Vivimos en una época donde parece que todo se está replanteando. Los países tienen nuevos problemas, los países no funcionan en las antiguas organizaciones políticas. Los principios que antes eran de unión ahora se resquebrajan. Europa en crisis, Estados Unidos conmocionado con el nuevo presidente, Reino Unido se separa de Europa… Parece que en la era más tecnológica jamás antes vivida, las personas están más perdidas que nunca.
Pero esto, algunas mentes privilegiadas, ya lo veían venir…
«La ciencia es más que un cuerpo de conocimiento, es una manera de pensar. Tengo un presagio para la época de mis hijos o mis nietos, cuando Estados Unidos sea una economía de servicios e información; cuando casi todas las principales industrias manufactureras se hayan ido a otros países; cuando los increíbles poderes tecnológicos estén en manos de muy pocos, y nadie que represente el interés público pueda si quiera comprender los problemas; cuando la gente haya perdido la capacidad de establecer sus propias agendas o cuestionar sabiamente a los que tienen autoridad; cuando, abrazados a nuestras bolas de cristal y consultando nerviosamente nuestros horóscopos, con nuestras facultades críticas en declive, incapaces de distinguir entre lo que se siente bien y lo que es verdad, nos deslicemos de vuelta, casi sin darnos cuenta, en la superstición y la oscuridad».
«El mundo y sus demonios». Carl Sagan, 1995