Situación de salud: morbilidad: cáncer |
El cáncer es la segunda causa de muerte en Canarias, sólo superada por las enfermedades cardiovasculares [8]. En 1998 fallecieron por cáncer 2.950 personas en nuestra comunidad. Además, el cáncer es la primera causa de muerte prematura (antes de los 70 años) tanto en el conjunto de la población, como específicamente en mujeres, y la segunda en hombres, tras los accidentes de tráfico, causando ese mismo año 18.943 años potenciales de vida perdidos. Aproximadamente uno de cada cuatro hombres y una de cada cinco mujeres canarias presentará algún tipo de cáncer antes de los 75 años [2]. Dada la importancia del cáncer, en 1993-1994 se creó el Registro Poblacional de Cáncer de Canarias, que en estos primeros años de funcionamiento se ha centrado en las islas de Gran Canaria y Tenerife (86% de la población). La información recogida ha proporcionado los datos de la incidencia de cáncer de 1993 a 1995, para ambas áreas de salud [1 a 3]. Será necesario disponer de una serie temporal más amplia para lograr una mayor estabilidad de los datos, que nos permita establecer conclusiones definitivas sobre la evolución de la incidencia y su comparación con los datos de otros registros; así como incorporar la información procedente de las cinco áreas de salud restantes, para conocer el impacto y la distribución de este importante problema de salud. IncidenciaEl número de casos nuevos de cáncer registrados en las áreas de salud de Gran Canaria y Tenerife en 1995 [3] ha aumentado, con respecto al año anterior [2], un 13% y un 17,5% respectivamente. Comparando con el año 1993 [1], ambas islas han sufrido un incremento del 17,5% (Tabla I.E2). Tabla I.E2. Evolución de los casos nuevos de cáncer según género e islas mayores. Gran Canaria y Tenerife, 1993 a 1995
Este número de casos proporciona unas tasas de incidencia ajustadas a población mundial para el conjunto de tumores en 1995 [3] de 312,86 x 105 en hombres y 195,29 x 105 en mujeres para Gran Canaria, y para Tenerife de 285,08 x 105 y 187,29 x 105 respectivamente. La evolución de estas tasas de incidencia en el período 1993 a 1995 nos muestra una tendencia ascendente de las mismas (Gráfico 1.E2). El descenso en las tasas de incidencia de 1994 es debido a que, en áreas pequeñas y en estadíos iniciales del desarrollo de un registro, es posible que la incidencia fluctúe de unos años a otros. Gráfico 1.E2. Evolución de las tasas estandarizadas de
incidencia de cáncer de todas las localizaciones, según género para
Estas tasas sitúan a ambas islas en una posición intermedia respecto a los registros españoles y europeos, y alejadas de las cifras más altas observadas en el ámbito mundial [4]. Considerando todas las localizaciones tumorales, las tasa de incidencia aumenta con la edad [3] (Gráfico 2.E2), elevándose notablemente en el grupo de 35 a 39 años (en los hombres de Gran Canaria, en el grupo de 40 a 44 años), desde el que ascienden de forma más o menos constante hasta alcanzar valores máximos en el grupo de 85 o más años (en las mujeres de Gran Canaria, en el grupo de 80 a 84 años). En los hombres de Tenerife se observa un fuerte ascenso en la tasa de incidencia del grupo de 75-79 años, respecto al grupo de edad inmediatamente inferior. Gráfico 2.E2. Tasas específicas de incidencia de cáncer
de todas las localizaciones, según género y grupos de edad para
Tanto para el conjunto de las localizaciones tumorales, como para las neoplasias más frecuentes, a excepción de la mama, se observa un mayor número de casos entre los hombres de las dos islas [1 a 3]; destacando la incidencia de los tumores relacionados con el consumo de tabaco. La razón hombre/mujer oscila entre 7 en el cáncer de pulmón y 1,2 en el cáncer de colon [3]. Si bien el cáncer de piel es la neoplasia más frecuente, tanto en nuestra comunidad autónoma como en todo el país, dado que la información suele ser incompleta en las distintas fuentes de datos, el epitelioma basocelular y el cáncer epidermoide de piel no son analizados por los registros poblacionales del cáncer (sí el melanoma). Así pues, las cinco neoplasias más frecuentes en los hombres [3], sin tener en cuenta los de piel no-melanoma, afectan