¿Influencers o vividores? Curso 2022/2023

Los Influencers son personas que destacan en redes sociales u otros canales de comunicación y expresan opiniones sobre temas concretos que ejercen una gran influencia sobre muchas personas que los siguen, pero lo que era un entretenimiento se ha convertido para muchos de ellos en un “empleo”. ¿Contamos con tan buenas influencias que merece la pena pagarles por ello como si fuera un trabajo serio?
Por un lado, muchas personas están a favor de estos ya que dan entretenimiento a su público y muchos de ellos tienen muy buen contenido donde puedes aprender muchas cosas. Un claro ejemplo de ello es Luisito Comunica, con el que puedes aprender mucha cultura con sus blogs por todo el mundo. Influencias como estas son las que deben ser pagadas ya que es un contenido cultural de interés, no como por ejemplo el de otros influencers como Lolalolita que solo se encarga de enseñar su cara bonita y su vida cotidiana como podemos hacer cualquiera de nosotros. Algo muy importante y beneficiario sobre todo para las empresas en este mundillo es que gracias a la fama de estos creadores de contenido pueden hacer una colaboración junto a ellos y hacer que el producto o servicio se vuelva más conocido y aumente sus ventas. El marketing digital es lo que hace que los influencers sean muy bien pagados ya que un 31% de sus ingresos viene de los acuerdos con marcas para hacer campañas y un 25% por el propio negocio establecido por el creador de contenido, pero no es oro todo lo que reluce.
Por otra parte, para la gran mayoría de la gente ser influencer no es considerado un empleo, por ello es muy criticado, “no es normal que se les pague a unas personas por ponerse enfrente a la cámara a bailar o por subir una foto en Instagram bien editada” y no les falta razón. La gran parte de estos cobran por enseñar una vida perfecta cuando en realidad no es así, promocionar a las marcas que le ofrecen dinero y por opinar de los temas actuales del día a día por lo que es un tema de mucha polémica. No es justo que un creador de contenido pueda cobrar en una semana lo que cobra otra persona trabajando 12 horas diarias en un mes. Por ello, una parte de la sociedad denomina la palabra influencers como un sinónimo de “vividores”, es decir, cobrar dinerales sin mover un dedo.
En conclusión, por suerte o por desgracia para muchos, ser influencer es sin dudas un trabajo formal hoy en día. Los motivos expuestos son por los cuales muchos/as jóvenes quieren dedicarse a la creación de contenidos para redes sociales y en muchos casos, ser conocidos. A pesar de la polémica seguirá siendo igual de bien pagado, es un empleo que ha llegado para quedarse y hay que acostumbrarse a ello aunque gran parte de la sociedad no esté de acuerdo y los sigan considerando como unos “vividores”.
Benchara
El Digital del Atlántico
11/11/2022