Gregorio Chil y Naranjo

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Gregorio Chil y Naranjo fue un médico, historiador y antropólogo grancanario. Cursó sus estudios de medicina en París, en una de las universidades más prestigiosas del mundo en ese momento. A su vuelta a la isla además de desarrollar su profesión de médico, por la cual es recordado como una persona amable y solidaria, se vuelca en el estudio de las Islas Canarias, a nivel histórico, climatológico y patológico, como a su labor de antropólogo. Fue el primer antropólogo físico de Canarias,  analizó científicamente los restos aborígenes y fundó el importante Museo Canario dedicado a la prehistoria y antropología de Canarias.

Biografía

Gregorio Chil y Naranjo nace en Telde (Gran Canaria) en 1831 en el seno de una familia de clase media. Tanto sus dos progenitores como sus abuelos eran naturales de Telde. Obtuvo la enseñanza básica de su propio padre, quien era maestro. Fue su tío y padrino, el canónigo Gregorio Chil Morales, quien más le impulsó en sus estudios, transmitiéndole el gusto por los clásicos y la historia y costeándole económicamente una carrera de medicina en la prestigiosa Universidad de la Sorbona en París. Durante esos años en la ciudad de la luz, traba amistad con otro grancanario también residente en París, Juan Padilla Padilla, cuyo vínculo perdurará a lo largo de sus vidas. Tras una carrera intensa bien aprovechada, obtuvo su diploma en poco tiempo y con buenas notas, Chil regresa a Canarias en 1857. Abre su despacho en el barrio de Vegueta, en Las Palmas, y comienza su carrera como médico. Pasados unos años se casa con Alejandra Jaques Merino, una mujer poco convencional, energética, elegante, masónica, bastante mayor que él, que ya había estado casada y enviudada en dos ocasiones. Tuvieron una hija que murió con pocos meses y un año después de este suceso, muere repentinamente su esposa. Cuando en 1876 quiso contraer un segundo matrimonio, tuvo que desplazarse a Madeira, pues el obispo Urquinaona le había negado ese derecho tras varios conflictos con el científico por sus obras evolucionistas sobre el origen del ser humano. El doctor Gregorio Chil y Naranjo fallece en Las Palmas de Gran Canaria en 1901. Su labor médica ha pasado a la historia como la de un profesional excepcional, de carácter amable, solidario con los más desfavorecidos, a la par que comprometido con el espíritu crítico e investigador de su labor científica.

Obra

A su regreso a Gran Canaria se entregó a la elaboración de los Estudios Históricos, Climatológicos y Patológicos de las Islas Canarias, textos relativos al estudio de las poblaciones prehistóricas canarias, su clima y la historia de su medicina (prácticas quirúrgicas, terapéuticas y de momificación) que fueron publicados en fascículos entre 1876 y 1880. Esta obra fue expresamente condenada por el obispo de Canarias Urquinaona y Bidot, quien prohibió su lectura a los fieles de la Iglesia.

Por esa época aparece por primera vez en el mundo el estudio científico de la cultura humana: la Antropología. Científicos pioneros de Inglaterra, Francia y Estados Unidos fundan esta incipiente disciplina. El doctor Chil forma parte de esta corriente, siendo el primer antropólogo canario, contribuyendo con sus estudios al conocimiento de la cultura aborigen del Archipiélago, especialmente de la isla de Gran Canaria.

Junto a los Estudios, su otra gran obra fue la fundación del Museo Canario, a la cual consagró gran parte de su vida, convirtiéndose en un hito del estudio de la cultura de los antiguos canarios. Al principio tenía su sede en la tercera planta en el antiguo Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, por su propia voluntad, tras su muerte y la de su esposa, este fondo se trasladó a la que era su vivienda, donde aún permanece.

¿Sabías qué?

El Doctor Chil dejó todo bien atado en su testamento para garantizar la supervivencia de la obra a la que dedicó los mejores años de su vida: el Museo Canario. Había visto cómo en Tenerife, la colección del Museo Casilda fue vendida tras la muerte de su fundador y todos los restos arqueológicos. Gregorio Chil y Naranjo no quiso que los cráneos, momias, restos materiales, su biblioteca y estudios corrieran la misma suerte y en su testamento dejó establecido el procedimiento a seguir para garantizar la pervivencia y el engrandecimiento del Museo Canario.

Referencias:

MILLARES, A. ( ): Biografías de canarios célebres. Las Palmas de G.C.: Edirca S.L.

RAMÍREZ, M. y COORDS (2006): Biografías de científicos canarios. Gregorio Chil y Naranjo. Gobierno de Canarias. Editorial Dykinson.

https://es.wikipedia.org/wiki/Gregorio_Chil_y_Naranjo