a las siguientes localizaciones: traquea, bronquios y pulmón, próstata, vejiga, colon y laringe, que representan aproximadamente el 50% de los tumores. Si consideramos conjuntamente las localizaciones de colon y recto, éstos ocuparían el tercer lugar (Gráfico 3.E2). En las mujeres, las cinco neoplasias más frecuentes [3] difieren de una isla a la otra, en cuanto a la posición que ocupan, si bien los dos primeros lugares son en ambos casos ocupados por el cáncer de mama (que supone el 31% de los cánceres en las mujeres de Gran Canaria, y el 27% en las de Tenerife) y el de colon. En Gran Canaria les siguen los linfomas ganglionares, el cáncer de útero y las neoplasias hematopoyéticas; mientras que en Tenerife la secuencia se continúa con los cánceres de útero, las neoplasias del sistema hematopoyético y los linfomas ganglionares. Gráfico 3.E2. Tasas estandarizadas de incidencia de cáncer
de las localizaciones más frecuentes, según género para
En 1995, el cáncer de próstata presenta en Gran Canaria tasas de incidencia estandarizadas significativamente más elevadas que en Tenerife; observándose este mismo hecho en los hombres de Gran Canaria para las leucemias [3]. En 1994, este resultado se observó también en hombres para el conjunto de tumores malignos y en mujeres con relación al tumor maligno de hígado [2]. Para extraer conclusiones con respecto a las posibles diferencias significativas existentes entre islas, deberemos esperar a disponer de información al menos de un quinquenio; ya que con la serie temporal con que contamos actualmente, la inestabilidad de los datos ya comentada, hace que las diferencias observadas entre islas varíen de unos años a otros. El aumento del número de casos de cáncer observado supone a su vez un aumento en el riesgo de padecer cáncer a lo largo de la vida del individuo. Así, el riesgo de desarrollar un cáncer antes de los 75 años, siendo varón, es del 30% en Gran Canaria y del 27% en Tenerife; y, en el caso de ser mujer, este riesgo es del 19% en ambas islas [3]. MortalidadEn 1998 se produjeron 2.950 defunciones por cáncer en nuestra comunidad, de las cuales 1.135 corresponden a mujeres y 1.815 a hombres [8]. El cáncer supuso el 25,25% de todas las defunciones, constituyendo la segunda causa global de muerte en Canarias, tras las enfermedades cardiovasculares. En 1997, las tasas ajustadas por edad (población europea) en hombres (258,46 x 105) y en mujeres (119,10 x 105) [7] son algo más altas que las observadas a nivel nacional para ese mismo año (255,84 x 105 y 114,64 x 105 respectivamente) [9]. En las últimas décadas se ha observado una tendencia ligeramente ascendente, registrándose un incremento del 43,5% respecto a la mortalidad media por cáncer del período 1982-1990 [10] (2.056 muertes/año, que suponían el 21,7% del total de muertes). Este incremento ha sido debido, por una parte, a un aumento real de las tasas de incidencia en algunos grupos de edad y localizaciones tumorales y, de otra, a la mejora en el diagnóstico y certificación de las defunciones. En los cuatro últimos años [5 a 8], se observa que el número de muertes y las tasas de mortalidad debidas al cáncer, respecto al total de defunciones, siguen aumentando tanto en el conjunto de la población como en ambos géneros (Tabla II.E2). En España, en la última década la evolución ha sido distinta según el género. Así, mientras en las mujeres se observa un descenso del 3,37% de la tasa ajustada por edad, en los hombres se ha producido un incremento del 6,11%. Sin embargo, si tenemos en cuenta los últimos cinco años, en hombres parece haberse detenido ya el incremento de la mortalidad por cáncer, siendo 1995 el año con tasas más altas [9]. Tabla II.E2. Evolución del número de defunciones, mortalidad
proporcional y tasas específicas y estandarizadas de
La mortalidad por cáncer aumenta conforme avanza la edad, incrementándose considerablemente a partir de los 45 años, y elevándose de forma casi exponencial a partir de los 65 años (Gráfico 4.E2). Por grupos de edad, los tumores son la primera causa de muerte en nuestra comunidad en personas de 35 a 64 años, y la segunda causa de muerte entre los 5 y 34 años y de 65 a 84 años [8]. Gráfico 4.E2.
