EL REY QUE BORDABA ESTRELLAS

 Un cuento para contar el DÍA DE LA PAZ

( y todos los días del año)

PORTADArey

Nadie entiende a un rey que borda hermosos cielos estrellados para sus súbditos. Su deseo es hacer felices a los que viven en su país. Otros reyes hacen la guerra, tienen tesoros, aman el lujo. Cada noche brillan palabras en las estrellas

En mi colección de álbumes ilustrados no podía faltar esta joya de la palabra ( Ernesto Rodríguez Abad)  y la ilustración (Victor Jaubert) de Diego Pun Ediciones que ocupa estos días un lugar preferente en el aula. El viernes 30 se celebra el DÍA ESCOLAR DE LA NO VIOLENCIA Y LA PAZ con diversas actividades y propuestas didácticas. Es un día para compartir con toda la comunidad educativa y celebrar juntos algo tan esencial como la ausencia de guerras y conflictos bélicos. Ese día solemos vestirnos de blanco. Decorar nuestras cabezas con palomas. Entonar canciones de paz. Leer manifiestos. Juntar manos. Aplaudir poemas. Crear historias con moraleja. Escribir finales felices. Contar cuentos.

En la HORA DEL CUENTO ( ya saben, ese ratito después del recreo donde nos adentramos en el mundo mágico de la literatura infantil) les contaremos el cuento y, al igual que nuestro rey, bordaremos la palabra PAZ en los corazones de quienes nos escuchan. Y se quedará ahí, tatuada para siempre. Y así, cada día del año ( aunque no sea el DÍA DE LA PAZ)  la rescataremos para resolver los conflictos del aula. Y escribiremos en las estrellas palabras mágicas como: amor, risa,amigo, gracias, colega, canción, compañero, feliz, sol, corazón o bailar . Sabias palabras que usaremos cada día. Precioso legado de nuestro rey que bordaba estrellas. Y todos sonreiremos de felicidad. JA.JA.JA.JA  ( y las pintaremos de colores, y las rellenaremos de papeles brillantes y las recortaremos para colgarlas por toda la clase).

Inventaremos entonces nuestros propios cuentos, o nuestras frases de paz.

¿Qué es la paz para ti?

(Respuestas de los niñas y niñas de la clase de tres años)

  • Amor ( pero lo tienes que escribir  grande, con letras mayúsculas, como mi nombre)
  • Cantar juntos canciones de paz
  • Cariño
  • Dibujar caras de papás y mamás sonriendo
  • Saltar en el patio con mis amigos
  • Colorear corazones rojos ( síiiii, con purpurina brillante)

Inventamos un cuento:

(Clase de los piratas, tres años)

Érase una vez una princesa que se llamaba Estrella. Vivía en un castillo muy bonito. Al lado había otro castillo que estaba en un lugar feo y oscuro. La princesa vio salir humo de la chimenea del castillo feo donde vivía un pirata. El pirata quería matarla con su espada y su garfio. Y la princesa se murió. Apareció por allí un príncipe que mató al pirata. Le dio un beso a la princesa que se levantó rápido porque ya estaba viva. Fueron juntos al castillo de los caballeros. Cenaron y se durmieron en paz.

Y realizamos muchas más actividades:

  • Cenefas con las huellas de nuestras manos que colocaremos a lo largo de los pasillos uniéndolas a las de nuestros compañeros y compañeras de Educación Infantil.
  • Medallas de la paz con la forma de una paloma
  • Un broche con la bola del mundo y unas manos unidas ( Canción: Las manos del mundo)
  • Dibujos de paz para nuestros compañeros y compañeras de clase
  • Interpretación colectiva de la canción Las manos de mundo de Andy y Lucas apoyados con la lengua de signos
  • Decoración, por aulas, de una parte del mural de las manos del mundo ( a nuestra clase le correspondió el dedo meñique de la mano izquierda).
  • Construir juntos el mural en el pabellón del colegio.

 

 

Y así, el rey que bordaba estrellas para hacer felices a sus súbditos, nos contagió su felicidad y sus deseos de PAZ.

Y el 30 de Enero en el cole……….construimos juntos manos de paz

 

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TANAUSÚ Y EL FANTASMA DEL FARO

Una aventura en la isla de Fuerteventura

 Tanausú y el fantasma del faro 001Texto: María Jesús Cano

Ilustraciones: Pilar Manso

 

El barco llega a Puerto del Rosario con unos minutos de retraso. Justo antes del atardecer Tanausú, un alegre y viajero gnomo, desciende por la escalinata contemplando la espectacular puesta de sol.
En el puerto de la isla majorera le espera, impaciente y nervioso, su amigo Nauzet que tiene su misma edad y con el que Tana, como le llaman sus amigos más íntimos, se lleva muy bien. Juntos crecieron en la vecina isla de La Palma hasta que la familia de Nauzet se trasladó a Fuerteventura por motivos de trabajo.
El padre de Nauzet es farero y es el encargado de la vigilancia y el cuidado del faro de La Entallada.
Tana viaja a la isla para participar con su amigo en el concurso de juegos tradicionales canarios que este año se celebra en Las Playitas, muy cerca de donde Nauzet vive con su familia.
– Hola Nauzet- saluda cariñosamente Tana a su amigo- ¿Has ensayado con el trompo?
– Claro que sí- responde Nauzet sonriendo- y esta vez te voy a ganar.
– Bueno, bueno, bueno, eso habrá que verlo- contesta Tana- he estado ensayando mucho estos días y creo que yo también puedo ganar.
Tanausú enseña a su amigo su objeto más preciado, un trompo de madera maciza que su abuelo Perico, muy aficionado a este juego, le regaló siendo muy niño y que, según decía , tenía poderes mágicos y ahuyentaba a los fantasmas.
Se abrazan, de nuevo, alegres por volver a verse e inician el largo camino hasta el faro de La Entallada donde viven los padres de Nauzet con su hermano pequeño Aday.
La montaña de Tindaya vigila y protege sus pasos. Esta montaña sagrada que guarda en su interior misteriosas historias y aventuras será testigo, sin saberlo aún, de una aventura fantasmagórica.
Felices y relajados recorren los caminos y senderos de la isla, visitan los pueblos por los que pasan y disfrutan de la comida del lugar.
En Tuineje compran un exquisito queso de cabra que se comen en un santiamén. Hasta ese momento no se habían dado cuenta del hambre que tenían. De postre, unas rapaduras que Tanausú trajo de La isla de La Palma.
Medio kilómetro antes de llegar a Las Playitas cogen el desvío que les llevará al faro; la carretera es empinada y está llena de curvas. Cansados llegan a la colina sobre la que se ve el imponente faro y las maravillosas vistas.
Tanausú y el fantasma del faro 003El faro, una torre cuadrangular de 11 metros de altura, está construido en piedra de color rojo, con azulejos. Sobre la torre hay una cúpula de cristal donde está el faro y justa al lado de la torre está la casa de la familia de Nauzet.

Nauzet enseña a Tana el lugar. Juntos recorren todas las habitaciones del faro. Pero en la parte más alta, muy cerca de la cúpula de cristal, hay una pequeña habitación con una puerta de madera y una gran cerradura que no se puede abrir.
La llave que abre la puerta ha desaparecido y nadie ha entrado en la habitación en años. Es una habitación misteriosa.
Cansados del viaje y, después de una magnífica cena, se acuestan a dormir en la misma habitación en dos literas. Nauzet duerme en la litera de abajo y Tana en la litera de arriba.
Sin embargo Tana no puede dormirse, está inquieto y no para de dar vueltas y más vueltas en la cama.
En los últimos años en el faro han sucedido acontecimientos extraños y sorprendentes. Luces que se encienden y apagan solas, barcos que chocan contra las rocas del acantilado, una misteriosa sábana blanca que, por las noches, tapa la luz del faro o unos sonidos extraños que se confunden con el fuerte viento.
De repente Tanausú escucha una voz que viene de la habitación misteriosa.
– Tanausúuuuuuuuuuu, Tanausúuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.
– ¿Quién eres?- pregunta Tana con voz temblorosa.
– Soy el fantasma del faro. Escucha el sonido del viento que te traerá mis palabras.
Tanausú escucha el fuerte viento que azota las paredes del faro y que trae las palabras del fantasma.
– Mi nombre es Sustón y necesito que me ayudes a salir de esta habitación- susurra el fantasma a Tana.
– ¿Y cómo puedo ayudarte?- pregunta asustado Tana.
– Tienes que encontrar la manera de abrir la puerta para que salga de este cautiverio- le dice el fantasma.
– ¿Para qué quieres salir?- pregunta, de nuevo, Tana.

Tana no obtiene respuesta. Sólo se oye el sonido del viento y la respiración de su amigo Nauzet que duerme plácidamente.
A la mañana siguiente, después de desayunar un gran tazón de leche con gofio, Tana y Nauzet se dirigen a Las Playitas para participar en el concurso de juegos tradicionales.
Con la emoción de los acontecimientos de la noche anterior y la cabeza en otro sitio Tana se olvida el trompo de su abuelo Perico en casa y su amigo Nauzet le presta uno de los suyos.
Tana enrolla la cuerda alrededor del trompo y dándole un fuerte tirón lo hace caer al suelo donde empieza a dar vueltas y más vueltas sin parar hasta que comienza a inclinarse perdiendo su movimiento y se muere.

Nauzet tiene más suerte en el concurso y queda en segundo lugar. Tana se alegra por su amigo que recibe una medalla de color plata y se dice a sí mismo que lo importante es participar.

Tanausú y el fantasma del faro 005

Regresan al faro cansados y emocionados. Después de cenar se acuestan y Nauzet se duerme pronto; sin embargo Tana no puede dormirse esperando nuevamente escuchar la susurrante voz del fantasma.
– Tanausúuuuuuuuuuuuu, Tanausúuuuuuuuuuuuu- se oye la voz del fantasma.

– ¿Qué quieres de mi?- le pregunta Tana- que sigue sin estar convencido de que los fantasmas existan.

– Quiero que me liberes de esta habitación en la que llevo años encerrado- dice el fantasma.

– Pero, ¿por qué no puedes salir de la habitación?- le pregunta Tana.

Y entonces el fantasma le cuenta la historia de su cautiverio.

Hace muchos años, en los acantilados que hay cerca del faro, había una cueva donde los piratas escondían los tesoros de sus capturas.
En aquellos tiempos el fantasma vivía feliz en el faro de La Entallada asustando a los visitantes y recorriendo las habitaciones con su larga sábana blanca.
Pero Sustón no es un fantasma como los demás. A él no le gusta pasarse todo el día asustando a la gente y recorriendo habitaciones, él quiere ser pirata para navegar por los mares del sur, vivir mil aventuras y conocer otros países.
Una noche de luna llena se asomó a los grandes ventanales del faro y vio un barco pirata atracado en los acantilados. También pudo ver cómo unos piratas descargaban del barco uno, dos, tres y hasta cuatro cofres que debían ser muy pesados porque les costaba mucho arrastrarlos.

