Reflexionando sobre el sexismo en el lenguaje

Se llaman duales aparentes a aquellas palabras que según su género gramatical, cambian su significado (por ejemplo: zorro-zorra) y vocablos ocupados a aquellos términos cuyo género complementario posee otro significado distinto (por ejemplo: hombre público-mujer pública). Se trata de ejemplos a nivel léxico del sexismo del lenguaje.
Para completar esta primera reflexión con la que iniciamos la unidad 2 del Mooc #EducaIguales, tras leer los artículos de Elvira Lindo Las palabras hieren y Daniela Jérez Quien es Mary Beard y porqué ha inspirado miles de mujeres paso a contestar las preguntas propuetas:
¿A qué aspecto de su persona se dirigen (físico, inteligencia, manera de comportarse)?
Es destacable que la manera de insultar a las mujeres suele segir un orden de prelación que comienza primero con su físico, después con su comportamiento y, de forma más rara, con su inteligencia en cuanto a sus opiniones o conocimiento. No creo que sea un orden inocente, más bien refleja la consideración de las mujeres en la cultura machista.
¿Cómo se insulta a aquel niño a quien se considera diferente, sencillamente porque no actúa, no viste, no juega como la mayoría? ¿y a una niña?
Supongo que la pregunta orienta a los téminos «afeminado» y «machona» directamente relacionados con los esterotipos de género sobre los que reflexionamos en la unidad 1
¿Cómo crees que afecta a uno o a otra el contenido de esos insultos?
Entiendo que tanto a uno como a otro les afectan porque como indica Mary Beard «las palabras hieren» y en este caso impactan, o al menos eso es lo que se pretende, directamente en la auestima.
Reaccionar como Mary Beard no es lo usual, estamos ante una mujer con experiencia y una seguridad en si misma ganada a través de su trayectoria personal y profesional: luchadora feminista, académica pestrigiosa… Así y todo, no debió de resultar agradable verse insultada de forma tan brutal y soez publicamente. Para la mayoría de las mujeres que hemos sido educadas en la inseguridad podría resultar demoledor.
Por cierto cada vez es más frecuente en las redes este tipo de comportamiento. Yo por de pronto estoy prácticando el bloqueo sistemático, porque «las palabras hieren» pero también porque ya no tengo edad para aguantar sandeces y hay tantos frentes abiertos que debemos economizar esfuerzos.
