
Desde la semana pasada el servicio de mantenimiento de nuestro centro, Carlos y Javier, se encargan de convertir una gran cantidad de restos de podas en alimento para el suelo de nuestro jardín y huerto. El Ayuntamiento de Los Silos nos ha prestado una trituradora, una máquina con un estómago insaciable que transforma toda la materia orgánica que pasa por ella en alimento para los árboles y plantas de nuestro centro.
El portugués Fernando Pessoa (1888- 1935) escribe algunos poemas futuristas con evidentes influencias de los grandes poetas italianos vanguardistas, como Marinetti. Nuestra trituradora nos recuerda que no siempre las máquinas sirven para complicar la vida de las personas, a veces consiguen incluso ayudarnos. Este es el comienzo de una oda a la máquina y a la ciudad mecanizada, su famosa Oda triunfal.
A la dolorosa luz de las grandes lámparas eléctricas de la fábrica
Tengo fiebre y escribo.
Escribo rechinando los dientes, fiera para esta belleza,
Esta belleza totalmente desconocida por los antiguos.
¡Oh ruedas, oh engranajes, r-r-r-r-r-r eterno!
¡Fuerte espasmo retenido de los mecanismos en furia!
En furia fuera y dentro de mí,
Por todos mis nervios disecados,
¡Por todas las papilas fuera de todo lo que siento!
Tengo los labios secos, oh grandes ruidos modernos,
De oírlos demasiado cerca,
Y me arde la cabeza de quererles cantar con un exceso
De expresión de todas mis sensaciones,
¡Con un exceso contemporáneo de ustedes, oh máquinas!
En fiebre y mirando los motores como una Naturaleza tropical
-Grandes trópicos humanos de fierro y fuego y fuerza-
Canto, y canto el presente, y también el pasado y el futuro,
Porque el presente es todo el pasado y todo el futuro
Y hay Platón y Virgilio dentro de las máquinas y de las luces eléctricas (…)