares jóvenes, es lisa y pardusca, para tomar una coloración castaño oscuro y agrietada a partir de los 15-20 años.
Hojas
El castaño o castañero (Castanea sativa) presenta unas hojas grandes entre 10 y 25 cm de largo por 5-8 de ancho, oblongo-lanceoladas, agudas o acuminadas en el ápice, base subcordada o subtruncada, simples, caducas, alternas, con márgenes dentado-crenados con dientes acabados en punta y con la nerviación principal y secundaria muy marcada, sobre todo en el envés y, nervios finalizando en los dientes; la coloración es verde grisáceo en el envés de las hojas jóvenes, mientras que el resto de la hoja es color verde.
Flores
El castaño o castañero (Castanea sativa) presenta flores masculinas en racimos colgantes (amentos) de hasta 30 cm de longitud, con una coloración verde de jóvenes y amarilla durante la floración; flores en las axilas de las brácteas del amento, ligeramente trilobadas. Las flores femeninas se encuentran en un amento más pequeño, situado en la base del masculino y formado por 3-7 flores en una característica cúpula.
Detalle hojas. Foto: Damián Esquivel Díaz | Detalle flores. Foto: Damián Esquivel Díaz |
Frutos
Los frutos del castaño o castañero (Castanea sativa) son una especie de erizo de color verde y posteriormente castaño o marrón claro, cubierto de largas espinas; en su interior se encuentran las denominadas castañas, de entre 2-4 cm, con el ápice agudo y color castaño brillante.
Detalle frutos. Foto: Damián Esquivel Díaz | Detalle castañas. Foto: Damián Esquivel Díaz |
Hábitat
El castaño o castañero (Castanea sativa) se encuentra en Canarias tanto en zonas de medianías como en áreas de cumbre, generalmente entre 600 y 1500 metros de altitud, en zonas del dominio del monteverde y, en algunos casos, asociado al pinar húmedo. En Canarias la expansión del cultivo de castaños se produjo hacia el siglo XVI con el doble objetivo de producir fruto (mediante el injerto) y madera. En El Hierro, La Palma, La Gomera, Tenerife y Gran Canaria existen zonas de castaño silvestre, que parecen responder al abandono de las plantaciones injertadas.
Curiosidades
Castaño de Las Siete Pernadas. Foto: Damián Esquivel Díaz |
El castaño o castañero es un árbol que tiene su centro de origen según Vavilov en el Cáucaso, Asia Menor. Esta especie sobrevivió mezclada con otros taxones durante la última glaciación. En cuanto a su utilización como especie cultivada parece ser que proviene de la Antigua Grecia y, posteriormente se extendió al mundo latino. Entre los ejemplares históricos que aún perviven en la isla de Tenerife y que se le atribuye una edad aproximada de 500 años se encuentra el “Castaño de Las Siete Pernadas”, se encuentra situado en una finca de Aguamansa, perteneciente a los descendientes de D. Pascasio Perdigón. Este ejemplar tiene una altura de 11 metros y un perímetro, tomado a 1,30 m del suelo, de 12,40 m.
Referencias
Los contenidos y programas que constituyen esta obra son propiedad del Gobierno de Canarias que ha promovido
su creación y desarrollo con el propósito de que la comunidad educativa haga libre uso de los mismos.
Usos posibles de esta obra.
Autoría: Isabel Esquivel Sigut