JAMEOS DIGITAL

REVISTA DIGITAL DEL CEP DE LANZAROTE

Resiliencia y neurociencias en tiempos de pandemia


Anna Forés Miravalles es pedagoga y escritora española. Licenciada y doctorada en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Barcelona (UB). Presidenta de la Asociación de investigación para la resiliencia (AIRE). Fue vicedecana de doctorado de la Facultad de Pedagogía de la UB. Actualmente, es profesora del Departamento de Didáctica y Organización Educativa de la Universidad de Barcelona, donde ha sido secretaria académica.


Nuestra revista Jameos dedica esta edición al aprendizaje en tiempos de COVID, y es en la adversidad donde más necesitamos buscar nuevas estrategias y soluciones creativas a nuevos retos. En ese sentido queremos que la neurociencia se asome a nuestras páginas a través de quien mejor conoce el terreno.

¿Está resultando la pandemia una oportunidad para un planteamiento del aprendizaje? ¿Es una apertura de conciencia? ¿Qué aspectos positivos destacaría en este año?
Cuando entramos en el covid tuvimos que buscar una solución de urgencia, hubo que improvisar una solución de emergencia, es como arreglar un motor en pleno vuelo.
Pero ahora, a un año vista, podemos ver las cosas de otra manera muy diferente, y hemos podido aprender muchas cosas. Desde el punto de vista de la neuroeducación, somos la única especie humana que podemos proyectar futuro, y eso lo que nos dice también es que hemos podido planificar y repensar cosas que creíamos que eran imposibles en la educación, y ahora hemos visto que son posibles.
Evidentemente no todo lo que hemos hecho es la mejor opción porque ha sido una primera propuesta de emergencia, pero sí ahora podemos valorar cosas que hemos hecho que pueden funcionar muy bien y que han venido para quedarse

-Aunque Sócrates dijo que “el conocimiento nos hace libres”, en esta convulsa época de sobreinformación, fakenews, creación de noticias, teorías y conocimiento en red y sin control… ¿nos hace más felices tener mayor grado de información o todo lo contrario?

Claro, la infotoxicación no es buena, el exceso de información lo que nos hace es no verlo claro, la sobre estimulación y la sobre información no es buena compañera de viaje. Aquí es necesario tener ese pensamiento crítico para saber descifrar realmente lo que es verdadero y tiene entidad en sí y saber priorizar y quedarse con lo interesante.

-¿Es la felicidad un estado o una decisión?
Esta es una pregunta muy filosófica. Dicen que lo importante de la felicidad es el proceso, no es un estado sino justamente esos sorbitos de felicidad. Sobre todo es gratitud con lo que tenemos, pero siempre estamos insatisfechos con la vida. Por eso es importante saborear esas pequeñas cosas que nos encontramos por la vida y que a veces ignoramos. La gratitud está muy relacionada con el ser feliz.

-¿Cómo sería su aula ideal? ¿Qué ingredientes necesitamos para una atención plena en el aula?

Mi aula ideal sería aquella que hubiera estado diseñada por toda la comunidad educativa, tanto las niñas como los niños, el personal administrativo y de limpieza, que todos y todas hubieran podido participar en este diseño del aula y donde se de prioridad no solo a cubrir las necesidades de aprendizaje, evidentemente, sino a este espacio de comodidad educativa para poder aprender a vivir juntos, que creo que es una de las grandes misiones de la escuela.

-¿Más juego, más humor y menos teoría?
Yo creo que la teoría es necesaria, la idea es cómo trabajamos esa teoría o cómo introducimos esa teoría. Yo puedo introducir la teoría desde una mirada más lúdica, pero puedo ser tan profunda o más con una metodología mucho más activa y más participada.

-Y la memoria… ¿está infravalorada?
La memoria es necesaria para el aprendizaje, si no hay memoria no hay aprendizaje.
Una cosa es la memoria y otra cosa es el aprendizaje memorístico, aprender las cosas solamente para devolverlas, ya se sabe que no es la mejor manera de aprender. Ahora bien, si yo no consolido, tampoco hay aprendizaje, por tanto la memoria es esencial para aprender.

¿Cómo rentabilizar los 525.600 minutos del año en la docencia?.
Si, esto es de una conferencia mía de una obra de teatro y una canción, son los minutos que tiene el año. Yo creo que poniéndole todo el sentido a lo que hacemos, por tanto, como docentes, tener mucha conciencia de la responsabilidad que tenemos porque tenemos estos niños y estas niñas delante nuestro y tenemos mucho poder, para bien y para mal. Por tanto tenemos que ser muy muy responsables en cada palabra, cada gesto y cada cosa que hacemos.

-¿Qué tres decisiones tomaría si fuera ministra de Educación de España, o su asesora?
Yo soy buena ministra en buscarme buenos asesores en el sentido más amplio. Justamente escuchar a las maestras y los maestros y a las niñas y los niños, esos para mi serían los mejores asesores.
Intentaría hacer una ley de educación que no fuera cambiable por el partido político de turno, que hubiera una protección para no tocar la educación, al menos hasta que no esté consolidada. Porque si no vamos sacando ley sobre ley y nada se puede afianzar, con lo cual parece que estemos siempre en un cambio continuo sin hacer asentamientos de lo que hace falta en educación. Otra cosa que haría es tener en cuenta todas las evidencias que ya sabemos desde la Neuroeducación para mejorar el diseño, no solamente curricular, sino también la formación de los docentes y la implicación de la comunidad.
Y la tercera sería que escuela y sociedad fueran mucho más de la mano. Muchas veces hemos tratado la escuela como un ente aislado de lo que pasa en el mundo, debemos tender puentes entre sociedad y escuela.

-Por último… con la deslocalización y el teletrabajo (mejoras que nos ha traído la pandemia) queremos invitarla a venir a teletrabajar desde Lanzarote.
(Risas) Yo me vendría con los ojos cerrados. Háganme un huequecito, que me vengo.