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Pilotaje de los materiales

Todo material educativo que pretenda ser difundido o generalizado debe ser testado y puesto a prueba previamente, con el fin de evaluarlo y de detectar e identificar las mejoras que fueran necesarias.

Desde esta premisa, tras el proceso de diseño, los materiales se aplican en una selección de centros educativos diversos, para evaluar su viabilidad en un contexto real y para recoger propuestas y sugerencias de mejora.

Las propuestas de cambios en las dinámicas de aula y de introducir diversas metodologías innovadoras en el Programa Brújula20, pueden generar inseguridad y temor inicial en el profesorado que debe pilotarlas. Por ello, en la estrategia para el pilotaje en centros, se incluyen diversas medidas que contribuyan a reducir esa incertidumbre inicial que genera todo cambio. Entre esas medidas se destacan:

  • La dotación a estos centros educativos con recursos TIC que les posibiliten desarrollar las actividades que integran TIC entre sus recursos, para el desarrollo de la competencia digital.
  • Creación de un espacio virtual en el que se le ofrecen los materiales a aplicar y recursos de apoyo y autoformación.
  • El diseño de un Itinerario formativo específico certificado (100 horas) para el profesorado del pilotaje de Brújula20. Esta acción formativa, diseñada específicamente para el Programa, se inició de forma experimental en coordinación con el Servicio de Perfeccionamiento del profesorado. Dicho diseño contempla y “reconoce” las siguientes acciones: las formación presencial realizada en acciones puntuales de ámbito insular del conjunto del profesorado participante en el pilotaje de Brújula20, la formación presencial en el propio centro, la impartida por el profesorado mentor de Brújula20, la formación realizada de forma online durante el estudio y preparación de las SA y sus recursos, y la formación producto de la aplicación en el aula, con el acompañamiento puntual en docencia compartida del profesorado mentor del Programa Brújula20. Hay que destacar el valor de esta última en el sentido de que se aprende “para y durante” la práctica.
  • La mentoría, o lo que es lo mismo el asesoramiento y apoyo al profesorado del pilotaje, realizada por las personas mentoras del equipo de Brújula20.
  • Otra medida importante a contemplar es el explicarle a las familias lo que persigue el Programa ya que en algunos casos estas muestran su resistencia al cambio y preocupación motivada por la ausencia de libros de texto y la falta de referente, desde su perspectiva, para medir el aprendizaje de sus hijos. Por ello en todos esos casos el profesorado mentor de Brújula20, colabora y apoyando a profesorado o directivas de centros para explicar en reuniones con familias los objetivos y fundamentos del programa.

Tras la aplicación de cada situación de aprendizaje el profesorado la evalúa en aspectos tales como: cantidad, utilidad de las actividades, valoración de los recursos, utilidad y viabilidad impacto en el profesorado en cuanto a que facilite su innovación, tarea docente, etc.

En esta evaluación también aporta propuestas y sugerencia de mejora, así como la detección de errores, erratas etc. Estas últimos son muy importantes por ello el equipo de coordinación de Brújula se mantiene alerta durante todo el pilotaje para atender estas incidencias y aplicar las medidas correctoras necesarias.

Aplicación de mejoras

Una vez evaluadas las SA por el profesorado, se recopilan todas las propuestas de mejora, se valoran y todas aquellas que sean estimadas se incorporan a las situaciones de aprendizaje, las cuales vuelven a maquetarse con carácter definitivo.

Mentorías

Otro aspecto que desde la coordinación del Programa Brújula20 se considera clave, ha sido la labor de mentoría, asesoramiento y apoyo al profesorado del pilotaje, realizada por las personas mentoras del equipo de Brújula20.

La misión u objetivo fundamental de la mentoría es apoyar en el arranque al profesorado que, aun estando motivado para la innovación, no suele dar el salto definitivo, ya sea por la inseguridad ante los efectos que tienen inicialmente los cambios en las dinámicas de aula provocadas por las metodologías propuestas, por las dificultades de gestión de aula que surgen inicialmente cuando, ni profesorado ni alumnado, está habituado al movimiento y actividad que implican las dinámicas de trabajo cooperativo, o bien porque desconoce cómo  utilizar determinados recursos TIC con confianza en solitario. Y es en este sentido, en el que disponer de una figura que apoye y acompañe con un mensaje que tranquilice, explicando que el cambio pasa por un proceso y evolución que va regulándose con la práctica, es crucial para que el profesorado no aborte o abandone la tentativa de la transformación hacia la innovación educativa.

Por consiguiente, el principio o fin de la labor de mentoría es apoyar e impulsar el arranque, pero con el fin de que el profesorado vaya adquiriendo y/o fortaleciendo aprendizajes para la gestión del aula, para la aplicación de nuevas metodologías y el uso de recursos TIC de manera que tras la experimentación pueda asumir la innovación de forma autónoma.

Las tareas de mentoría se han desempeñado combinando el apoyo y asesoramiento en los centros del pilotaje (individual, pequeño grupo, claustro, etc.) con actividades formativas y de docencia compartida en el aula.