Tanausú y el fantasma del faro 007De repente, desaparecieron en el interior del rocoso acantilado.
Sustón salió, sigilosamente, de su escondite y bajó volando hasta el acantilado. El barco había desaparecido y no había ni rastro de los piratas.
Pronto descubrió la entrada de una cueva.
– Seguro que es la cueva dónde los piratas escondieron los cofres- pensó Sustón.
La cueva de los piratas estaba oscura y daba miedo aunque todos saben que los fantasmas no temen a la oscuridad así que, despacio y tranquilo, entró en la cueva.
Las paredes eran de roca afilada y Sustón se rasgó en más de una ocasión su impoluta sábana blanca.
Cuanto más avanzaba hacia el interior de la cueva más oscura se volvía sin embargo Sustón estaba acostumbrado a la oscuridad y no tenía miedo, sólo curiosidad.
De repente, en la parte más profunda y oscura de la cueva, descubrió los cofres y el tesoro de los piratas.
Sin pensarlo dos veces cogió uno a uno los cofres y los llevó al faro.
Cuando abrió los cofres y vio los tesoros que los piratas habían saqueado en los centenares de barcos que habían abordado decidió repartir las monedas de oro y las joyas entre los habitantes pobres del pueblo que, al enterarse, hacían largas colas en la entrada del faro.
Cuando los piratas regresaron con más tesoros y descubrieron lo que había pasado lanzaron una maldición pirata contra Sustón y lo metieron en la habitación más alta del faro cerrando la puerta con una llave que lanzaron al mar.
La maldición pirata decía que sólo podría ser rescatado por una persona valiente que descubriera cómo abrir la puerta.
Tanausú escuchó el relato del fantasma y le prometió hacer cuanto estaba en su mano para rescatarlo ya que había sido encerrado por una buena causa: repartir los tesoros entre los pobres del pueblo.
Despertó a Nauzet y le contó la historia del fantasma.
– ¿Qué podemos hacer?- preguntó Nauzet- que ahora entendía los extraños sonidos, las luces que se encendían solas, el faro que se apagaba y las sombras blancas. Era Sustón que trataba de enviar mensajes de auxilio.
– No lo sé- contesta Tana.
Tras reflexionar durante un buen rato se le ocurre una idea.
– Ya sé- comenta Tana- mi abuelo Perico me dijo que el trompo que me regaló tenía el poder de ahuyentar a los fantasmas. Si logramos dar con la fórmula para ahuyentar fantasmas Sustón podrá salir de la habitación misteriosa e irse a otro lugar.

– Tenemos que descubrir el poder del trompo de tu abuelo- dice Nauzet- pero, ¿cuál será su poder?
Tana aprieta fuertemente el trompo entre sus manos buscando indicios de su poder, le da vueltas y más vueltas, lo mira por arriba, lo mira por abajo y sin embargo no encuentra nada extraño.
Lanza el trompo contra el suelo y lo pone a bailar una y otra vez aunque sigue sin descubrir nada.
De pronto recuerda unas palabras de su abuelo: “para que la magia del trompo surta efecto tiene que dar 7 vueltas sin parar antes de morirse, sólo siete vueltas enteras y perfectas, ni más, ni menos”.
-¿Y por qué tu abuelo dijo siete vueltas?- pregunta Nauzet- ¿Por qué no otro número, 3, 4, 5 ó 6?
– Supongo- contesta Tana – que porque el siete es un número mágico y misterioso y en algunas culturas aparece como el número del destino. Siete son los días de la semana, siete son los colores del arco iris, siete son los mares del planeta, siete son las notas musicales y, sobre todo, siete son las islas Canarias.
– Bueno, vamos a intentarlo- comenta Tana- cogiendo con cuidado el trompo de su abuelo Perico.
Suavemente enrolla la cuerda alrededor del trompo y con suma precisión lanza el trompo contra el suelo, con la energía necesaria para que sólo dé 7 vueltas.
El trompo comienza a bailar y da una vuelta, dos, tres, cuatro, cinco, seis y siete vueltas justo antes de caerse al suelo.
– ¡Lo has conseguido!- exclama emocionado Nauzet.
– Sí- comenta Tana- veremos si ha funcionado.
Los dos amigos esperan, emocionados y en absoluto silencio, descubrir el poder del trompo. La espera se les hace eterna y los segundos parecen horas.
De repente se oye un ruido en la parte alta del faro. Un sonido chirriante, como una puerta al abrirse. Una puerta cuyas bisagras hace mucho tiempo que no se engrasan. La puerta de la habitación misteriosa.
Tana y Nauzet se miran y, sin hablarse, suben las escaleras que les llevan a la parte alta del faro.
– ¡Mira, Tana!- dice Nauzet – la puerta de la habitación misteriosa está abierta.
– Es verdad, entremos.
Juntos entran en la habitación misteriosa pero en el interior no hay nada, sólo unos cofres vacíos llenos de polvo y telas de araña.
– Creo que el trompo de mi abuelo Perico ha ahuyentado a Sustón y se ha ido a otro lugar- comenta Tana- ¡Qué pena! Me hubiese gustado conocerle y hablar con él.
– Es mejor así- le dice Nauzet- seguro que ahora vivirá feliz en otro faro o en algún castillo.
– O a lo mejor ha cumplido su sueño de ser pirata y viajar por los mares del sur- dice Tana- abordando los barcos piratas para repartir su tesoro entre los pobres.

Y colorín colorado este cuento de gnomos, piratas, amigos y fantasmas se ha acabado.

COMPRENSIÓN LECTORA

 

CUESTIONARIO ( Rodea  la  respuesta  correcta):

 1. ¿ En qué isla nació Nauzet, el amigo de Tanausú que vive en Fuerteventura?

A) En la isla de Lanzarote.

B) Es evidente: en la isla de Fuerteventura.

C) En la isla de San Borondón.

D) En la isla de La Palma.

 2- ¿Qué poder mágico tenía el trompo que Perico, el abuelo de Tanausú, le regaló?

A) Convertía el agua en vino.

B) Ahuyentaba a los fantasmas.

C) Era un trompo que nunca dejaba de girar.

D) Convertía a los fantasmas en personas.

 3.¿Qué significa el término santiamén?

A) Que todos son muy buenos y santos.

B) Algo que se hace muy  rápido, al instante, al momento.

C) Algo que es muy bueno, buenísimo.

D) Que hay que santiguarse al entrar a una iglesia.

4. ¿Dónde se encuentra la habitación misteriosa del faro?

A) En el sótano.

B) Justo al lado de la despensa de la cocina.

C) Detrás del cuarto de baño.

D) En la parte más alta del faro, cerca de la cúpula de cristal.

5. Indica cuál de estos acontecimientos no ha tenido lugar en el faro en los últimos años.

A) Una sábana blanca tapa la luz del faro por las noches.

B) Los barcos chocan contra los acantilados.

C) Los marineros borrachos lloran desconsolados.

D) Unos sonidos extraños que se confunden con el fuerte viento.

6. ¿Cuál es el nombre del fantasma del faro?

 A) Francisco Alfarero.

B) Sustón.

C) Miguel

D) Wally

 7. ¿Por qué el fantasma del faro no era como los demás fantasmas?

A) Porque su sábana no era de color blanco.

B) Porque le gustaba bañarse en Las Playitas.

C) Porque quería ser policía.

D) Porque quería ser pirata para navegar por los mares del sur.

 8. ¿Qué hizo el fantasma con las monedas y las joyas de los cofres de los piratas?

A) Los repartió entre los pobres.

B) Se sacó un billete para Hawai y se dedicó a la buena vida.

C) Construyó un nuevo faro.

D) Construyó una nueva iglesia.

 9. ¿A qué se debían los fenómenos extraños del faro?

 A) A que Sustón enviaba mensajes de auxilio.

B) A que Perico no podía dormir por las noches.

C) A que un fantasma practicaba con el trompo después de medianoche.

D) A que un fantasma salía a bailar con su amada.

10. .¿Qué había que hacer para que la magia del trompo surtiera efecto?

 A) Lanzarlo con mucho cariño.

B) Lanzarlo y que diera exactamente siete vueltas.

C) Lanzarlo y que girase sobre una roca volcánica.

D) Lanzarlo y que no parase de girar.

 

NOTA:
10   aciertos =  109   aciertos    = 8,5

8   aciertos    = 7

7   aciertos   = 5,5

6   aciertos  = 45   aciertos   = 2,5

4   aciertos = 1

MENOS  DE 4  ACIERTOS = 0

 

 

 

 

TANAUSÚ Y LA CUEVA DEL OSO PARDO

Una aventura en Asturias

Texto: María Jesús Cano

Tanausú y el pais de las flores 020

Ya era de noche en la isla de La Palma y el cielo estaba cubierto de estrellas cuando Tanausú, el gnomo aventurero, descubrió un folleto entre los matorrales del bosque donde vivía. Lo cogió con ambas manos,  lo dobló y lo guardó en su bolsillo. Tana, como llaman sus amigos a este trotamundos, detective y aprendiz de brujo acaba de regresar a la isla después de viajar por todo el Archipiélago. Observa de nuevo el folleto y nota ese cosquilleo tan familiar como si un ejército de hormigas estuviera caminando por su estómago. Es la señal inequívoca de un sentimiento más profundo que la profundidad del océano. Es la señal de la aventura. Del deseo de recorrer  mundo. El folleto, que tiene el sello de una agencia de viajes de Los Llanos de Aridane, está doblado por la página “rutas de montaña y senderismo por el norte de España”.  Su mirada se posa en una fotografía del bosque de los Oscos, Reserva de la Biosfera, que se encuentra en el Principado de Asturias. Le llama la atención la Ruta de los Bosques y ni corto ni perezoso se dirige a la agencia. Sin pensarlo dos veces, ni tres, ni cuatro, compra un billete para Asturias. El avión le parece enorme y las azafatas muy simpáticas. Aterriza en el Aeropuerto de Asturias una tarde de intensa lluvia. Por la ventanilla observa las gotas que chocan contra el cristal. Huela a tierra mojada, a bosque y salitre. La cercanía del mar le recuerda su isla bonita y los árboles su hogar. El camino hasta la ruta de los bosques es largo y peligroso pero Tana está más que acostumbrado a las inclemencias del tiempo y las largas caminatas. Tras varios días de recorrido llega a Villanueva de Oscos y se hospeda en una típica casona asturiana. Los dueños son muy amables y le instalan en una habitación muy confortable. Una cama grande y con dosel velará sus sueños de aventura. Desde el enorme ventanal contempla el paradisíaco paisaje astur. Bosques de abedul, roble y castaño se mecen al compás del viento componiendo una hermosa canción de cuna. Cansado del largo viaje se duerme pronto. No escucha las pisadas ni la socarrona risita del duende que habita en su misma habitación. Que se mete en su misma cama. Que registra su mochila y mordisquea un pedacito de queso de almendra que trajo de La Palma. Un duendecillo travieso y juguetón que viste una camisa roja y un gorro del mismo color. Tiene un agujero en la mano izquierda y cojea de una pierna. Aunque, normalmente, vive en el trastero o en los sótanos de las casas suele meterse en las habitaciones de los huéspedes para cambiarles las cosas de sitio, hacer ruiditos extraños, despertarles con cosquillas o robar comida. Pero Tana está tan cansado que no oye nada de nada. El trasgu, que así se llama este travieso gnomo, cansado también de que no le haga caso, regresa al desván de la casa.

