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BUSTO DEL CAPITÁN QUESADA

Busto del Capitán Quesada, de Borges Linares

 

En la calle principal, a la que da nombre, y delante del casino de Gáldar, se puede admirar el busto del Capitán Quesada que fue esculpido por el escultor galdense don Juan Borges Linares. Sin embargo, dado que el mismo representa a un don Esteban Ruíz de Quesada, muy logevo, ya se piensa que dista mucho su parecido, con la fisonomía real del renombrado personaje. Y nace esta opinión de la observación del cuadro ubicado, en los primeros momentos, en la Capilla de San Miguel, dentro del Templo Parroquial Galdense y expuesto ahora en el Museo Sacro de dicho Templo.

LA ERMITA DE SANTA LUCÍA

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La desaparecida ermita de Santa Lucía se hizo, posiblemente, en los inicios de la segunda década del S. XVI a expensas de Pedro de Vega, uno de los primeros vecinos de Gáldar.
Por esa época los primeros munícipes carecían de una sede propia donde celebrar sus reuniones y sesiones plenarias. Desde antaño, la costumbre era usar para tales menesteres la casa del alcalde de turno o seguir las disponibilidades familiares, la de los demás ediles. Este continuo recorrer dio lugar al frecuente extravío de documentos, algunos de los cuales, por la importancia de su contenido, dieron lugar a serios problemas administrativos, hechos que habían de durar bien entrado el primer tercio del s. XIX.

Después de una minuciosa búsqueda decidieron los rectores locales que el edificio más adecuado era la antigua ermita de Santa Lucía, situada frente a la plaza de Santiago, cerrada al culto por el obispo Martínez Carnero y usada como depósito de cadáveres desde 1829.
Sin embargo, el 25 de octubre de 1836, el obispo Romo, tras una visita pastoral al municipio, y viendo el esfuerzo que había hecho la villa de Gáldar en la edificación de su actual hermoso templo, la dona enteramente al pueblo de Gáldar, sin que se pudiera reclamar jamás por ninguna autoridad civil y eclesiástica.
Por lo tanto, el pequeño y popular oratorio de Santa Lucía se convirtió en la primera sede de la municipalidad, sirviendo para este menester hasta finales de agosto de 1841, en que siendo absolutamente imposible continuar el Ayuntamiento en esta sede, por lo húmedo y fetidez de su piso, por los enterramientos que en el se había hecho y por lo ruinoso de su techo que amenazaba una pronta ruina y por su antigüedad, acordó buscar otro lugar hasta que hubiera medios para su reedificación.
En septiembre del mismo año, por la intervención de D. Nicolás de Aguilar y un alquiles de 30 pesos anuales, además del compromiso de repararla, se le cedió al Regimiento para la Sala de Arma de la compañía de Tiradores destacada en esta villa. Tiempo después tuvo otros usos: carnicería, emisora de radio auspiciada por el ayuntamiento y sede ocasional de la policía municipal.
Demolida a medio siglo pasado, ocupa ahora su espacio un pequeño rincón con asientos de cantería al que le da nombre la cerámica con la imagen de Santa Lucía diseñada por el escultor D. Diego Higueras.

EL CASINO

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Algunos vecinos, y en representación del pueblo, solicita al ayuntamiento que se le facilite aquella parte del edificio de la cárcel, sin uso, con el objeto de formar un salón para un teatro dramático que al paso sirva de recreo y para la ilustración del pueblo.

El Ayuntamiento acuerda que se les conceda el uso de las tres piezas que se hallan inservibles y de convertirlas en el salón Teatro bajo las condiciones que se proponen.

La primera sede de la Sociedad de Fomento, Instrucción y Recreo “el Casino”, fue a la izquierda y adosado al Ayuntamiento actual que se localiza en la plaza, tal institución dio nombre a la calle donde se hallaba, calle Sociedad y permaneció en el mismo sitio durante 87 años.

El día primero de julio de 1847 se redactó el reglamento de la nueva institución y que fue aprobado por la Junta General. .

El Casino de Gáldar disfruta en sus primeros años de una intensa actividad: tertulias diarias, animados bailes y asiduas veladas aplaudidas por todos. Sólo durante los meses que duró la epidemia de cólera la vida social de la entidad quedó interrumpida al encontrarse enfermos muchos de sus miembros y fallecidos otros a causa del terrible mal.

Asimismo, esa Sociedad tuvo distintos periodos de cierre debido a motivos varios: periodos bélicos, crisis económicas, falta de entendimiento con la corporación, etc.

En 1934, el Ayuntamiento reclamó el edificio al Casino para poder atender sus necesidades de espacio..

En 1963, y después de estar ubicado en en varias dependencias vive el Casino el momento más trascendente de su nueva andadura, ya que una serie de personalidades compraron a D. José Samsó Henríquez el inmueble actual para que sirviera de sede a la Sociedad . Su coste fue de 1.500.000 ptas, teniendo la compra la condición de que los adquirientes habrían de ceder el edificio al Casino.

Los complejos programas de actos con motivos de las fiestas patronales, los bailes sociales en el Teatro Municipal o en el propio Salón, los ciclos de conferencias, las veladas artísticas, musicales y literarias, las más variadas competiciones y entretenimientos recreativos, el acceso a la biblioteca y a la lectura de la prensa y revistas y el valioso Certamen Musical “Pedro Espinosa” y otros hacen que hoy se mantengan activos los primeros objetivos que se trazaron en los albores de 1847 la Sociedad de Fomento, Instrucción y Recreo (El Casino)