EL LOGOTIPO: Nueva identidad
El centro educativo apostó, entre los años 2016 y 2018, por renovar y modernizar su imagen exterior a través de un proyecto colaborativo desarrollado por el Departamento de Educación Plástica y Visual. Esta iniciativa nació con la idea de crear una nueva imagen que representara no solo al centro, sino también al entorno natural y cultural que nos rodea.
Para ello, se propuso al alumnado un proyecto creativo que culminó en la elaboración de nuestro actual logotipo. La alumna ganadora del concurso, la estudiante de 4ºB Miriam Ortíz Robles, logró combinar de forma armoniosa algunos de los elementos más característicos de nuestro paisaje, como las palmeras y las olas del mar, reflejando así la identidad y el espíritu de nuestra comunidad educativa. Posteriormente, su profesor de Plástica, Ángel Hernández Ruíz, se encargó de maquetar y perfeccionar el diseño, adaptándolo a los distintos formatos y usos del centro.
LA MASCOTA: La paloma Picolisto
De igual forma, se llevó a cabo un concurso para elegir la mascota que nos acompañaría como símbolo cercano y simpático de nuestra identidad. En esta ocasión, participaron los cursos de 3º y 4º de ESO, quienes presentaron originales propuestas. La mascota elegida fue Picolisto, una paloma estudiosa que rinde homenaje a una de las aves más representativas de nuestro entorno y al nombre de la localidad: El Tablero de Maspalomas.
Gracias a este proceso participativo y creativo, hoy contamos con una imagen corporativa que nos identifica y con la que todo nuestro alumnado y profesorado se siente representado.

El compromiso del centro por transformar y embellecer sus espacios exteriores continuó durante el curso escolar 2018, cuando se llevó a cabo una importante intervención artística en la fachada principal del edificio. Gracias, una vez más, al impulso y coordinación del Departamento de Educación Plástica y Visual, se invitó a participar a la reconocida agrupación artística BOA MISTURA, especializada en intervenciones urbanas con un marcado carácter social y cultural.
Este proyecto se desarrolló de forma colaborativa, implicando activamente al alumnado del centro en el diseño y ejecución de la nueva imagen de la fachada. Como elemento central de la intervención se seleccionó un fragmento de la canción «Sin miedo», de la cantautora canaria Rosana Arbelo, cuya letra transmite un mensaje de superación, libertad y esperanza que conectó de inmediato con la comunidad educativa.
La frase elegida para resaltar la entrada principal del centro fue:
«Las calles se confunden con el cielo, y nos hacemos aves, sobrevolando el suelo».
Desde entonces, este mensaje se ha convertido en el lema oficial del centro educativo, simbolizando la capacidad del alumnado de ampliar sus horizontes, sin perder de vista sus raíces ni el entorno que le rodea.
Este proyecto de transformación artística ha supuesto no solo una mejora estética del centro, sino también una oportunidad para fomentar la creatividad, el trabajo en equipo y el sentimiento de pertenencia de toda la comunidad educativa.





