– Mañana será otro día- piensa el trasgu- y entonces este gnomo intruso sabrá de mí.

A la mañana siguiente Tana se levanta temprano para desayunar. En la mesa le están esperando los manjares de la tierra. Pan, mermelada casera de manzana, un gran tazón de leche y un surtido de quesos asturianos. Su favorito es el queso de la peral que unta con sumo cuidado en el pan de maíz recién salido del horno y que allí se llama “boroña”

– ¡Ummmmmmmm! Este pan está riquísimo- comenta Tana en voz alta.

– Gracias- le responde Telva, la dueña de la casona- lo hacemos nosotros mismos aquí en la cocina de carbón.

– ¿Cuántos kilómetros tiene la ruta de los bosques?- le pregunta Tana a Telva.

– Son sólo ocho kilómetros- dice Telva- Hay que ir dirección Santalla y coger el camino que sale a la derecha. Verá una fuente. Y siga la ruta. No tiene pérdida.

– Gracias- responde Tana- cogiendo su mochila color canelo. Esa mochila que le ha acompañado en tantos viajes por sus queridas islas y que ahora vivirá una nueva aventura en tierras asturianas. Aunque él aún no lo sepa.

Y lo que tampoco sabe Tana es que unos ojos vivarachos están observando sus pasos desde el ventanuco del desván. El trasgu vigila cada paso de Tana que ahora se aleja de la casa en dirección a la ruta de los bosques. Avanza despacio por una carretera bordeada por  castaños, abedules y robles. En Santa Eufemia visita una pintoresca capilla y cruza el puente de Castañeira con una enorme sonrisa en la cara. Está feliz, relajado y tranquilo. No se imagina lo que se avecina. La ruta se hace más empinada y, fatigado, llega a un frondoso bosque de abedules. Tana está extasiado con la belleza del lugar.

– ¡Qué hermosos los oscos!, ¡qué tierra tan singular!- piensa Tana- y esos prados verde esmeralda, y esos brezos, y esos tojos enmarañados, y esos….¿osos?

Tana se queda inmóvil en mitad de la ruta. Justo enfrente, a pocos pasos, un enorme oso camina pausadamente por la senda justo en su misma dirección.

– ¿Y ahora qué hago?- se lamente Tana.

El oso pardo, ajeno a las inquietudes de Tana, come tranquilamente los frutos y bayas silvestres que encuentra al borde del camino. Tana da uno, dos, tres y hasta cuatro pasos atrás y vuelve, sigiloso, por el mismo camino. En cuanto pierde de vista al oso pone pies en polvorosa. Nervioso y fatigado llega a la casona.

Telva escucha sorprendida el relato de Tana.

– No es frecuente encontrar osos por estos lugares- explica Telva- y menos ahora que el invierno está cerca y se refugian en sus oseras a hibernar.

– Pues le digo que era un oso pardo enorme- replica Tana- y allí estaba en medio de la ruta.

– Habrá que avisar a los guardas forestales- se aleja murmurando Telva camino de la cocina. Y siguió hablando de un potaje de berzas que iba a preparar y que Tana no había probado aún. Poco se imaginaba Tana lo que le esperaba en su habitación. Ni la nueva aventura que le aguardaba.

Cuando entró en su habitación lo encontró todo desordenado y cambiado de sitio. Durante varios minutos se mantuvo inmóvil. Indeciso. Casi acobardado. Temía la presencia de un ladrón en la habitación. De pronto dio un grito al descubrir saliendo del armario un ser diminuto vestido de rojo. Y se acordó de las largas charlas con su padre sobre los gnomos y duendes del bosque que vivían en otras tierras. Recordó que su padre le había hablado de unos duendes muy traviesos que vivían en las casas asturianas y que, en ocasiones, causaban grandes destrozos.

El diminuto duende al ser descubierto por Tana, se acercó a él y le tendió la mano.

– Hola colega- mi nombre es Pelayo, pero todos me llaman Pelayín.- Y tras una breve pausa añadió-: soy el trasgu de esta casa y tú ¿quién eres?

Sus palabras sorprendieron a Tana que no estaba acostumbrado a tanto descaro. Comprendió que tenía que echar a ese intruso de su habitación pero de su boca no salía palabra alguna. Justo en ese preciso instante Telva avisaba para la cena.

– Baja a cenar- y no digas a nadie que me has visto….- ordenó el trasgu con voz firme. Después de cenar, vuelve aquí y espérame….

– ¿Qué tengo que esperar?- Tana se sorprendió de su pregunta

– Pues a que todos estén dormidos. Y luego……

– ¿Y luego qué?- otra vez Tana se sorprendió de su pregunta.

– Luego, vuelve. Te estaré esperando. Y te contaré una historia.

Tana estaba intrigado y con ganas de saber más pero bajó al comedor a cenar. Seguía sorprendido por lo ocurrido. Pero sobre todo por no haberse enfadado con el trasgu, a pesar de haber entrado en su habitación sin permiso.

Después de una suculenta cena Tana regresó a su habitación. El trasgu había dejado la ventana abierta del par en par. El olor del bosque inundó la estancia y Tana se sintió como en casa. No había rastro del trasgu. Llegó a pensar que todo había sido fruto de su imaginación. Pero no. La habitación seguía desordenada, sus cosas tiradas por el suelo y en la colcha podían verse restos de comida.

– Hola colega- ¿estaba buena la cena?. Telva es una gran cocinera- gritó Pelayín desde el otro extremo de la habitación- . Se había escondido en el cuarto de baño. Tenía pasta de dientes en la boca y un peine en la mano izquierda.

– ¿Tú no sabes respetar las cosas de los demás?- le preguntó con cara de enfado Tana.

– Bueno, bueno… no estamos aquí para que me sermonees. Vine a contarte una historia pero si quieres que me vaya….- replicó Pelayín.

Tana comprendió que con este trasgu no se podía razonar. De momento seguiría la corriente a ese duende impertinente. Ya le daría su merecido más adelante.

Pelayín, al que le gustaba contar sus historias y travesuras, se sentó en el borde de la cama. Tana cerró la persiana de su habitación no sin antes echar un vistazo al espectacular paisaje. Sin duda un auténtico paraíso natural (como decían las agencias de viaje)  El trasgu carraspeó hasta tres veces y comenzó su relato.

-¡Ay, colega!, no te vas a creer la historia que te voy a contar- empezó diciendo Pelayín

– Todo empezó el día en que me crucé con un oso en mitad de la ruta de los bosques y lo seguí hasta su cueva.

– ¿Así que tú también viste el oso?- interrumpió Tana

Pelayín soltó un taco y, furioso, saltó de la cama con tan mala fortuna que acabó de bruces en el suelo. Tana no pudo evitar soltar una carcajada que enfureció aún más al trasgu que salió cojeando de la habitación.

Tana se quedó pensativo y solo. Aquel trasgu era impredecible, insolente e impertinente. Durmió toda la noche de un tirón al arrullo del viento del norte. Soñó que soñaba sueños. Sueños de osos.

Dispuesto a recorrer, por fin, la ruta de los bosques Tana salió temprano esa mañana. El paisaje le pareció aún más espléndido y espectacular. Cuando llegó al punto donde se había topado con el oso sintió un ligero retorcijón en el estómago pero al comprobar que nada ocurría siguió el itinerario trazado. Abandonó el bosque y se encontró con un caserío abandonado. Más adelante enfiló un empinado sendero donde  encontró una piedra singular con forma humana. Se subió  a lo alto de la piedra para contemplar las vistas y entonces fue él quien se quedó petrificado. Ahí estaba el oso. Cabizbajo y meditabundo. Desde luego no se parecía en nada a la fiera salvaje que había imaginado. Su oscuro pelaje brillaba con cada pequeño rayo de sol que se filtraba en el gris del cielo. Sus ojos tristes miraban el horizonte. Y sus gruñidos eran casi imperceptibles.

Tana, que había perdido el miedo por completo, llamó al oso.

– Acércate oso. Ven aquí.

El oso se dio la vuelta y miró a Tana con asombro. Se quedó pensativo. Avanzó unos pasos, muy despacio, dibujando huellas en el suelo mojado. Moviendo su gran cabeza de un lado a otro. Indeciso. Se acercó a Tana. Nunca había visto el oso un gnomo. Le pareció un ser pequeño y frágil. Pero valiente, muy valiente. Lo olisqueó como se olisquea una flor. Con ternura. Con amor. Le miró a los ojos y, así, sin más se dio media vuelta y con su andar pesado regresó al bosque. A su cueva. Tana comprendió al instante que el oso quería que lo siguiese. Sus dotes detectivescas no le habían fallado nunca. Había resuelto varios misterios en sus islas afortunadas. Y esta extraña situación era, sin ninguna duda, un misterio. ¿Desde cuándo huía él de los misterios? Siguió las huellas del oso hasta la cueva. Vio cómo se sentaba delante de la osera y cómo, con sus patas, iba arañando el cemento que tapiaba su morada. Su refugio. El invierno no había hecho más que comenzar. Las primeras nevadas estaban próximas y el oso tenía que entrar en la cueva para su sueño invernal. La hibernación anual de los osos. Su vida corría peligro si no entraba pronto en la cueva. Con su hocico olisqueaba el cemento. Con sus garras dibujaba caminos a la entrada de la cueva. Algún desalmado había tapiado la cueva. El oso buscó entonces la mirada de Tana que prometió buscar ayuda. Atravesó un frondoso bosque de robles y regresó a la ruta. Siguió el camino pensativo, imaginando las posibles soluciones.

En la casona le estaba esperando Pelayín a quien ya se la había pasado el enfado. Tana empezó a contarle la triste historia del oso que no podía entrar en la osera. Cada vez que Tana relataba algún detalle la cara de Pelayín se iba volviendo del color de su camisa. Parecía que el gorro se había desteñido en su cara de lo colorado que estaba. Tana empezó a sospechar que el trasgu tenía algo que ver con el misterio de la cueva tapiada. Como el duende no decía nada y su cara se ponía cada vez más colorada Tana dedujo que el trasgu era el culpable. Esta vez sí que se había pasado de la raya con las travesuras. Había que darle un buen escarmiento.