Entre las defunciones registradas como cáncer, mueren más hombres que mujeres (62% de varones frente al 38% de mujeres, razón de masculinidad = 1,60). La distribución por edad muestra sin embargo que la mortalidad por tumores comienza a diferenciarse entre hombres y mujeres a partir de los 44 años. En el Gráfico 5.E2 se muestra la mortalidad proporcional por cáncer en Canarias, según sexo y distribuidos según la localización del tumor. En 1998, los tumores que condicionan mayor mortalidad en el género masculino son los de tráquea, bronquios y pulmón (tercera causa global de muerte en varones y quinta en población general), próstata, colon-recto y orofaringe; mientras que en el sexo femenino, las neoplasias de mayor mortalidad son el cáncer de mama (sexta causa global de muerte en mujeres), colon-recto, tráquea, bronquios, y pulmón, otros tumores malignos del tejido linfoide e histiocítico y ovario [8]. Gráfico 5.E2. Mortalidad proporcional por cáncer, según principales localizaciones y género (%). Canarias, 1998
Analizando los años potenciales de vida perdidos (APVP), los tumores ocupan la primera causa de muerte precoz (antes de los 70 años) para el conjunto de la población y para las mujeres, y la segunda para los varones tras las causas externas (accidentes de tráfico). En 1998 causaron 18.943 años potenciales de vida perdidos, el 28,9% del total de APVP. El cáncer de mama es la primera causa de muerte precoz en mujeres, y el cáncer de tráquea, bronquios y pulmón ocupa el cuarto lugar tanto en hombres como en población general [8]. Por Áreas de Salud, los tumores son la primera causa de muerte precoz en Tenerife y Gran Canaria, pasando a ocupar el segundo lugar en Lanzarote, La Palma y Fuerteventura, y el tercero en El Hierro. En La Gomera no entra a formar parte de las causas más frecuentes de muerte precoz [8]. La probabilidad de morir por cáncer en Canarias antes de los 75 años, se elevó en el período 1986-1996 al 17,53% para los hombres, y al 8,8% para las mujeres [11,12].
Diferencias geográficas en la mortalidad por cáncerUn estudio reciente [11] que analiza las diferencias geográficas en la mortalidad por cáncer en Canarias entre 1986 y 1996, observó que el riesgo de muerte por cáncer en hombres difiere en las dos provincias canarias, destacando la sobremortalidad por tumor maligno colorrectal de Santa Cruz de Tenerife y la debida al cáncer de tráquea, bronquio y pulmón, próstata, laringe y páncreas en Las Palmas. La mortalidad por cáncer (todas las localizaciones) es también significativamente superior en los hombres de Las Palmas. El exceso de mortalidad por cáncer de colon-recto en la provincia occidental se debe fundamentalmente al peso de la isla de Tenerife; y el menor número de muertes observado en el caso de los tumores de páncreas, pulmón y el conjunto de tumores malignos, se debió a las bajas tasas de La Palma, si bien en el último caso también contribuyen las tasas significativamente bajas de La Gomera y El Hierro. Además, en La Palma también fueron significativamente menores a las esperadas las muertes por cáncer de esófago, estómago y próstata; y en La Gomera, las debidas al cáncer de vejiga. La isla de Gran Canaria es la que aporta el mayor peso en la provincia de Las Palmas tanto del significativamente menor número de defunciones masculinas por cáncer de colon-recto como del exceso de mortalidad por cáncer de páncreas, traquea, bronquios y pulmón, y conjunto de localizaciones; incluso en estos dos últimos grupos, a pesar de la tasa significativamente reducida que caracteriza a Fuerteventura. Además, en Gran Canaria se observó igualmente una mortalidad por cáncer de laringe y próstata significativamente elevadas. En el caso de las mujeres [12], también la isla de residencia determina diferencias en la mortalidad por cáncer, de forma significativa en diversas localizaciones, siendo más importantes en los cánceres ginecológicos (útero y mama). En Las Palmas se produjo