El aprendizaje basado en juegos (ABJ) permite que el alumnado aprenda de una manera natural y divertida. Desde sus primeros años, los peques aprenden a través de juegos que desarrollan sus habilidades cognitivas, sociales y emocionales. A través de actividades lúdicas, como juegos de roles o de construcción, las niñas y los niños comienzan a comprender conceptos básicos como las formas, los colores y la resolución de problemas.

El currículo de Canarias en Educación Infantil y Educación Primaria promueve un enfoque de enseñanza activo y dinámico, y el juego es una herramienta clave para lograrlo. Al aprender jugando, los peques no solo se divierten, sino que también adquieren habilidades importantes para su desarrollo, como la capacidad de trabajar en equipo, comunicarse y resolver conflictos de manera efectiva. Los juegos les ayudan a explorar y comprender mejor el mundo que les rodea.

Por ejemplo, en actividades de matemáticas, el alumnado puede utilizar juegos con bloques o rompecabezas para trabajar conceptos como el tamaño, la cantidad y la clasificación. En lengua, se emplean juegos de palabras, canciones o cuentos interactivos para mejorar su vocabulario y su comprensión. Estos juegos permiten que se involucren activamente en su propio aprendizaje, favoreciendo su curiosidad y su interés por aprender más.

Los juegos no solo hacen que el alumnado disfrute del proceso de aprendizaje, sino que también favorecen su desarrollo integral, ayudándoles a adquirir conocimientos y habilidades de una manera divertida y significativa. Y así lo hemos disfrutado a lo largo de todo el curso escolar 2024/2025 a través del proyecto: Ecología emocional a través del juego donde se ha podido disfrutar de sesiones en co-docencia desde Infantil hasta sexto de Educación Primaria donde hemos conocido juegos, planteado estrategias y dinámicas lúdicas donde los vínculos entre iguales y con el profesorado se fortalecen y ofrecen oportunidades de compartir, aprender y expandirnos.

El ABJ se adapta a las diferentes necesidades de los estudiantes y fomenta una enseñanza inclusiva y dinámica. Gracias a la implicación de la comunidad educativa hemos podido integrar esta metodología de forma creativa en el aula, motivando a los niños y las niñas a aprender de manera activa. En resumen, el aprendizaje basado en juegos hace que todas las personas que participamos en estas sesiones disfrutando mientras aprendemos, lo que facilita la comprensión y refuerza su amor por el conocimiento.