A punto de finalizar el 2020, hacemos balance de nuestro proyecto en este año tan atípico. Todos nos vimos sorprendidos en el mes de marzo. Comenzamos un periodo de incertidumbre en el que la educación online sustituyó a la presencial y en el que palabras como “confinamiento”, “pandemia” o “covid” pasaron a formar parte del vocabulario popular. Nuestro proyecto quedó en suspenso, ya que fue imposible realizar la segunda movilidad en marzo y las jornadas de cierre y difusión previstas para junio. Como en el mar, nos sorprendió un tiempo imprevisto. Fue necesario pedir una ampliación de plazos para el proyecto; cambios en las fechas de desplazamientos y muchos trámites para adaptarnos a una situación inesperada.
…Y empezó el nuevo curso escolar, con más incertidumbre acerca de la vuelta a las aulas y con los protocolos de seguridad: mascarillas, distancia de seguridad, lavado de manos, etc. Ha sido un comienzo con mucho trabajo en los centros y dudas acerca de la evolución de la pandemia. En marzo, habíamos aplazado la segunda movilidad al mes de noviembre, esperando que todo estuviera resuelto, pero no… La situación se estaba complicando en Suecia y desde Luleå nos pedían retrasar la visita. Nuevamente, hemos tenido que tomar decisiones precipitadas y proponer nuevas fechas que nos permitan completar el proyecto y recuperar lo invertido en el traslado. Ahora es mayo el mes de la esperanza, el nuevo horizonte. ¿Podremos viajar? ¿Se habrá extendido la vacunación? ¿Estará la pandemia controlada? Son preguntas que se irán resolviendo a lo largo de los próximos meses. Esperamos que las respuestas que nos ofrezca el 2021 nos permita llevar a buen puerto este barco cargado de ilusión.
