El consejero en funciones, Sebastián Franquis, visitó hoy las obras, ya concluidas en su vertiente marítima, que han supuesto la construcción de un dique de 12 metros de ancho con más de 3.560 bloques de hormigón y un muro espaldón de 500 metros que impedirán que las olas vuelvan a afectar a la circulación por esta importante vía
El consejero en funciones de Obras Públicas, Transportes y Vivienda del Gobierno de Canarias, Sebastián Franquis, ha visitado hoy la zona en la que acaban de concluir las obras de construcción del nuevo dique de protección que el Ejecutivo regional ha construido con 3.565 bloques de hormigón y un muro espaldón de 500 metros que servirán para la garantizar la protección de la vía de interés regional GC-1, a su paso por la avenida Marítima de Las Palmas de Gran Canaria. Las obras marítimas de esta nueva escollera, que se ha ejecutado entre el barrio de San Cristóbal y el enlace de Lady Harimaguada, con una longitud de actuación de 566 metros, ya han finalizado y sólo quedan remates para restituir a su estado original muretes, escaleras y pavimento que se vieron afectados por el paso de la maquinaria de obra.
El presupuesto de las obras ha sido de 7.490.401 euros y el plazo de ejecución de los trabajos ha sido de diez meses. Al tratarse de una obra de emergencia, el proyecto técnico de la actuación se ha elaborado al mismo tiempo que se ejecutaban las obras.
“Hemos acabado con un problema que era muy serio hace un año porque podía afectar a la propia estructura de la autovía y del paseo. Entonces nos comprometimos con el Ayuntamiento y el Cabildo a que nosotros haríamos esta obra de la escollera y del muro espaldón y, por lo tanto, a proteger el paseo y la carretera”, aseguró Franquis, “diez meses después, y tras acabar esta obra de la nueva escollera, ya podemos recuperar totalmente la normalidad y garantizar la seguridad a toda la vía, tanto a la carretera como al paseo”.
El consejero en funciones informó que a finales del pasado mes de mayo ya estaba finalizada la instalación de los más de 3.500 bloques de hormigón y la ejecución del muro espaldón, construido de hormigón en masa. Además, se ha regenerado la playa existente junto al dique a su estado anterior al inicio de las obras.
Bajo los 2.235 bloques de siete toneladas y los 1.330 bloques de cuatro toneladas se han depositado casi 32.000 toneladas de material todo en uno (piedra y tierra) y 15.000 toneladas de material filtro (piedras de mediano y gran tamaño) para conformar el dique que, con un ancho superior a entre 10 y 12 metros, impedirá que las olas vuelvan a afectar a la circulación por la GC-1, como ocurría hasta ahora los días de temporal.
A estos 12 metros de dique de bloques hay que sumar una berma (espacio separador) de tres metros y medio de ancho y hecha de piedras, que separa el muro espaldón de los bloques del nuevo dique. Esta berma tiene una doble función: impedir que la fuerza del oleaje afecte directamente al muro espaldón, y permitir el paso de vehículos oruga sobre ella para futuras reparaciones del dique.
También, dentro de los trabajos realizados se ha prolongado la obra de drenaje existente tipo Alcantarilla A2, que desagüa las aguas de lluvia del barranquillo de Osorio en las laderas de Zárate y de la zona urbanizada al oeste de la Avenida marítima.
El trasdós del muro espaldón no se ha rellenado hasta su coronación en previsión de que el ayuntamiento capitalino pueda instalar servicios (conducciones de agua e incluso canalizaciones eléctricas o de fibra óptica) aprovechando ese espacio. Por este motivo el Gobierno de Canarias ha instalado un vallado de protección provisional como elemento de seguridad para cuando el paseo vuelva a abrirse al público. Se prevé que en una semana se finalicen los últimos remates en superficie y se retire el vallado, lo que permitirá a los ciudadanos transitar de nuevo por este tramo de la avenida interrumpido durante las obras.
En los últimos días, se ha retirado el acceso de camiones a la obra desde la GC-1, reinstalando los bordillos que delimitan la autovía. En una próxima semana quedará repuesto el pavimento de la acera y el acceso peatonal a la playa de callaos junto a la escollera y se abrirá el paseo al tránsito de peatones.
Una vez finalicen todas las obras que ha ejecutado el Gobierno canario, se pondrá en conocimiento del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria esta conclusión para que ellos procedan a actuar sobre la superficie peatonal del paseo. Con este fin, la obra del muro espaldón y del trasdós se ha ejecutado de forma que se puedan ganar metros al paseo peatonal que, en gran parte de este tramo, apenas alcanza los tres metros de ancho. De esta forma, cuando el Ayuntamiento concluya su intervención en la superficie, el paseo peatonal podría alcanzar los siete metros y medio en este tramo de 566 metros.