Tana habló con Telva de la cueva tapiada y que sospechaba del trasgu. Como Telva estaba harta de los destrozos que Pelayín hacía en la casa se alió con Tana y entre los dos planearon la forma de deshacerse de él. Querían darle un escarmiento y así, de paso, ayudar al oso. Telva, que había probado ya todos los trucos para deshacerse del trasgu sin resultado alguno, pensó en un nuevo reto. En el concejo todos saben que el truco para deshacerse definitivamente de los trasgus es retarles a hacer tareas que le sean imposibles de realizar. Así se enfadan y se van.

Telva y Tana trazaron un plan infalible para deshacerse del trasgu y salvar al oso de una muerte segura.

– Mira Pelayín- dijo Tana- ya sabes que Telva está harta de tus travesuras y que está deseando echarte de esta casa. Incluso pensó en mudarse pero la última vez que lo intentó tú fuiste con ella.

– Si van todos de casa mudada voy yo también con la mía gorra encarnada- sentenció el trasgu-. No se pueden librar de mí tan fácilmente.

– Pues ayer escuché cómo Telva ingeniaba una nueva prueba para deshacerse de ti. Tienes que dormir toda la noche en la cueva de un oso pardo sin que te haga ningún rasguño.

– Qué bobos estos humanos…. Este desafío es muy fácil. ¿Acaso no sabe Telva que los osos hibernan en las cuevas y que no hay nadie que los despierte? En una cueva estoy más a salvo de los osos que en mitad del bosque.

Pelayín aceptó el reto. Sólo había un problema. En la única cueva que había por los alrededores no se podía entrar porque él la había tapado con cemento. Nunca una broma se había vuelto contra él. Tenía que quitar el muro de cemento. Tenía que entrar en la cueva. El trasgu habló con los duendes de las casas vecinas prometiéndoles que si le ayudaban ellos también se quedarían para siempre a vivir en las casas que habitaban. Entre todos cogieron picos y palas y corrieron al bosque. Cuando llegaron a la cueva el oso no estaba. Entre todos, en pocas horas, despejaron la entrada de la cueva y se metieron dentro a pasar la noche. Cuando el oso volvió  vio la cueva despejada entró y se durmió. Faltaban solo unas horas para el amanecer cuando el trasgu fue a la entrada de la cueva para salir victorioso del reto. Saltó por encima del oso que roncaba escandalosamente. Pero cuando Pelayín quiso salir de la cueva  la encontró tapiada otra vez. Entre maldiciones, tacos y gritos no oyó el trasgu unas carcajadas al otro lado del muro.

– Hasta la próxima primavera en la cueva te quedarás- gritaron Tana y Telva desde el otro lado- y así un buen escarmiento recibirás. Y travesuras no volverás a hacer jamás.

Y se alejaron por el sendero dejando al trasgu encerrado en la cueva del oso hasta la primavera. Sólo entonces abrirán la cueva y liberarán a Pelayín de su encierro y escarmiento.

Y colorín, colorado este cuento de osos, trasgus y escarmientos se ha acabado. Y hasta la verde Asturias te ha llevado.

De la soledad del escritor al bullicio del educador: reflexiones sobre el proceso creativo

 

Escribir es un oficio que se ejerce en soledad. Tus ojos observan el folio vacío, níveo e inmaculado.Tu mente rebosa ideas, acciones y situaciones prendidas de una historia, de un argumento verosímil y provocador de emociones. Las palabras se van cosiendo y descosiendo en cada puntada.En cada tecla.En cada movimiento de la mano.En cada parpadeo.Se unen en  un juego de letras y oraciones  . Unas veces se agarran fuerte de la mano, otras se separan para formar nuevas alianzas.Nuevas y más evocadoras sensaciones.Y asi va surgiendo un relato, un cuento, una historia para contar y ser contada.Para leer en la comodidad del hogar o en el bullicioso contexto escolar. Mis cuentos nacen del aula para el aula.Son un complemento del currìculo escolar.Lo acompañan y apoyan.Lo enriquecen. Los textos narrativos forman parte de pleno derecho de la vida del aula. Buscamos aquel texto que encaje con la situaciòn de aprendizaje que estamos creando y desarrollando juntos.O lo inventamos entre todos. Textos colectivos, contextualizados y significativos que nos acercan al universo literario. Y se escriben allí en el bullicio creativo del aula. A continuación se  ilustran o se dramatizan según la ocasión y el tipo de texto.

Educar es un oficio que se ejerce en compañía. Una de las actividades que más me satisface hacer con mis pequeños alumnos es inventar cuentos colectivos. A ellos les divierte crear sus propios cuentos e inventan historias fantásticas que les trasportan a ese universo onírico de la literatura. Con ello no sólo están desarrollando su imaginación, alimentando su creatividad, practicando la expresión oral, trabajando en grupo o mejorando notablemente su autoestima sino que se convierten en auténticos escritores o escritoras. El cuento que pueden leer a continuación surge del baúl de los disfraces. Las alas de un hada y  de un sarantontón ( mariquita) son el elemento inspirador.

Si tuviéramos que resumir el proceso creativo lo haríamos en cuatro pasos:

1. COSQUILLEO: es cuando sentimos que un ejército de hormigas se pasea libremente por nuestro estómago señalando el camino de la excitación creativa, del deseo de hacer y crear un producto. Estamos preparados para comenzar. Para emocionarnos. En nuestro producto el cosquilleo comenzó cuando descubrimos las alas.

2. EMOCIÓN: es cuando la euforia se adueña de todo nuestro ser  y nos ponemos manos a la obra. En nuestro producto la emoción se manifestó con la idea de escribir un cuento colectivo y descubrir que podíamos hacerlo a partir de nuestras experiencias previas ( en este caso se incorporaron ideas surgidas del proyecto que estábamos desarrollando en clase en ese momento: «Los bebés»(….).»engordaron como las mamás embarazadas»(…)

3. DESCUBRIMIENTO: es cuando se enciende la luz que permanecía apagada en el cerebro. De repente todo cobra sentido y nos invade el júbilo. Estamos entusiasmados con la idea. En nuestro producto el descubrimiento consistió en que todos aportamos ideas, frases y vivencias. Deseos de escribir y de dramatizar el cuento escrito. Deseos de descubrir nuestros talentos como escritores o como actores.

4. REALIZACIÓN: es cuando ponemos en práctica la idea. La analizamos, la mejoramos o la rechazamos. Es un momento de duda e inseguridad pero de satisfacción por aceptar el reto. En nuestro producto la puesta en práctica comienza cuando la maestra escribe en la pizarra el texto que hemos escrito entre todos y lo analizamos para mejorarlo. Luego se pasará a ordenador, se añadirán imágenes e ilustraciones y se incorporará a la biblioteca de aula.

noviembre 2014 092


EL HADA Y EL SARANTONTÓN

Texto: niños y niñas de 3 años

Colegio: Camino Largo

ERASE UNA VEZ UN HADA Y UN SARANTONTÓN QUE VIVÍAN EN EL BOSQUE. LOS DOS VOLABAN POR EL MISMO SITIO Y CHOCARON. SE CAYERON ENCIMA DE UN ÁRBOL QUE TENÍA HOJAS Y MANZANAS. COMO TENÍAN HAMBRE SE COMIERON TODAS LAS MANZANAS Y ENGORDARON COMO LAS MAMÁS EMBARAZADAS. COMIERON Y COMIERON HASTA QUE EXPLOTARON.

 Y COLORÍN COLORADO ESTE CUENTO SE HA ACABADO

TANAUSÚ Y EL MISTERIO DE LA SABINA

Una aventura en la isla de El Hierro

Tanausú y el misterio de la sabina 002

 

Texto: María Jesús Cano

Ilustraciones: Pilar Manso

En una grisácea tarde otoñal Tanausú, un inquieto y vivaz gnomo natural de la isla de La Palma, prepara su mochila para viajar a la isla de El Hierro.
Los gnomos, soberanos de los bosques, tienen la sana costumbre de nutrirse con los alimentos de la tierra y por eso, en su mochila, nunca falta el queso, la miel, las papas y el exquisito bienmensabe que su madre le prepara con tanto cariño.
En la sala de embarque del aeropuerto palmero Tana, como le llaman sus amigos, espera el momento de subir al avión mientras piensa en su prima Guacimara a la que no ve desde que ambos tenían cinco años de edad y ésta se mudara con su familia al Sabinar.
Está inquieto y expectante. De su mochila extrae una arrugada nota en la que puede leerse:

Tanausú y el misterio de la sabina 004Querido Tana:
Ha ocurrido algo sorprendente y necesito tu ayuda. Por favor, ven lo antes que puedas. Te espero en la Restinga. Un abrazo. Guaci

Guacimara, que vive en el bosque de sabinas de la isla de El Hierro, conocedora de las dotes detectivescas de su primo Tana, le ha enviado la nota para que le ayude a investigar lo que a todas luces es el mayor misterio que sus jóvenes ojos han visto jamás.
Esa misma mañana el bosque de sabinas se había despertado con su armonía habitual, la paz que se respiraba no hacía presagiar el misterio que se avecinaba: la sabina, árbol centenario y retorcido amanecía recto y erguido como un enorme rascacielos.
Sin duda había sido objeto de un encantamiento y, para colmo, faltaban sólo tres días para la fiesta de las castañas que ese año se celebraba en el bosque de sabinas.
La castañada, o fiesta de las castañas, es el acontecimiento anual más importante en la vida de los gnomos donde amigos y familiares venidos de todas las islas del Archipiélago se reúnen para asar castañas, cantar y bailar alrededor del fuego en una jornada mágica.
– ¡Qué tragedia!- comenta Guacimara.

Las centenarias ramas de la sabina ondean ahora rectas, solemnes y erguidas.¿ Dónde está su querida sabina, símbolo del bosque, retorcida por el viento y orgullosa de sus perennes hojas?

Tanausú y el misterio de la sabina 005

– ¡Qué tragedia!- repite Guacimara.

Desde el aeropuerto a La Restinga, afamado lugar de buceo, Tana contempla extasiado el hermoso paisaje lunar, los cráteres de los volcanes y el añil del cielo. También descubre, pastando a sus anchas, caballos, cabras y vacas en las verdes praderas.
En La Restinga le está esperando, impaciente, su prima Guacimara. Tana no la recordaba tan hermosa y, azorado, le da un tímido beso en la mejilla.
Camino de El Sabinar Guacimara le va poniendo al corriente del misterio pero no es hasta su encuentro frente a la enorme sabina erguida que Tana comprende la magnitud de la tragedia.
El padre de Tana, un sabio y centenario gnomo, le había contado la historia de Guancho, un lagarto gigante que vive, feliz y tranquilo, en los Roques de Salmor y a quien se le atribuye una enorme inteligencia y sabiduría. Los vecinos del lugar acuden a él en busca de consejo y siempre tiene una respuesta para todos.
El lagarto Guancho se sorprende con la noticia que Tana y Guacimara acaban de darle y, presurosos, emprenden juntos el camino a El Sabinar.

