Hoy, 15 de mayo, se celebra como cada año, el Día Internacional de las Familias, para crear conciencia sobre el papel fundamental de las familias en la educación de los hijos. Fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 47/237 del 20 de septiembre de 1993.
La familia provee las necesidades básicas de los niños y niñas cuando nacen y les ayudan a sobrevivir en este mundo. Es el lugar donde los niños y niñas aprenden acerca de esta sociedad y adquieren habilidades para utilizar sus sentidos, aprender las primeras palabras y dar el primer paso para casi cualquier cosa.
Los niños y niñas deben aprender responsabilidad como parte de los valores familiares y saber que ellos tienen un gran papel en los asuntos de la familia y que además de ser responsables en las tareas familiares, también tienen mucha importancia sus opiniones para todos los miembros de la familia. Porque para que una familia esté unida debe sentirse emocionalmente conectada.
Durante estos meses de confinamiento, el papel que ha jugado la familia en la educación de sus hijos/as no se ha limitado al acompañamiento de la realización de las tareas escolares (cosa que también hacen el resto del año), sino que además han podido compartir más tiempo juntos disfrutando de juegos, colaborando en casa, inculcando conciencia social para comprender lo que estamos viviendo, etc.
En la sociedad actual, no existe un único tipo de familia sino una gran diversidad de ellas: familias heteroparentales, homoparentales, monoparentales, reconstituidas, interculturales, adoptivas… pero todas ellas forman la base donde el cariño y el afecto son los pilares más importantes y lo que realmente puede ayudar a que los niños y niñas se conviertan en personas empáticas y de éxito.
Queremos compartir con las familias que forman nuestro colegio este cuento de Carmen Parets Luque que muestra que todas las familias, aunque sean diferentes, tienen algo en común.
