Autora: María Jesús Cano
Todo empezó el día en que un niño que visitaba con su familia el Parque Rural de Anaga, en la isla de Tenerife, dejó olvidado un libro de aventuras en el Sendero de los sentidos.
Ese mismo día, las hadas del bosque celebraban una gran fiesta y la alegría invadía los senderos y las rutas por donde paseaban los humanos.
Todo es felicidad y armonía en el bosque de laurisilva donde las hadas se preparan para el festejo.
Se visten para la ocasión son sus mejores vestidos, peinan sus largos cabellos con peines fabricados de robustas raíces, pintan sus largas uñas con pigmentos de la tierra y lustran sus alas plateadas con el rocío de la mañana.
En la pasarela de madera que conduce al interior del bosque improvisan un sofisticado y glamuroso pase de modelos y en el mirador colocan el escenario para el festival de canciones aladas.
La magia se tiñe de verde en este bosque encantado y Rebeca, una simpática hada a la que no le gustan las fiestas, se dirige sin mucho ánimo a la celebración.
Tropieza, de pronto, con un objeto rectangular de vivos colores que llama poderosamente su atención.
- Es un libro- exclama con emoción.
El hada abre el libro al azar justo en la página número cinco y su corazón da un enorme brinco.
Su imaginación se pone en marcha y ya se imagina la protagonista de un cuento de aventuras.
Sueña con recorrer el mundo en busca de historias que leer.
En ese preciso instante toma una decisión la mar de importante: viajar hasta la ciudad más cercana para visitar la biblioteca.
Una noche del mes de Noviembre emprende el camino de su nueva vida y vuela hacia la ciudad de La Laguna.
Lustra y abrillanta sus alas, se pone sus zapatos nuevos de color rojo y echa a volar.
Un sonoro suspiro sale de su boca al iniciar el vuelo.
Lentamente asciende hasta el cielo para alcanzar una altura prudente y segura.
No quiere tropezarse con los aviones que aterrizan en el aeropuerto de Los Rodeos.
Una fina lluvia comienza a mojar sus alas que se vuelven cada vez más pesadas impidiéndole volar con seguridad, pero como es un hada muy lista y resuelta coge su varita mágica y pronunciando las palabras mágicas consigue que sus alas se mantengan secas a pesar de la lluvia.
Su varita mágica plateada, salpicada de finas gotitas de lluvia, brilla ahora a la luz de la luna que tímidamente se asoma detrás de las nubes.
Desde lo alto del cielo descubre un camino largo y recto que parece una pista de aterrizaje.
Un camino flanqueado por altas palmeras.
A un lado del camino otea un castillo iluminado por la luz de las velas y justo al lado contrario un gran edificio rodeado de jardines y un huerto.
- Pero si es un colegio- exclama Rebeca entusiasmada.
- Es el colegio más hermoso que he visto jamás- repite para sus adentros.
Vuela tímidamente alrededor del colegio y descubre un objeto rectangular que brilla a la luz de la luna.
- ¡Qué extraño, es otro libro olvidado!- susurra la pequeña hada sorprendida por el hallazgo.
- ¿Pero qué hace un libro en mitad de la noche tirado en el suelo del patio del colegio?- se pregunta sorprendida
Dispuesta a resolver el enigma vuela hacia el libro y se coloca justo encima de la portada ¡Es otro libro de aventuras!
Levanta la vista hacia la ventana por donde sale una luz pequeña y redonda (es la luz de una potente linterna) para ver con sus propios ojos cómo unos ladrones se están llevando todos los libros de la biblioteca del colegio.
El hada los sigue a una prudente distancia y ve cómo los trasladan al castillo que está justo enfrente.
En este castillo vive el dragón de las mil cabezas al que también le gusta mucho leer.
Como ya se ha leído todos los libros de la biblioteca del castillo ahora está llevándose los libros de la biblioteca del colegio.
Lo peor de todo es que cuando está leyendo un libro se emociona tanto que suelta fuego por la boca y los libros quedan destruidos bajo ese fuego abrasador.
Escandalizada por el hallazgo urde un plan para salvar los libros y alejarlos del fuego abrasador.
- Tengo que salvar los libros del fuego, tengo que salvar los libros del fuego- repite con voz firme y sosegada.
Rebeca coge su varita mágica con la mano derecha y dirigiendo su mirada alada hacia el castillo pronuncia las palabras mágicas:
“Del ladrón del dragón los libros voy a salvar y a la biblioteca del cole todos van a regresar”
Uno a uno, por arte de magia, los libros regresan a la biblioteca del cole sanos y salvos.
Rebeca se queda para siempre a vivir entre las estanterías no vaya a ser que otro dragón lector quiera apoderarse de ellos.
Para defender los libros se alía con Anacleta la mascota de la biblioteca, una simpática serpiente multicolor que junto con su amiga Tecla vive en la biblioteca.
Las tres vigilarán a partir de ahora la biblioteca del Colegio.
Anacleta y Tecla pronto se hacen amigas de Rebeca y, para que no eche de menos el bosque de laurisilva donde vivía, utilizan sus poderes mágicos, que para eso son los animales más listos del reino animal, y consiguen que un árbol crezca en el interior de la biblioteca.
Es el árbol de las normas de uso y disfrute de la biblioteca del colegio Camino Largo y allí las pueden encontrar si la biblioteca desean visitar.
¡Les esperamos en la biblioteca amiguitos y amiguitas lectores!
ACTIVIDADES
- ¿Te gustan los cuentos? ¿Cuál es tu cuento favorito?
- ¿Con que frecuencia vas a la biblioteca a solicitar libros en préstamo? ¿Conoces las normas de uso de la biblioteca de tu ciudad? ¿Y la de tu colegio? Diseña un cartel y escríbelas.
- ¿Te gustaría escribir un cuento? Recuerda que la estructura de los cuentos es: inicio, nudo y desenlace (lugar, personajes, conflicto y solución del conflicto)
Construye tu propio cuento.
No olvides la portada, el título y la contraportada
Aquí tienes algunos principios y finales de cuento que pueden servirte de inspiración para comenzar:
Principios de cuento:
- Había una vez…
- Hace miles de años…
- Esto era la historia de…
- Érase una vez…
- Érase que se era…
- En un país muy lejano…
- En una ocasión…
- Hace muchos, muchos años…
- Hace poco tiempo me contaron….
Finales de cuento:
- Colorín, colorado, este cuento se ha acabado.
- Fueron felices y comieron perdices.
- Y aquí se acaba este cuento, como me lo contaron, te lo cuento.
¿Y tú, te animas a inventar otros principios y finales de cuentos?
Crea tu propia mascota de la protagonista del cuento
Comentarios recientes