Tanausú y el misterio de la sabina 007

Al ver la sabina, Guancho pronto descubre, por algo es el sabio con más sabiduría de la isla, que se ha producido un encantamiento.
El encantamiento sólo puede ser obra del Mago de las Tinieblas, un malvado y envidioso ser que vive en la Cueva de Don Justo, a la que ha convertido en su hogar transformándola en un largo, oscuro, lúgubre y estrecho lugar que ya nadie quiere visitar.
Guancho indica a los valientes jóvenes el camino a seguir para llegar a la cueva y vuelve, impaciente, a sus queridos roques.
Tana y Guaci emprenden el camino a la Cueva de Don Justo y pronto descubren que no están solos.

Tanausú y el misterio de la sabina 002Un alegre petirrojo les acompaña volando de rama en rama moviendo su cola arriba y abajo constantemente. Su plumaje de color pardo y rojo ilumina los pasos de los jóvenes aventureros y alumbra su camino en el atardecer herreño.
Cuando ya la noche se apodera del bosque descubren la cueva donde habita el Mago de las Tinieblas. La cueva es tal y como se la habían descrito: un lugar lúgubre, oscuro y tenebroso. En su interior pueden oírse sonidos aterradores que hacen temblar a Guaci y Tana.
Decididos a descubrir el misterio de la sabina se olvidan de sus temores y, cogidos de la mano, se adentran en la cueva.
Guacimara se abraza a su primo cuando un murciélago, y dos y tres y hasta cuatro se abalanzan sobre ellos.
Corriendo a través de la oscura cueva descubren una potente luz que les ciega momentáneamente. Al abrir los ojos descubren al Mago de las Tinieblas que les contempla con cara de pocos amigos y maldice su intromisión.
– ¡Malditos sean, gnomos del bosque! ¿Cómo osan interrumpir mi sueño?- grita el mago de las tinieblas.

– Mi nombre es Tanausú y ésta es mi prima Guacimara- responde Tana con voz temblorosa. -Venimos a que liberes a la sabina de su encantamiento.
-¿Cómo se atreven a pedirme semejante barbaridad?- grita enfurecido el mago de las tinieblas- ¿Acaso no saben que, en venganza por haberme desterrado a esta cueva, he encantado a la sabina hasta que los habitantes de la isla reconozcan mis poderes y me devuelvan mis pócimas mágicas?
– Los habitantes de la isla me han asegurado que si utilizas tus poderes para hacer el bien y atacar el mal te devolverán tus pócimas y tus libros de magia- responde Tanausú con voz firme.
El mago de las tinieblas cansado de vivir en la solitaria y triste cueva promete a Tanausú utilizar sus poderes mágicos para hacer el bien y recuperar el respeto de los herreños.
– Bien- dice Tanausú- pero antes deberás mostrar tu arrepentimiento liberando a la sabina de su encantamiento.

El mago de las tinieblas así lo hace y confiesa a Tanausú cuáles son las palabras mágicas para que la sabina vuelva a estar retorcida por el viento para orgullo de los herreños y deleite de visitantes.
Tanausú y Guacimara regresan al bosque de sabinas y en presencia de sus amigos, familiares, y curiosos que se acercan a ver el espectáculo pronuncia las palabras mágicas.

“Tris, tras, en retorcida sabina te convertirás,
tris, tras, al mago de las tinieblas perdonarás
y al viento tus hojas mecerás al compás del tris tras, tris tras.

Tanausú y el misterio de la sabina 005

Y colorín colorado este cuento de gnomos, encantamientos, magos y arrepentimientos se ha acabado.

COMPRENSIÓN LECTORA

 

CUESTIONARIO ( Rodea  la  respuesta  correcta):

 1. ¿Dónde vive Guacimara, la prima de Tanausú?

A) En El Pinar.

B) En La Restinga.

C) En El Sabinar.

D) En Frontera.

 2. ¿Cómo se puso en contacto Guacimara con su primo Tanausú?

A) Por medio de una carta.

B) Por email.

C) Por medio de una postal.

D) A través de una nota.

 3. ¿Qué problema tenía la sabina?

A) Que no lo habían regado.

B) Que amaneció recto.

C) Que amaneció torcido.

D) Que lo habían talado.

4. ¿Qué nombre recibe el acontecimiento más importante en la vida de los gnomos?

A) La chuletada.

B) La castañada.

C) La castañuela.

D) La siempreviva.

5. ¿Qué lugar de la isla del Hierro es famoso por ser un lugar de buceo?

A) Valverde, la capital.

B) La Restinga.

C) Frontera

D) El Sabinar.

6. ¿ Qué signifIca la palabra azorado ?

 A) Turbado, aturdido, confundido o pasmado.

B) Cascado por el sol.

C) Valiente

D) Que es simpático y vivaracho.

 7. ¿Cómo se llama el lagarto gigante?

A) Rudy

B) Elvis

C) Acaymo

D) Guancho

 8.¿Quién le hizo el encantamiento a la sabina?

A)  Miliki

B) El Mago de las Tinieblas.

C) El Ladrón de Cuevas.

D) El Brujo de la Tormenta.

 9. ¿Qué le devolverán los habitantes de la isla al Mago de las Tinieblas si deshace su hechizo?

 A) Su casa.

B) Sus pócimas y sus libros de magia.

C) Sus vestidos.

D) Su capa y sus libros de magia.

10. ¿Quién pronuncia las palabras mágicas para deshacer el encantamiento?

 A) El Mago de las Tinieblas.

B) Tanausú.

C) Guacimara

D) Los tres a la vez.

 

NOTA:

10 aciertos= 10

9   aciertos    = 8,5

8   aciertos    = 7

7   aciertos   = 5,5

6   aciertos  = 4

5   aciertos   = 2,5

4   aciertos = 1

MENOS  DE 4  ACIERTOS = 0

 

TANAUSÚ, EL ENANO DANZARÍN

Una aventura en la isla de La Palma

Tanausú, el enano danzarín 004

Texto: María Jesús Cano

Ilustraciones: Pilar Manso

 En la isla de La Palma, entre castaños, pinos y almendros, viven unos gnomos muy aficionados a la música y los bailes populares.

Cada mañana, antes de trabajar en el campo, ensayan los bailes y las canciones para la Gran Fiesta de la Cosecha.

Tanausú, el enano danzarín 002Los tradicionales bailes canarios alegran su labor: una isa, una malagueña, una folía o una berlina para comenzar el día; el sonido del timple para acompañar las tareas del campo y la danza del trigo para finalizar la jornada.

– ¡Qué hermoso sonido!- comentan los habitantes del bosque que esperan, ansiosos, la llegada de la primavera.
Todos parecen felices. Todos menos Tanausú, un pequeño gnomo inquieto y saltarín que sueña con recorrer la isla y convertirse en un famoso bailarín.
Un día de primavera Tanausú, al que todos llaman cariñosamente Tana, decide emprender un viaje alrededor de la isla y quizás, quién sabe, conocer otras islas del Archipiélago.

Pero antes que conocer otras islas tiene que recorrer, a fondo, su isla bonita y conocer sus paisajes y fiestas tradicionales para poder contarles muchas cosas a sus nuevos amigos de las otras islas.

La bruma, caprichosa, se adueña del bosque y Tana se refugia en una cueva para descansar. De su mochila saca queso, almendras, pan, gofio y miel y se da un pequeño banquete.
Cansado, se duerme, y el cielo de La Palma, cubierto de estrellas, ilumina sus sueños. Sueños de misterios y aventuras.

Y la aventura comienza al día siguiente cuando Tana se adentra en La Caldera de Taburiente.

El día está claro. El cielo más azul que nunca. Los vientos alisios juegan con las nubes en las montañas y los rayos de sol forman hermosos dibujos de sombra y color.

Nada hace presagiar que Tana viviría una emocionante aventura.

De repente, del interior de La Caldera, sale una enorme bola de fuego y del cielo, completamente negro, caen estrellas que quedan atrapadas en la enorme grieta que, poco a poco, se va cerrando.

Una pequeña estrella se ha salvado escondiéndose en la cascada de colores. Hacia esa única luz se dirige Tana.

En el interior un hombrecillo de aspecto cansado y triste custodia la luz.

– ¿Quién eres?- pregunta Tana.
– Soy el duende de La Caldera- responde el hombrecillo.
– Dime ¿sabes tú qué ha pasado?- vuelve a preguntar Tana.

El duende, que conoce todos los secretos de La Caldera, le cuenta una historia.

Tanausú, el enano danzarín 005En La Palma todos saben que en La Caldera de Taburiente habita “el guanche dormido”, un enorme gigante de piedra que descansa, tranquilo, en sus hermosos paisajes naturales convertidos en Parque Nacional.
Al gigante no le molestan las personas que visitan el Parque si hacen poco ruido, cuidan su entorno, no tiran basura y respetan las plantas, los animales y los árboles que habitan allí en paz y armonía.Pero ahora está enfadado porque unos hombres que van a construir una carretera muy cerca del Parque interrumpen su descanso con el ruido de sus excavadoras.Enfurecido, decide robar la luz del sol y las estrellas para que los obreros no puedan trabajar.Como nadie se atreve a enfrentarse al gigante en la isla reina la total oscuridad.

Tana escucha, sorprendido y preocupado, el relato del duende y decide recuperar la luz.

Inicia el camino en busca del gigante pensando en la manera de convencerle de la necesidad de construir una carretera para que los habitantes de los pueblos puedan desplazarse más rápido al mercado de la ciudad y vender el queso, las almendras, las naranjas y las papas de sus cosechas.

Aunque es un buen negociador nunca antes se había enfrentado a un gigante y no sabe cómo se habla con ellos.

Pero su intuición y su manejo de las situaciones difíciles le ayudarán a convencer al gigante.

Cuando ya está frente al gigante, sin miedo, le mira fijamente a los ojos y con voz potente le cuenta la historia de los habitantes del lugar que, para ganarse la vida, deben vender los productos de sus cosechas en el mercado.

El gigante, conmovido por el relato de Tana, devuelve las estrellas al cielo de La Palma y el sol vuelve a brillar en lo alto de La Caldera; y, por su valentía, el gigante le concede el deseo que más anhela, bailar la Danza de los Enanos en la próxima Bajada de la Virgen.
Y así fue cómo Tana descubrió el truco para hablar con los gigantes:

– Mirarles fijamente a los ojos.
– No tener miedo.
– Hablar con voz firme y poderosa.
– Contar siempre la verdad.

Y también cumplió su sueño de convertirse en un valiente y feliz enano danzarín.

Tanausú, el enano danzarín 007

Y colorín, colorado este cuento de duendes, gigantes, gnomos y enanos se ha acabado.

COMPRENSIÓN LECTORA

CUESTIONARIO ( Rodea  la  respuesta  correcta):

 1. ¿Para qué fiesta están ensayando bailes y canciones los gnomos?

A) Para la Gran Fiesta del Mar.

B) Para la Gran Fiesta de la Cosecha.

