Tercer día.

Hoy, de nuevo, tocó madrugar. A las 9:30 realizamos un visita guiada a caballo por caminos rurales del entorno de Arriondas y Cangas de Onís.

Al mediodía, marmita de pescado y codillo, ¡y rumbo a los Lagos de Covadonga!

El tiempo no nos acompañó. Desde que comenzamos el ascenso, la niebla se adueñó del paisaje. Las condiciones meteorológicas hicieron que tuviéramos que acortar la actividad de senderismo prevista.

No obstante, aprendimos que los lagos de Covadonga (Llagos de Cuadonga o Llagos d´Enol) están formados por dos pequeños lagos de origen glacial, el Enol y el Ercina.

La carretera (CO-4), de 14 km, impresiona. No solo por su paisaje, sino también por las vacas que nos acompañaron durante todo el camino.

De allí, nos trasladamos hasta la basílica del santuario de Covadonga, una construcción de estilo neorrománico, de finales del siglo XIX.

Frente a ella, y rodeado por un verde paraje, nos encontramos con la estatua de bronce de don Pelayo, primer monarca del Reino de Asturias. Este personaje destaca por haber frenado la expansión de los musulmanes hacia el norte y comenzar la reconquista.

¡Mañana más!

Galería de imágenes.

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