un número de defunciones significativamente superior al esperado en los cánceres de páncreas, pulmón, mama, útero y linfomas, y considerando el cáncer en conjunto. En Santa Cruz de Tenerife, al contrario, las diferencias significativas en las localizaciones citadas siempre fueron protectoras, a excepción de los linfomas. Las diferencias observadas entre las dos áreas de salud en estas localizaciones y en el conjunto de tumores, se explican por el mayor número de defunciones que aporta la isla de Gran Canaria. Entre las islas de esta provincia, solamente Fuerteventura presentó un número de defunciones significativamente menor al esperado, y esto para el conjunto de tumores. La menor mortalidad por cáncer de páncreas de la provincia de Santa Cruz de Tenerife se manifestó significativamente sólo en la isla de La Palma. En el cáncer de mama la mortalidad fue significativamente menor, además de en La Palma, en las islas de Tenerife y El Hierro. La protección frente al cáncer de útero fue significativa en Tenerife y en La Gomera. Para el cáncer considerado en su conjunto las diferencias protectoras significativas se produjeron en Tenerife, La Gomera y La Palma. Sin embargo, a pesar de serlo para el total de la provincia, la mortalidad debida al cáncer de tráquea, bronquio y pulmón no fue significativamente inferior en ninguna de las cuatro islas. La mortalidad por linfomas en La Gomera y por cáncer de ovario en La Palma, fueron significativamente menores a las esperadas. Tanto para hombres como para mujeres, las mayores diferencias al comparar las tasas de las dos provincias, una vez estandarizadas de acuerdo a la población europea, correspondió al cáncer de páncreas. Costes socioeconómicos de las neoplasiasEn la última década, las neoplasias se han consolidado como uno de los problemas sociosanitarios de mayor importancia en Canarias por las consecuencias que originan sobre la sociedad en términos de mortalidad, morbilidad, secuelas y costes económicos y sociales. Asimismo, el impacto de las neoplasias sobre el entorno social, familiar y laboral de los enfermos, es cada vez más importante, tanto en lo referido a los costes directos como indirectos. Una aportación importante en este ámbito de estudio ha sido realizado por primera vez en España, por parte del Servicio Canario de Salud, incorporando los Grupos Relacionados con el Diagnostico (GDRs) para calcular los costes de los pacientes con neoplasias [13], creando un ambiente propicio al cumplimiento de las medidas de prevención y tratamiento. Los costes socioeconómicos totales para los pacientes con neoplasias en Canarias durante este período fueron de 32.101.084.227 millones de pesetas. Los costes directos se elevaron a 9.525.413.023 millones de pesetas representando un 30% del coste total, lo que supone el 4,4% de gasto sanitario en Canarias. Los costes directos se originan a partir de los costes de la hospitalización, con 7.597.076.617 millones de pesetas; consultas externas con 324.829.876 millones de pesetas; atención primaria con 179.454.262 millones de pesetas y fármacos con 1.424.052.268 millones de pesetas. Los costes indirectos se elevaron a 22.575.671.204 millones de pesetas representando el 70% del coste total. Al separar los costes indirectos en los dos grupos que lo integran: pérdida de productividad por mortalidad anticipada y por absentismo laboral, observamos que el primero es el que ocasiona un coste mayor con 20.365.654.981 millones de pesetas, mientras que el absentismo laboral ocasiona un coste de 2.210.016.223 millones de pesetas. Asimismo, los 2.950 fallecidos en 1998 produjeron 47.982 años de vida perdidos (considerando defunciones hasta 84 años y la esperanza de vida como edad límite), 13.800 años de vida productivos perdidos y 364.612 días de baja laboral. Bibliografía
Pérez de Rozas, 5, 4ª planta 38004, Santa Cruz de Tenerife Canary Islands, Spain Tlf. (922) 475715, Fax 475751 plandesalud@gobiernodecanarias.org
|