C) Para la Gran Verbena de la paloma.

D) Para la Gran Fiesta de la Recolecta.

 2.¿Qué instrumento musical suena mientras los gnomos realizan las tareas del campo?

A) La pandereta.

B) El piano.

C) La guitarra.

D) El timple.

 3. ¿Qué estación está a punto de llegar?

A) La primavera.

B) El verano.

C) El otoño.

D) El invierno.

4. ¿Qué es un banquete?

A) Un banco muy grande.

B) Una comida espléndida.

C) Una especie de rosquete típico de la isla de La Palma.

D) Un banco en el que se deposita dinero.

5. ¿Quién es el personaje que conoce todos los secretos de La Caldera?

A) Un gnomo muy anciano.

B) Un duende.

C) Una bruja malvada y con un solo ojo.

D) Un gnomo viejo y enfadado.

6. ¿ Le desagradan al guanche dormido (el gigante) las personas  ?

 A) Sí, muchísimo. No quiere saber nada de las personas.

B) Sólo las que son bajitas.

C) Sólo las que no respetan el medio ambiente.

D) Le gustan todas las personas.

 7. ¿Qué es lo que le molesta al gigante?

A) Los truenos. Les tiene muchísimo miedo.

B) Que le pongan de comer sopa de tomate.

C) Las personas hablando muy alto.

D) El ruido de las excavadoras.

 8.¿Qué fue lo que hizo el gigante para que los obreros no pudieran seguir su trabajo?

A) Les robó las máquinas.

B) Robó la luz del Sol y las estrellas.

C) Les robó el almuerzo.

D) Les derrumbó una montaña encima de sus excavadoras.

9.  ¿Qué deseo le concedió el gigante a Tanausú?

 A) Cantar su canción favorita en la próxima Bajada de la Virgen.

B) Cargar con la Virgen en la procesión.

C) Convertirse en el dueño de la Virgen.

D) Bailar la Danza de los Enanos en la próxima Bajada de la Virgen.

10. Tanausú le expuso al gigante que los palmeros tenían una necesidad. ¿Cuál era?

 A) Construir un Auditorio para poder cantar y bailar a la Virgen.

B) Construir una carretera para mejorar los desplazamientos y el comercio.

C) Construir una carretera para que los coches circulen más rápido.

D) Construir una carretera para no desplazarse andando.

NOTA:

10 aciertos: 10

9   aciertos    = 8,5

8   aciertos    = 7

7   aciertos   = 5,5

6   aciertos  = 4

5   aciertos   = 2,5

4   aciertos = 1

MENOS  DE 4  ACIERTOS = 0

 

Tanausú y la montaña de fuego

Una aventura en la isla de Lanzarote

Tanausú en Lanzarote 024

Texto: María Jesús Cano

Ilustraciones: Pilar Manso

Tanausú, un alegre y vivaracho gnomo natural de la isla de La Palma, contempla  extasiado el mar de nubes bajo sus pies. Acurrucado en un asiento de la parte delantera de un pequeño avión, modelo ATR, se abrocha el cinturón cuando, por la megafonía, le anuncian que van a iniciar la maniobra de aterrizaje en el aeropuerto de Lanzarote.

Tanausú en Lanzarote 028  Tana, como le llaman sus amigos y familiares cariñosamente, se prepara mentalmente para el aterrizaje. Le apasiona volar pero no puede evitar sentir esas incómodas cosquillas en su estómago cada vez que llega el momento de tomar tierra.

Hace ya bastante tiempo que no visita la isla de Lanzarote, justo desde aquel año en que, con su familia, acudiera a celebrar el décimo aniversario del nombramiento de la isla como Reserva de la Biosfera.

Para distraer su nerviosismo ojea, de nuevo, el periódico que tan amablemente le ofreció la azafata cuando emprendieron viaje a la isla.

En la primera página del “Diario de Avisos”, afamado periódico insular, se recoge la siguiente noticia:

Tanausú en Lanzarote 032Unos turistas ingleses que el pasado viernes 9 de diciembre, festividad de Santa Leocadia, visitaban el Parque Nacional de Timanfaya descubrieron, estupefactos, que la famosa escultura de César Manrique “El diablo de Timanfaya”, símbolo del Parque, había desaparecido.

Según fuentes policiales la noche del jueves unos ladrones entraron en el parque con vehículos todoterreno, por el análisis de las huellas, para robar la escultura del artista César Manrique. No hay señales de violencia ni restos de la escultura por lo que se deduce que los ladrones se la llevaron entera, sin romperla. La policía cree que es muy difícil transportarla por carretera sin que nadie haya visto nada. Parece cosa de magia. El caso está en manos de las autoridades locales y de la policía que buscan pistas para encontrar a los autores del delito.

El artículo continuaba con una descripción del maravilloso lugar, el más emblemático de la isla, informando a sus lectores del origen del Parque a partir de las erupciones de 1730 y 1736 que crearon ese paisaje de aspecto lunar de más de 200 kilómetros cuadrados. Un lugar mágico que quedó completamente arrasado por las coladas de lava y la lluvia de ceniza volcánica. No obstante allí crecen, valientes y orgullosos, líquenes, verodes y tabaibas.Tanausú recorta el artículo del periódico y lo guarda en su mochila. En la terminal del aeropuerto lanzaroteño le están esperando su prima Yaiza que vive en Arrecife y su prima Guacimara que está de visita en la isla.

Juntos se dirigen al Macizo de Famara, lugar donde ese año se celebra un Festival  folclórico que será una explosión de felicidad, amistad, danzas populares, música y buenas viandas. Un día donde después de los bailes  degustarán las delicias de la cocina canaria: puchero, papas arrugadas con su mojito rojo y verde, queso asado con miel de palma, torrijas y el bienmesabe que tanto le gusta a Tanausú y que su madre prepara con tanto cariño. En el concurso de postres siempre se lleva un premio; aunque también se relame con el frangollo que hace su tía Candelaria que vive en Tenerife. Los vientos alisios que serpentean entre las altas montañas del Macizo humedecen las cumbres e impregnan con su frescura el fayal y los brezos que crecen caprichosamente. Muy cerca ya del Macizo, un fuerte olor a azufre penetra por sus fosas nasales y de sus enrojecidos ojos  se escapan lágrimas con sabor a sal. El cielo se cubre, de pronto, de una nube de humo gris que enluta el paisaje y hace el camino cada vez más difícil. Las cabras, ovejas y demás animales que pueblan la isla huyen hacia la costa en busca del frescor de la brisa marina y del azul del cielo.

–    La montaña de fuego ha despertado, la montaña de fuego ha despertado – gritan asustados los animales a su paso.

Tanausú en Lanzarote 037

–      Tanausú, Tanausú, ¿qué hacemos?- preguntan al unísono sus dos primas con cara de preocupación.

–      Debemos seguir avanzando para avisar a nuestros amigos del peligro- responde con valentía Tana.

–      Pero, pero….no podremos avanzar entre tanto humo- replica nerviosa Yaiza.

–      Yo les ayudaré a avanzar más deprisa- dice una voz desconocida.

De la penumbra  surge  un camello de color canelo que porta la tradicional silla inglesa donde los turistas, de una forma diferente y peculiar, descubren las maravillas del Parque Nacional de Timanfaya.

Tana, Yaiza y Guacimara se sientan en la silla e inician el camino hacia la montaña de fuego.

El camello, conocedor de los entresijos  y atajos del camino, galopa rumbo a su destino sorteando las partículas de ceniza que trae el viento.

–      ¿Por qué se ha habrá despertado la montaña de fuego de su largo letargo?- pregunta Yaiza.

–      No lo sé – responde Tanausú- pero ten por seguro que lo averiguaremos.

–      ¿Y cómo piensas hacerlo?- pregunta ahora Guacimara.

–      Elemental, querida Guaci,- responde Tana emulando a su héroe Sherlock Holmes- con nuestras dotes detectivescas y trabajando en equipo seguro que daremos con la manera de averiguarlo.

No era la primera vez que Tanausú haciendo gala de su intuición y de sus conocimientos de magia había resuelto, en sus múltiples viajes por el Archipiélago Canario, misterios y hechizos. Tenía además un fuerte presentimiento y si, de nuevo, su intuición no le fallaba creía que el repentino despertar de la montaña de fuego tenía algo que ver con la noticia que había leído esa misma mañana en el periódico local sobre la misteriosa desaparición del “diablo de Timanfaya”. La isla de Lanzarote se va cubriendo, poco a poco, de un manto de ceniza volcánica y los habitantes de la isla buscan, desolados, un lugar donde guarecerse.  Se dirigen hacia la cueva de los verdes un lugar mágico y misterioso situado al norte de la isla donde sus antepasados se refugiaban cuando los barcos de los bucaneros arribaban a la costa lanzaroteña y donde los piratas escondían sus tesoros.Un lugar que, sin embargo, encierra  un gran peligro.

Así, poco a poco, los habitantes se refugian en el gran túnel subterráneo de más de seis kilómetros de longitud que se adentra en el mar y que con su sinfonía de colores verdes, amarillos, marrones y blancos les va embrujando.Una suave música ambiental acompaña sus pasos hacia el “infierno”, una inmensa galería cuyas paredes de lava petrificada serán testigo de su cautiverio. Desde lo más profundo de la cueva  se oye una voz malvada y siniestra que da la bienvenida a los cautivos.

–      ¡Ja, ja ,ja! Bienvenidos a mi cueva- grita exultante el mago Salymar.

El mago Salymar ha embrujado  con sus pócimas mágicas y encantamientos a los isleños para convertirse en el dueño y señor de la isla de Lanzarote y de todas sus maravillas. Sólo el mago Salymar es capaz, con sus hechizos, de despertar a la montaña de fuego para que los habitantes del lugar se refugien en la cueva y sólo él puede robar la escultura del “diablo de Timanfaya” que se erige ahora, imponente y majestuosa, en la galería del infierno custodiando a los cautivos. El mago Salymar se volvió malvado  hace muchos años cuando se enamoró de la bella princesa Fayna cuyo nombre significa “entre la luz y el fuego” y al no ser correspondido por su amor enloqueció y se convirtió en un ser cruel que vive en los Jameos solo y sin amigos, protegido por la luz del fuego que cada día le recuerda a su amada y que lo ha convertido en un ser huraño, triste y amargado. Sólo la valentía de tres pequeños gnomos logrará deshacer el encantamiento del mago y devolver a la isla la serenidad, la calma y la tranquilidad. Tanausú que conoce las artimañas del mago Salymar y la fórmula mágica para deshacer el encantamiento, por algo es ya un próspero aprendiz de brujo,  se pone manos a la obra. Cada uno de ellos deberá ir en busca de los tres ingredientes mágicos que, mezclados convenientemente, desharán el maleficio de Salymar. En Costa Teguise, al este de la isla, Guacimara encuentra a unos  pescadores que le dicen dónde puede localizar el primer ingrediente: una raspa de vieja. En la cofradía de pescadores, en una sucia y destartalada caja, hay varias raspas de pescado, entre ellas la de la  vieja que estaba buscando. La coge con cuidado y la guarda en su mochila. En el Jameo de la Cazuela, al norte de la isla, Yaiza  busca el segundo ingrediente entre las pescaderías del lugar: una pata de cangrejo albino. Compra un cangrejo albino y con sumo cuidado arranca una pata de color blanco como la nieve que guarda en su bolso. En la montaña de fuego Tanausú busca el tercer ingrediente mágico, un trozo de lava volcánica, que coge con mucho cuidado para no quemarse e introduce en un recipiente de metal que guardará su calor en el viaje de regreso. Pasados dos largos e intensos días los tres jóvenes se reúnen en la entrada de la cueva de los verdes. En una enorme cazuela con agua hirviendo vierten los ingredientes necesarios para la fórmula mágica: la raspa, la pata de cangrejo y el trozo de lava volcánica ardiendo aún. Tanausú vierte el burbujeante líquido en la entrada de la cueva de los verdes y pronuncia unas palabras mágicas en una extraña lengua que ni Guacimara ni Yaiza conocen.

