Las nuevas instalaciones mejorarán el servicio al contribuyente y permitirán asumir el incremento de personal previsto en la Agencia Tributaria Canaria
El Consejo de Gobierno de Canarias autorizó hoy un gasto de 7.707.465 euros para la contratación de las obras de reforma interior y acondicionamiento del edificio Royal como sede de la Agencia Tributaria Canaria (ATC) en Las Palmas de Gran Canaria.
El proyecto se acomete ante la necesidad de dotar a la Agencia de una sede independiente en Las Palmas de Gran Canaria con capacidad suficiente para albergar no solo las instalaciones y el personal actuales, sino también a los nuevos empleados que se incorporarán en el futuro.
Las obras de reforma y acondicionamiento, que está previsto que duren 6 meses, se contratarán de acuerdo con las determinaciones del proyecto de ejecución redactado por la UTE de los estudios TDA Arquitectura y Urbanismo 2002 SLP y Arquitectura TGIN y SLP, cuya propuesta resultó ganadora en el concurso abierto, licitado por la Agencia Tributaria Canaria para la adjudicación del contrato de redacción del proyecto de ejecución y dirección de obra.
Se trata, en esencia, de que el nuevo edificio mejore el servicio que se presta a los contribuyentes canarios, en un edificio administrativo que, además, transmita una sensación de orden y eficiencia, pero igualmente de modernidad y sostenibilidad como parte de los valores que promueve la Agencia Tributaria Canaria.
El edificio actual fue construido el año 2012 sobre lo que fueron los antiguos Multicines Royal y desde esa fecha no ha tenido uso. El inmueble fue adquirido por el Gobierno de Canarias en enero de 2019 por 17 millones de euros. En la actualidad, el edificio tiene terminados sus espacios comunes de circulación, aseos en cada planta, y cuartos de instalaciones. El espacio propiamente de oficinas está constituido por plantas diáfanas con los pavimentos y cerramientos exteriores terminados, pero sin divisiones de despachos, instalaciones interiores, ni falsos techos. Asimismo, el edificio muestra ciertas deficiencias constructivas por la falta de mantenimiento de los sistemas, así como obsolescencia de los mismos.
En la resolución final de la rehabilitación del edificio, se ha valorado el conseguir un uso más eficiente del mismo; para ello, además de una adecuada distribución que prima un uso racional de los espacios y un óptimo aprovechamiento de los mismos, se ha insistido en la necesidad de implementar sistemas que causen un menor impacto en el medio ambiente, con materiales cuya producción causen la menor contaminación a la atmósfera, que produzcan menos de agua y de energía, que sean biodegradables, y que, en la mayor medida posible, posibiliten un reciclado de los mismos. En este sentido, mediante diferentes intervenciones, se mejorará de la eficiencia energética del edificio, pasando del actual Nivel F al Nivel D.
En cuanto a la seguridad y optimización del uso del edificio, se pretende implementar sistemas inteligentes de automatización en la gestión del edificio, que permitirán optimizar el confort de los espacios de trabajo, la calidad del servicio, los costes de funcionamiento y las inversiones de mantenimiento.