Identidad

SEÑAS de IDENTIDAD del CENTRO

A) TIPO DE PERSONA QUE QUEREMOS PROMOVER

Cuando emprendemos la tarea de educar, creemos que no hay que perder de vista el objetivo que, a medio o largo plazo, queremos conseguir: el de desarrollar en los alumnos las capacidades e inquietudes necesarias para que puedan llegar a ser unos ciudadanos de futuro capaces de convivir en una sociedad plural, de aprender de ella y de colaborar y comprometerse con ella. Por ello, el tipo de persona que queremos promover responde a las siguientes características:

Autónoma a la hora de desenvolverse en su vida.
Es un requisito indispensable para vivir en sociedad la seguridad de sentirse autónomo, de tomar nuestras propias decisiones y aprender a ser consecuentes con ellas, en definitiva, de tener la seguridad de tener las riendas de propia vida sin la necesidad de depender de terceros física o sicológicamente.

Tolerante (no racista, no xenófobo).
En una sociedad plural, como la que pretendemos para nuestros alumnos, nos parece muy importante limar todos aquellos brotes racistas o xenófobos que puedan crear asperezas en la convivencia social. Este compromiso se convierte en una tarea ineludible por la multiculturalidad con la que contamos entre el alumnado de nuestro Centro. Es verdaderamente ventajoso poder educar a los alumnos en este sentido, no desde la teoría, sino desde la práctica. Resulta pues, bastante más evidente en su día a día que no sólo se puede enseñar a otras culturas, sino también aprender de ellas.

Responsable.
Educar en la responsabilidad creemos que es ayudar a hacerles entender que en la vida pueden disfrutar de unos derechos, en tanto que cumplan con unos deberes. Es decir, que sólo se puede estar en disposición de elegir cuando se está dispuesto a cumplir.

Solidaria.
Entendiendo el Centro como el lugar donde no sólo se imparten conocimientos sino como un espacio de convivencia diaria durante 6 horas, la solidaridad debe ser un valor fundamental a tener en cuenta en la educación de nuestros alumnos. En este sentido, debemos fomentar en el alumno actitudes como saber ponerse en el lugar de los demás empezando por su propio entorno y llegando incluso a acercarse a entornos más lejanos.

Cívica.
El hecho de vivir en sociedad exige el establecimiento de una serie de normas. El alumno, como parte de esta sociedad, ha de asumir el respeto de estas normas, incluso en el caso de no compartirlas, contribuyendo con ello tanto al desarrollo de la competencia social y ciudadana como al de los valores democráticas.

Reflexiva.
Ante la afluencia de información en la que nos encontramos (Internet, medios de comunicación, grupo de iguales…), el alumno debe ser capaz de formar su propio criterio. En este sentido creemos conveniente que no actúe de manera impulsiva, sino que sepa escuchar y adoptar una postura razonada ante las distintas situaciones que se le planteen, bien sean académicas, personales o sociales.

Que valore el esfuerzo y la constancia.
El alumno, en su aprendizaje, no sólo debe valorar el resultado de este a través de las calificaciones, sino hacer una valoración del proceso en sí. De ahí que el esfuerzo no se debe entender como una actitud puntual previa a las pruebas objetivas que tenga que realizar o trabajos que tenga que entregar, sino como una actitud que sólo surte el efecto adecuado cuando se acompaña de la constancia que necesita para que vaya relacionando los conocimientos que se le imparten a mitad de curso con los que ya se le habían impartido al principio. En este sentido estaremos contribuyendo también a que valore el esfuerzo como una actitud imprescindible en la vida para conseguir las metas que se propongan, así como descubrir la satisfacción del objetivo conseguido a través del esfuerzo.

Que valore el derecho a la educación.
En una sociedad donde el espíritu crítico es absolutamente necesario para sentirse libre, es conveniente que el derecho a la educación tenga un espacio prioritario. Derecho a formarse y a informarse, derecho a aprender académica y socialmente hablando. Por ello, es tan importante que el alumno, no sólo tenga ese derecho sino que sepa exigirlo cuando crea que no se está haciendo uso adecuadamente de él.

Con hábitos de lecto-escritura.
Cuando apostamos por una persona formada e informada, entendemos que buena parte de esa formación e información le llega a través del lenguaje escrito. Los libros de texto, los libros de lectura, periódicos, revistas… son materiales que los alumnos manejan a diario pero que no siempre les pueden sacar todo el partido que les ofertan por las carencias en lecto-escritura que presentan. Para fomentar esta capacidad pondremos en práctica el plan lector del centro, mediante el que se trabajará la comprensión lectora, tanto de forma oral como escrita, desde todas la áreas.

Respetuosa consigo misma, con los demás y con el entorno.
En una sociedad plural como en la que vivimos es fundamental dinamizar la convivencia desde el respeto. Respeto que debe empezar por uno mismo. Entendemos que sólo perdemos el derecho a que se nos respete cuando somos nosotros los que no nos respetamos. Teniendo en cuenta que trabajamos, sobre todo, con preadolescentes y adolescentes, el concepto del respeto debe tratarse de manera muy especial. Creemos que deben entenderlo en el aula, en el patio, en casa o en la calle. De manera personal y colectiva. De ahí que el respeto que cada uno se debe a sí mismo es el que debe proyectar hacia los demás y hacia el propio entorno.
Inculcar el concepto de sostenibilidad para promover el respeto y cuidado del medio es ayudarles a vivir en sociedad de forma comprometida.