“Sogam, sojurb, sorecicheh: le redop ed al aigam ayurtsed le otneimatnacne”

La explosión se oye en toda la isla y abre una enorme brecha en la entrada de la cueva. Tana, Guaci y Yaiza se protegen de los trozos de roca que vuelan por el aire y su amigo el camello acude en su ayudan para sacarlos de allí.  Tras el enorme estruendo el cielo recupera su color azul, la montaña de fuego deja de rugir y los habitantes de la isla salen, atónitos, a la luz del sol. Emocionados le dan las gracias a los tres gnomos que, a lomos del camello, devuelven el diablo de Timanfaya a su lugar para que pueda ser visitado de nuevo por los turistas del parque. En las entrañas de la tierra el malvado Salymar maldice su suerte entre gritos de venganza. En la edición matinal del día siguiente del “Diario de Avisos” puede leerse la siguiente noticia:

Tanausú en Lanzarote 040“Unos valientes gnomos recuperan el  símbolo del parque Nacional de Timanfaya y liberan a los habitantes del lugar de su cautiverio. La policía premia su labor concediéndoles la medalla de oro de la isla”.

 

 

Y colorín colorado este cuento de gnomos, jameos, volcanes y camellos se ha acabado.

 

FICHA DE COMPRENSIÓN LECTORA:

Título:  Tanausú y la Montaña de Fuego.                                               

CUESTIONARIO ( Rodea  la  respuesta  correcta)

1. ¿ Dónde se encuentra Tanausú al inicio del relato?

A) En la isla de Lanzarote

B) En un avión

C) En un barco camino de Lanzarote.

D) Subido en un avión contemplando el paisaje.

 2. ¿Cuál es el nombre del periódico que Tanausú ojea?

A) Diario de Lanzarote.

B) El Día.

C) Diario de Avisos.

D) Diario de Las Palmas.

 3. ¿Quiénes descubrieron la desaparición de El diablo de Timanfaya?

A) Unos turistas belgas.

B) Unos turistas ingleses.

C) Yaiza y Guacimara.

D) El mago Salymar.

4. ¿Cómo se llama la prima de Tanausú que vive en Lanzarote?

A) Guacimara

B) Eustaquia

C) Yaiza

D) Elena

5. ¿Qué acto se va a celebrar en el Macizo de Famara?

A) Una procesión.

B) Una carrera ciclista.

C) Un partido de fútbol solteras contra casadas.

D) Un festival folclórico.

 

  1. ¿Por qué estaban asustados los lanzaroteños?

 A) Porque había una amenaza de bomba.

B) Porque los camellos se habían vuelto locos.

C) Porque la Montaña de Fuego había despertado.

D) Porque un criminal peligroso estaba suelto.

7.¿Quién ayuda a Tana y a sus primas cuando no pueden avanzar entre tanto humo?

A) La princesa Fayna.

B) El mago Salymar.

C) Un camello.

D) El padre de Yaiza con su tractor.

 

  1. ¿Qué significa guarecer?

A) Refugiarse en alguna parte para librarse de un daño o peligro.

B) Coger mucha comida para no pasar hambre.

C) Amanecer un poco nublado.

D) Leer con detenimiento la noticia de un periódico.

 

  1. ¿Quién había robado la escultura del Diablo de Timanfaya?

 A) El hechicero Salymar.

B) El mago Salymar.

C) El vidente Salymar.

D) El maestro Ambrosio.

10. ¿Cuáles son los ingredientes mágicos con los que deshacen el maleficio?

 A) Una raspa de vieja, una pata de cangrejo rojo y un trozo de lava volcánica.

B) Una raspa de vieja, una pluma de pardela y un trozo de lava volcánica.

C) Una raspa de vieja, una pluma de pardela y un coral marino.

D) Una raspa de vieja, una pata de cangrejo albino y un trozo de lava volcánica.

 

NOTA:
10   aciertos =  10

9   aciertos    = 8,5

8   aciertos    = 7

7   aciertos   = 5,5

6   aciertos  = 4

5   aciertos   = 2,5

4   aciertos = 1

MENOS  DE 4  ACIERTOS = 0

 

 

 

 

 

REBECA, EL HADA DE LA BIBLIOTECA

 

HADA DE LA BIBLIOTECA 002

Todo empezó el día en que un niño que visitaba con su familia el Parque Rural de Anaga, en la isla de Tenerife,  dejó olvidado un libro de aventuras en el sendero de los sentidos. Ese mismo día las hadas del bosque celebraron una gran fiesta y la alegría invadió los senderos y las rutas por donde paseaban los humanos. Todo es felicidad y armonía en el bosque de laurisilva donde las hadas se preparan para el festejo. Se visten para la ocasión son sus mejores vestidos, peinan sus largos cabellos con peines fabricados de robustas raíces, pintan sus largas uñas con pigmentos de la tierra y lustran sus alas plateadas con el rocío de la mañana. En la pasarela de madera que conduce al interior del bosque improvisan un sofisticado y glamuroso pase de modelos y en el  mirador colocan el escenario para el festival de canciones haladas. La magia se tiñe de verde en este bosque encantado y Rebeca, una simpática hada a la que no le gustan las fiestas, se dirige sin mucho ánimo a la celebración.

Tropieza, de pronto, con un objeto rectangular de vivos colores que llama poderosamente su atención.

–          Es un libro- exclama con emoción.

El hada abre el libro al azar justo en la página número cinco y su corazón da un enorme brinco. Su imaginación se pone en marcha y ya se imagina la protagonista del cuento de aventuras .Sueña con recorrer el mundo en busca de historias que leer. En ese preciso instante toma una decisión la mar de importante: viajar hasta la ciudad más cercana para visitar la biblioteca.

Una noche del mes de Noviembre emprende el camino de su nueva vida y vuela hacia la ciudad de  La Laguna. Lustra y abrillanta sus alas, se pone  sus zapatos nuevos de color rojo y abre las alas. Un sonoro suspiro sale de su boca al iniciar el vuelo. Lentamente asciende hasta el cielo para alcanzar una altura prudente y segura. No quiere tropezarse con los aviones que aterrizan en el aeropuerto de Los Rodeos. Una fina lluvia comienza a mojar sus alas que se vuelven cada vez más pesadas impidiéndole volar con seguridad pero  como es un hada muy lista y resuelta coge su varita mágica y pronunciando las palabras mágicas consigue que sus alas se mantengan secas a pesar de la lluvia .Su varita mágica plateada, salpicada de finas gotitas de lluvia, brilla ahora a la luz de la luna que tímidamente se asoma detrás de las nubes.

Desde lo alto del cielo descubre un camino largo y recto que parece una pista de aterrizaje. Un camino flanqueado por altas palmeras. A un lado del camino otea un castillo iluminado por la luz de las velas y justo al lado contrario un gran edificio rodeado de jardines y un huerto.

–          Pero si es un colegio- exclama Rebeca entusiasmada.

–          Es el colegio más hermoso que he visto jamás- repite para sus adentros.

Vuela tímidamente alrededor del colegio y descubre un objeto rectangular que brilla a la luz de la luna.

–          ¡Qué extraño, es otro libro olvidado!- susurra la pequeña hada sorprendida por el hallazgo.

–          ¿Pero qué hace un libro en mitad de la noche tirado en el suelo del patio del colegio?- se pregunta sorprendida

Dispuesta a resolver el enigma vuela hacia el libro y se coloca justo encima de la portada ¡Es otro libro de aventuras! .Levanta la vista hacia la ventana por donde sale una luz pequeña y redonda (es la luz de una potente linterna)  para ver con sus propios ojos cómo unos ladrones se están llevando todos los libros de la biblioteca del colegio. El hada los sigue a una prudente distancia y ve cómo los trasladan al castillo que está justo enfrente. En el castillo vive el dragón de las mil cabezas al que también le gusta mucho leer. Como ya se ha leído todos los libros de la biblioteca del castillo ahora está llevándose los libros de la biblioteca del colegio. Lo peor de todo es que cuando está leyendo un libro se emociona tanto que suelta fuego por la boca y los libros quedan destruidos bajo ese fuego abrasador. Escandalizada por el hallazgo urde un plan para salvar los libros y alejarlos del fuego abrasador.

–          Tengo que salvar los libros del fuego, tengo que salvar los libros del fuego- repite con voz firme y sosegada.

Rebeca coge su varita mágica con la mano derecha y dirigiendo su mirada halada hacia el castillo  pronuncia las palabras mágicas:

Del ladrón del dragón los libros voy a salvar y a la biblioteca del cole  todos van a regresar”

Uno a uno, por arte de magia, los libros regresan a la biblioteca del cole sanos y salvos. Rebeca se queda para siempre a vivir entre las estanterías no vaya a ser que otro dragón lector quiera apoderarse de ellos. Para defender los libros se alía con Anacleta la mascota de la biblioteca, una simpática serpiente multicolor que junto con su amiga Tecla vive en la biblioteca. Las tres vigilarán a partir de ahora la biblioteca del Colegio.

Anacleta y Tecla pronto se hacen amigas de Rebeca y, para que no eche de menos el bosque de laurisilva donde vivía, utilizan sus poderes mágicos, que para eso son los animales más listos del reino animal, y consiguen  que un árbol crezca en el interior de la biblioteca.

Es el árbol de las normas de uso y disfrute de la biblioteca del colegio Camino Largo y allí las pueden encontrar si la biblioteca desean visitar.

¡Les  esperamos en la biblioteca amiguitos y amiguitas lectores!

RELATO GANADOR DEL TERCER PREMIO  EN EL II CONCURSO DE MICRO-RELATOS DE TEMÁTICA INFANTIL Y JUVENIL ABRIL, MES DE LOS LIBROS, LA LAGUNA

! Vaya lío en la biblioteca!

