En su publicación las especialistas señalan la importancia de que los profesionales de la salud proporcionen una atención integral y coordinada tanto a pacientes con demencia como a la persona cuidadora principal y a toda la unidad familiar
Especialistas en Geriatría y Cuidados Paliativos de la Gerencia de los Servicios Sanitarios del Área de Salud de Lanzarote, adscrita a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, han participado recientemente en la elaboración de la guía publicada por el grupo de Demencia de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) bajo el título Geriatría. Demencia: de la enfermedad a la persona.
La guía, referente para el manejo integral de la demencia, ha sido realizada por especialistas de todo el país y ofrece herramientas y estrategias a los profesionales de la salud para mejorar la calidad de vida de los pacientes que sufren esta enfermedad y de su entorno familiar.
Las doctoras Antonia Solano, Dácil Cabezas y Ruth Paz, del servicio de Geriatría, y Gema Rodríguez, de la Unidad de Cuidados Paliativos, expertas en la atención a personas mayores, fueron las responsables de elaborar el capítulo titulado Continuidad de cuidados. La familia y el cuidador.
En él, las especialistas señalan la importancia de que los profesionales de la salud proporcionen una atención integral y coordinada no sólo a las personas con demencia sino también a las cuidadoras principales y a toda la unidad familiar. Se trata de que el equipo interdisciplinar de profesionales que atiende a estos pacientes haga una valoración global y brinde la información, los recursos y el apoyo necesario para facilitar el cuidado y evitar posibles sobrecargas.
Las especialistas subrayan que los cuidados al paciente van aumentando en número y complejidad con el progreso de la enfermedad y se convierte en una tarea que repercute en la calidad de vida de aquellas personas que realizan el cuidado.
En ese sentido, apuntan las señales de alarma que indican una sobrecarga del cuidador, tales como cansancio, pérdida de peso, insomnio, cefaleas, palpitaciones o fatiga crónica. También se pueden dar consecuencias psicológicas como ansiedad, depresión, tristeza, llanto e irritabilidad.
Por otro lado, el capítulo de la continuidad de cuidados apuesta por la coordinación social y sanitaria en la atención a la cronicidad y por la colaboración eficiente entre Atención Primaria y la Atención Hospitalaria, así como protocolizar las actividades y las formas de comunicación. En este sentido, destacan que la figura de la enfermera gestora de casos es clave para el éxito de esa coordinación.
El gerente de los Servicios Sanitarios, Pablo Eguia, se congratula de la participación de las especialistas de Lanzarote en la elaboración de esta guía nacional, y destaca el compromiso de las profesionales con la atención especializada y de calidad a las personas mayores, así como con la formación y la difusión del conocimiento en el ámbito de la geriatría y los cuidados paliativos.