Con una autoestima adecuada y con una imagen ajustada de sí misma y de los demás.
Es importante ayudar al alumno a aceptarse tanto física como intelectualmente, sin que por ello se abandone la capacidad de ser receptivo e intentar superarse siempre que sea posible. Con ello evitaremos crear falsas expectativas respecto al futuro profesional y personal. De la misma manera, debe entender que debe trasladar estas actitudes cuando se relacione con los demás.

B) TIPO DE CENTRO QUE QUEREMOS PROMOVER

Integrador y plural.
Es una evidencia que cada uno de nosotros somos diferentes en cuanto a necesidades, intereses, costumbres, religión, clase social… El IES Yaiza pretende ser un centro en el que puedan convivir todas estas circunstancias sin preponderancia de una cultura sobre otra. De manera que todos podamos entender y respetar las diferencias sin necesidad de asimilarlas o excluirlas.

Innovador y dinámico.
Abierto a nuevas experiencias metodológicas u organizativas que favorezcan el logro de nuestros objetivos. Para ello, es necesario que nos paremos a reflexionar sobre nuestras propias prácticas educativas y que nos planteemos el currículo como una hipótesis de trabajo.
Por otro lado, entendemos que la mejora del centro ha de estar liderada, en primer lugar, por la iniciativa del propio profesorado. Ello nos permite adoptar estrategias concretas para nuestra realidad o plantearnos una formación común si fuese preciso en un momento dado para dar soluciones prácticas a los problemas que nos encontramos en nuestras aulas.

Abierto al entorno, a la comunidad y a las instituciones públicas.
A pesar de que el instituto no se ubica en el casco urbano del municipio, consideramos importante que exista una relación activa con el resto de sectores e instituciones del municipio, considerando la posibilidad de poner a disposición de las instituciones las distintas instalaciones del centro: actos deportivos, culturales, en definitiva, educativos.

Respetuoso con el medio ambiente.
Un centro desde el que se promueva la sensibilidad y el respeto por el medio ambiente, tomando conciencia de aquellas conductas que contribuyen a su conservación o a su deterioro, e intentando reducir estas últimas. Teniendo en cuenta que el centro se nutre mayoritariamente de uno de los núcleos turísticos más fuertes de la isla, Playa Blanca; creemos importante que el alumno entienda la necesidad de contribuir al desarrollo de la sostenibilidad de nuestro entorno.

Que fomente hábitos de vida saludable.
Para ello, el centro debe ser un modelo de conducta saludable, actitudes positivas hacia el deporte así como hábitos de higiene y de alimentación equilibrada. En este sentido creemos importante que la familia contribuya al desarrollo de estos hábitos, a ser posible, en colaboración con el centro.

Que favorezca el estudio de las diversas lenguas.
La necesidad de aprender otras lenguas se ha convertido en una necesidad tan imperante como la de las nuevas tecnologías en los tiempos que corren. Es por ello que nos parece acertado facilitar al alumnado experiencias que, aparte de aprender o perfeccionar otras lenguas, puedan ayudarle a conocer otras realidades culturales a través de intercambios o cualquier otra actividad en este sentido.

Flexible.
Para que el centro pueda funcionar con coherencia, se hace necesario planificar aquellas acciones curriculares u organizativas que contribuyan al desarrollo de las competencias básicas en el alumnado así como a la consecución de los objetivos del centro. No obstante, también entendemos que las necesidades y realidades que se pueden plantear en el centro en un momento determinado son innumerables y, en ocasiones, impredecibles. Por ello, y dentro de los márgenes establecidos por la normativa, estamos abiertos a contemplar la flexibilidad necesaria a la hora de llevar a cabo nuestra labor docente.

Con una acción tutorial asumida por todo el profesorado.
Somos educadores en el sentido amplio de la palabra, y como tales, entendemos que nuestra labor educativa va mucho más allá de los contenidos curriculares de nuestra materia. Somos formadores y debemos entender esa formación no sólo desde las horas lectivas que concierne a la materia sino también con el seguimiento individual que esta exige, tanto en seguimiento directo con el propio alumno como en comunicación con las familias siempre que sea necesario. En este sentido no se debe delegar en el tutor exclusivamente este tipo de seguimiento porque creemos que el contacto directo con el alumno y sus familias por parte de cada uno de los profesores que imparten las respectivas materias contribuye a facilitar su formación.

C) MODELO DE ORGANIZACIÓN Y GESTIÓN

Democrático y participativo en cuanto a la toma de decisiones.
Que se nos consulte sobre la organización y gestión de nuestro centro. Que haya transparencia en la toma de decisiones, que la información sobre el propio centro fluya entre los distintos sectores educativos. Entendemos la discusión como un proceso enriquecedor donde sea posible aprovechar ésta para compartir y/o confrontar ideas o puntos de vista sobre nuestra labor educativa.
Que cada sector participe según sus competencias, favoreciendo el diálogo y la coordinación entre todos.

Que haya un buen clima de trabajo y cooperación entre el profesorado.
Entendemos como fundamental que exista un clima de cordialidad y respeto entre los compañeros del centro ya que las relaciones fluidas entre el profesorado pueden condicionar en gran medida muchas de las decisiones que se adopten.
bajo diario en del centro a partir del trabajo colectivo, en equipo
el diálogo

Que cada colectivo de la comunidad educativa participe desde su rol pero con un objetivo común.
fomentar el trabajo coordinado de los distintos sectores para favorecer la coherencia
compromiso de los distintos sectores
ello exige trabajo en equipo, compartir, unidad, cohesión