Texto: María Jesús Cano

Ilustración: Idalia (4º de Primaria)

 varias 392

Mi nombre es Lucía y según dicen los que me conocen bien (mi madre, mi hermano Saúl y mi mejor amiga Sara) soy una lectora empedernida. Vamos que me paso el día leyendo libros sobre todo de misterios y aventuras, mis favoritos. Tengo la cabeza llena de historias que me fascinan. Lo que nunca podía imaginar es que un día iba a conocer, de verdad, a los personajes que habitan en los cuentos y que viviría una aventura increíble en la biblioteca de mi nuevo cole.

Todo comenzó el día en que a mi padre le ofrecieron un nuevo empleo en otra ciudad. Iba a ganar más dinero y teníamos que mudarnos en el plazo de un mes o se lo ofrecerían a otra persona. Mis padres lo discutieron mucho pero llegaron a la conclusión de que era lo mejor para toda la familia. A mi no me hizo mucha gracia pues era muy feliz en mi barrio y en mi cole con mis amigas de toda la vida.

Pero el nuevo cole es súper guay y lo mejor de todo tiene una biblioteca muy grande llena de libros de todos los estilos. Pronto encontré mi rincón favorito cerca del estante de los libros de aventuras. Es mi refugio en las solitarias horas de recreo en las que todavía no he encontrado mi hueco en ningún grupo. Sé que pronto haré nuevos amigos y que me aceptarán tal como soy pero de momento prefiero la soledad de la biblioteca y la compañía de los libros. Ayer, cuando fui a devolver un libro, sucedió algo increíble. Allí estaba la ratita presumida haciendo un pase de modelos. Elegía el mejor vestido para enamorar a sus pretendientes. Al verme entrar me hizo una señal con el dedo para que me acercara pero ante mi cara de asombro y mi gesto de avisar a la encargada de la biblioteca se escondió. Con las prisas se confundió de cuento y fue a parar a la página cinco del cuento del gato con botas. Al ver una ratita tan linda y glamurosa el gato se relamió de placer y se lanzó sobre ella para comérsela de un bocado. La ratita que además de presumida era muy lista lo vio venir y salió corriendo como alma que lleva el diablo hasta la estantería de las fábulas donde se encontró con la zorra que comía plácidamente un racimo de uvas y allí se quedó la ratita compartiendo tan suculento manjar.

Me dirigía, por fin, a devolver un  libro de hechizos y pócimas mágicas (sin creer lo que estaba pasando) cuando oí, en la estantería de los cuentos populares, una voz que gritaba ¡Socorro, ayúdenme! y salía del cuento de Caperucita Roja.

La que gritaba asustada era la abuelita. Estaba en un verdadero peligro y, para colmo de males, caperucita había desaparecido.  ¿Qué puedo hacer?  Sólo soy una niña nueva en la biblioteca del colegio sin más ayuda que un libro de “hechizos y pócimas mágicas” Ojalá pudiera entrar en el cuento para salvar a la abuelita ¿Pero dónde se habrá metido caperucita? Después de mucho buscar encontré a caperucita cómodamente instalada en el cuento de Blancanieves charlando animadamente con los enanitos del bosque. Intenté hablar con ella pero no me escuchaba. Claro, pensé, tengo que convertirme en un personaje de cuento para poder entrar y contarle lo que le sucede a su abuelita.

Abrí el libro de “hechizos y pócimas mágicas” a ver si encontraba la fórmula para entrar en los cuentos. Sólo encontré hechizos para transformar ranas en príncipes, dragones en nobles caballeros o calabazas en carrozas. Desesperada crucé la biblioteca hasta el lugar donde la bibliotecaria, sin enterarse de nada,  leía un libro tras sus enormes gafas de carey. Le conté lo que estaba ocurriendo pero me miró con cara rara y me dijo que eran imaginaciones mías, que seguramente estaba nerviosa por estar en un colegio nuevo y que no me preocupara que pronto encontraría amigos. Bla, bla ,bla. Como siempre los mayores no entienden nada y ven fantasmas donde nosotros vemos fantasías y mentiras donde nosotros vemos misterios. Cerré los ojos y deseé con todas mis fuerzas convertirme en un personaje de cuento para salvar a la abuelita que estaba en peligro.

No se lo van a creer pero así, sin más magia que el poder de mi mente, me transformé en Alicia. Pero no, no, no que ese no es el cuento. ¡Ay! Tendré que usar de nuevo el poder de mi mente. Cerré los ojos, con más fuerza aún, deseando convertirme en un personaje de cuento si, pero del cuento de caperucita. Y ¡zas! En un santiamén me convertí en la madre de caperucita. ¡Qué guapa estoy con mi delantal nuevo, embadurnada de harina, cocinando unas ricas magdalenas para que caperucita se las lleve a la abuelita! Me quité rápidamente el delantal y salí corriendo hasta la casa de la abuelita. Sólo se oían mis pasos en la espesura del bosque. Cuando llegué a la casa encontré al malvado lobo intentando abrir con sus enormes y peludas patas el armario donde se había escondido la abuelita. Cogí el rodillo para amasar el pan (que fue lo único que encontré a mano) y di un fuerte mamporro en la cabeza del lobo que salió de la casa aullando de dolor. Al abrir el armario la abuelita se abrazó a mi ¡Ay, hija mía que suerte que has venido a buscarme!  Pero, ¿dónde está caperucita? En ese mismo instante caperucita entró en la casa sin sospechar nada. Cuando me vio se quedó petrificada como una estatua y exclamó: ¿Pero mamá, qué haces tú aquí? No me dio tiempo a responder porque de pronto volví a ser la niña de carne y hueso que fue a la biblioteca de su nuevo cole a cambiar un libro de hechizos y pócimas mágicas.

Lucía, ven a jugar con nosotras – me gritaron mis nuevas compañeras desde la puerta de entrada a la biblioteca.¡Shhhhhh!. Silencio- oímos decir a la encargada de la biblioteca- mientras nos íbamos, todas juntas, al recreo.

POL Y EL OSITO DE PELUCHE

Cuento Pol 2

Texto e ilustración: María Jesús Cano

Érase una vez un simpático y risueño niño que se llamaba Pol. Sus padres que vivían en Barcelona se trasladaron a la isla de Tenerife por motivos de trabajo y allí nació él entre el amarillo de la playa, el rojo de la montaña y el azul del mar. Una calurosa tarde de verano, mientras Pol jugaba con su cubo en  la arena de la playa, muy cerca de la Montaña Roja, su osito de peluche favorito se perdió. Nadie se dio cuenta hasta que al llegar la noche Pol, que después de escuchar un cuento siempre se dormía abrazado a su osito, echó de menos a su compañero de sueños. Se puso muy triste y empezó a llorar. Su mamá angustiada por el llanto del pequeño regresó a la playa. Buscó, buscó y buscó pero el osito no apareció.

Fatigado por el llanto y la tristeza Pol se durmió al fin. A la mañana siguiente su mamá  volvió a la playa para buscar el osito. Allí se encontró  con el caluroso y luminoso sol, el fuerte y poderoso viento y las altas y ruidosas olas.

       Querido y luminoso Sol-  preguntó la mamá al astro Rey- ¿has visto el osito de peluche de Pol?

El astro Rey iluminó la playa con sus potentes rayos, pero ni rastro del peluche

Y siguió caminando y preguntando

       Querido y poderoso viento- preguntó la mamá – ¿has visto el osito de peluche de Pol?

El fuerte viento de El Médano sopló con más fuerza que nunca sobre la arena levantando con él miles y miles de objetos enterrados. Había monedas, anillos, restos de comida y hasta colillas, pero ni rastro del peluche.

Y siguió caminando y preguntando

       Queridas y ruidosas olas- volvió a preguntar la mamá- ¿han visto el osito de peluche de Pol?

Las altas y ruidosas olas posaron en la arena miles y miles  de objetos lanzados al mar. Había cáscaras de plátano, restos de botellas de plástico y algas, pero ni rastro del peluche.

Y siguió caminando buscando a quién preguntar.

Cansada de tanto caminar y preguntar se sentó en la orilla del mar para pensar con más claridad. Pronto se hizo de noche y la luna llena apareció en el cielo.

       ¿Qué te pasa?- preguntó la luna a la mamá de Pol- ¿porqué estás triste?

       Pol ha perdido su osito de peluche y con él su eterna sonrisa; si no lo encuentro pronto temo que no vuelva a sonreír jamás – contestó la mamá con voz temblorosa.

       Si preguntas a la primera estrella de la noche, la más observadora e inteligente, seguro que te dará la respuesta que buscas- le recomendó la luna llena.

La mamá de Pol miró el cielo cuajadito de estrellas tratando de averiguar cuál de ellas sería la primera estrella de esa noche tan estrellada. ¡Qué difícil misión!- pensó la mamá.  La luna llena volvió a su encuentro para ayudarla. Con su potente luz iluminó una gran ola que  escondía entre la espesura de su espuma una estrella. Era la  primera estrella de la noche. Se había convertido en una estrella de mar para bajar a tierra firme  y ayudar a la mamá a encontrar el osito. La tarde anterior, apenas unos segundos después de ponerse el sol y ocupar su lugar en el cielo estrellado, había visto cómo un pequeño caballito de mar arrastraba por la arena de la playa el osito de Pol dejando un camino dibujado a su paso. No tuvieron más que seguir el dorado camino. Pronto dieron con el escondite del caballito. En lo más alto de una rocosa roca estaba el osito. Sucio y mojado. Salitre en los ojos y rasguños en la panza. ¡Pobre osito!

 No oyó el caballito de mar, camuflado en la roca, la llegada de los intrusos.  Su rizada cola enrollada alrededor del osito delató su presencia. Al verse descubierto les contó lo sucedido.

       Cada tarde- comenzó a explicar el caballito- desde mi escondite secreto,  observaba a  Pol jugar en la arena con su cubo y su pala. Lo veía feliz haciendo castillos que adornaba con conchas y caracolas y pensé que no echaría de menos a su osito.

       Sin que nadie me viera- continuó hablando el caballito- me camuflé con la arena y me acerqué a la bolsa donde estaba el osito. Lo enrollé en mi cola y lo arrastré hasta esta roca. Sólo quería tener un compañero de juegos. Estoy muy solo viviendo en este océano tan lejos de mi casa. Los caballitos de mar estamos en peligro de extinción y no me quedan amigos para jugar.

La mamá y la estrella miraron al caballito sin creer aún que en el mundo marino hubiera alguien tan pequeño y sin embargo tan valiente. Durante unos minutos todos permanecieron en silencio. Sólo se escuchaba el sonoro oleaje.

 La mamá de Pol, feliz por haber encontrado el osito, no se enfadó mucho con el caballito que le prometió no volver a coger lo que no era suyo y pedirle perdón a Pol.

Así fue como Pol recuperó la sonrisa que compartió con dos nuevos compañeros de juego: el caballito y la estrella de mar.