El microprocesador es un componente electrónico. Es el “cerebro” de los ordenadores: interpreta todas las instrucciones, toma “decisiones”, realiza todos los cálculos que necesite, atiende y controla todos los dispositivos del ordenador. Todo lo anterior lo hace en “su lenguaje” propio: el código binario. Nosotros tenemos el código castellano: 27 letras para formar palabras con las que formamos frases que poseen información. El código binario sólo tiene 2 “letras”: el “0” y el “1” y con ellas se construyen, combinándolas, todas las “palabras” y, finalmente, información que maneja el microprocesador.
Un microprocesador Intel i7 de cuatro núcleos con su encapsulado
El interior del anterior microprocesador con sus cuatro núcleos o “core” (cada uno un cerebro) y las memorias caché, independientes para cada núcleo, con las que intercambian velozmente la información: instrucciones y/o datos que provienen de la memoria RAM que está en la placa base.
Aquí una microfotografía del interior de otro microprocesador. Se distinguen las conexiones que llegan a los “pines” (dorado). También se ve la estructura interna donde hay un procesador y un co-procesador matemático así como caché interna y registros. (Puedes ampliar las fotos haciendo clic en ellas)
Como se explica en el siguiente vídeo, para su fabricación, se parte de un tipo concreto de arena con silicio. Sí, el componente más sofisticado de la tecnología, utilizado en ordenadores, portátiles, móviles, aviones, satélites, coches, algunos electrodomésticos… se hace con arena. Con tratamientos térmicos se transforma en la oblea (finos discos) de silicio puro, que es cortada finamente para construir sobre ella el microprocesador (realmente se construyen muchos a la vez).
Se denomina circuito integrado, debido al hecho de que aúna en su interior millones de componentes de tamaño reducidísimo (escala atómica) para desempeñar sus funciones (hay transistores y muchos componentes electrónicos más). El componente básico es el transistor. Mediante el proceso de fotolitografía se “construye”, a capas, estos componentes electrónicos (como un gran sandwich), minuto 6.0.
Gracias a la investigación científica y la innovación tecnológica, aproximadamente cada 18 meses, se duplica la velocidad de proceso de los microprocesadores (esto se conoce como Ley de Moore), por lo que los precios bajan mucho.
Por otro lado están los super ordenadores, que son otra dimensión de esta máquina automática a una escala difícil de imaginar.
En bachillerato, lo estudiamos más en profundidad en la materia Tecnología Industrial II